La población infantojuvenil con migraña tiene aproximadamente el doble de probabilidades de tener un trastorno de ansiedad o depresión que los que no tienen migraña, según sugieren los resultados de una nueva revisión y un metanálisis.[1]

Dra. Serena Orr
"Esta es evidencia convincente de alto nivel que muestra que existe una comorbilidad establecida entre la migraña y la ansiedad, y los síntomas y trastornos depresivos en este grupo de edad", dijo a Medscape Noticias Médicas la Dra. Serena L. Orr, coinvestigadora, neuróloga pediátrica y especialista en cefaleas del Alberta Children's Hospital y profesora asistente en el Departamento de Pediatría de la University of Calgary, en Calgary, Canadá.
Los resultados "deberían obligar a todos los médicos que atienden a un niño o adolescente con migraña a realizar un cribado para detectar ansiedad y depresión, y a tratarla, si está presente. Ese debería ser el estándar de atención con este nivel de evidencia", puntualizó la Dra. Orr.
Los hallazgos se presentaron en el Congreso Anual de la American Headache Society (AHS) de 2022.
Divergencia de incidencia
Estudios anteriores han sugerido que entre 10% y 20% de la población infantojuvenil experimentará migraña en algún momento antes de la edad adulta, y la prevalencia aumentará después de la pubertad.
Si bien la relación mujer-hombre es de aproximadamente 1:1 antes de la pubertad, hay una "gran divergencia en las curvas de incidencia" después, y la relación mujer-hombre alcanza 2-3:1 en la edad adulta, anotó la Dra. Orr. Los expertos creen que las hormonas impulsan esta divergencia, dijo, y señaló que los hombres adultos con migraña tienen niveles más bajos de testosterona que los hombres adultos sin migraña.
La Dra. Orr y sus colaboradores estaban interesados en investigar la relación entre la migraña infantil y los síntomas y trastornos de ansiedad, así como entre la migraña infantil y los síntomas y trastornos de depresión. Buscaron en la literatura estudios relacionados de casos y controles, transversales y de cohortes, con participantes de hasta 18 años.
Los investigadores seleccionaron 80 estudios para incluirlos en la revisión. La mayoría se realizaron en los últimos 30 a 40 años y estaban en inglés y otros idiomas. Se incluyeron estudios clínicos y basados en la comunidad.
Del total, 73 estudios informaron sobre la asociación entre las exposiciones y la migraña, y 51 fueron susceptibles de agrupamiento cuantitativo.
Los resultados de un metanálisis que incluyó 16 estudios que compararon niños y adolescentes que tenían migraña con sus pares sanos mostraron una asociación significativa entre la migraña y los síntomas de ansiedad (diferencia de media estandarizada: 1,13; intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 0,64 a 1,63; p < 0,0001).
En 15 estudios, los niños que tenían migraña presentaban casi el doble de probabilidades de sufrir un trastorno de ansiedad (odds ratio [OR]: 1,93; IC 95%: 1,49 a 2,50; p < 0,0001) en comparación con los niños que no tenían migraña.
Además, hubo una asociación entre la migraña y los síntomas depresivos en 17 estudios relevantes (diferencia de media estandarizada: 0,67; IC 95 %: 0,46 a 0,87; p < 0,0001). Los participantes con migraña frente a quienes no tenían migraña también tenían mayores probabilidades de trastornos depresivos en 18 estudios (OR: 2,01; IC 95%, 1,46 a 2,78; p < 0,0001).
Los tamaños del efecto fueron similares entre los estudios clínicos y comunitarios. La Dra. Orr indicó que es importante tener en cuenta que el análisis no se limitó a estudios con "solo niños con una carga de enfermedad realmente alta que naturalmente estarán más predispuestos a la comorbilidad psiquiátrica".
Falta de investigación "impactante"
Los investigadores también estaban interesados en determinar si tener migraña junto con síntomas o trastornos de ansiedad o depresión podría afectar los resultados específicos del dolor de cabeza y si las condiciones de esos pacientes serían más refractarias al tratamiento. Sin embargo, estos resultados estaban "por todas partes" en los 18 estudios relevantes, informó la Dra. Orr.
"Algunos observaron la frecuencia de los dolores de cabeza, otros la discapacidad, otros el funcionamiento escolar, así que no pudimos incluirlos en un metanálisis", dijo.
Solo dos estudios examinaron si la ansiedad o la depresión en una etapa más temprana de la infancia predisponen a migrañas posteriormente, por lo que ese problema aún no se ha resuelto, añadió la Dra. Orr.
Los investigadores también evaluaron si los resultados de la migraña son similares a los de otros tipos de dolor de cabeza, como los tensionales. "No encontramos una diferencia a nivel de síntoma o trastorno, pero hubo menos de esos estudios", y estos también fueron heterogéneos, agregó la Dra. Orr.
Los investigadores no encontraron ningún estudio que explorara la asociación entre la migraña y el trauma, lo que para la Dra. Orr resultó "impactante".
"En la literatura más amplia sobre dolor crónico pediátrico, hay investigaciones que muestran que tener un trauma o un trastorno relacionado con el estrés se asocia a más dolor crónico y peores consecuencias, pero no pudimos encontrar un estudio que analizara específicamente esa cuestión en la migraña", añadió.
La evidencia emergente sugiere que puede haber una relación bidireccional entre la migraña y la ansiedad/depresión, al menos en adultos. La Dra. Orr dijo que tener estos síntomas parece aumentar el riesgo de migraña, pero no está claro si eso es ambiental o está impulsado por una genética compartida.
Experimentar dolor crónico también puede predisponer a las personas a la ansiedad y la depresión, "pero necesitamos más estudios al respecto".
Además de evaluar la ansiedad y la depresión en los niños con migraña, los médicos deben abogar por un mejor acceso a los recursos de salud mental para los pacientes con estas comorbilidades, anotó la Dra. Orr.
Agregó que una limitación de la revisión fue que 82,5% de los estudios informaron asociaciones no ajustadas y que 26,3% de los estudios eran de baja calidad.
Evidencia de alto nivel
Comentando para Medscape Noticias Médicas, la Dra. Sara Pavitt, jefa del Programa de Dolor de Cabeza Pediátrico y profesora asistente en el Departamento de Neurología de la University of Texas en Austin, Estados Unidos, dijo que los investigadores "deberían ser aplaudidos" por brindar "evidencia de alto nivel" para comprender mejor la relación entre la migraña, y la ansiedad y la depresión en pacientes pediátricos.
Esa información ha "faltado" para esta población de pacientes, dijo la Dra. Pavitt, que no participó en la investigación.
Subrayó que evaluar a los niños en busca de trastornos del estado de ánimo es un desafío, debido a los relativamente pocos proveedores de atención de salud mental pediátrica. Una referencia para un seguimiento psiquiátrico puede significar una espera de 9 a 12 meses, o incluso más para los niños que no tienen seguro ni usan Medicare.
"Los proveedores deben tener más incentivos para atender a los pacientes con Medicare o sin seguro; estos pacientes a menudo son excluidos de las prácticas porque el reembolso es muy bajo", señaló la Dra. Pavitt.
Se necesitan estudios pediátricos adicionales para comprender cómo otros trastornos de la salud mental, como el trastorno de pánico, las fobias y el trastorno de estrés postraumático, pueden estar relacionados con la migraña, agregó.
El estudio no recibió financiamiento externo. La Dra. Orr ha recibido subvenciones de Canadian Institutes of Health Research y regalías de Cambridge University Press por la publicación de libros, y forma parte de los consejos editoriales de Headache, Neurology y la American Migraine Foundation. La Dra. Pavitt forma parte de un consejo asesor de Theranica, que produce un dispositivo de neuromodulación para el tratamiento de la migraña aguda, aunque no es directamente relevante para esta revisión.
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CRÉDITOS
Imagen principal: Dreamstime
Figura 1: Cumming School of Medicine Department of Pediatrics
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Citar este artículo: Los pacientes pediátricos con migraña tienen alto riesgo de ansiedad y depresión comórbidas - Medscape - 6 de jul de 2022.
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