COMENTARIO

Dispositivo de neuromodulación es aprobado para el tratamiento de fibromialgia

Dr. F. Javier Merayo Chalico

Conflictos de interés

5 de julio de 2022

En mayo de 2022 la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos autorizó un dispositivo neuromodulador portátil para el tratamiento de fibromialgia.[1] Debido a que actualmente las opciones para el tratamiento de esta enfermedad son limitadas y con porcentaje importante de efectos adversos asociados al tratamiento farmacológico, una opción no farmacológica podría resultar bastante atractiva. A continuación se resumen aspectos relevantes sobre este dispositivo y la evidencia que respalda su efectividad.

El dispositivo aprobado por la FDA de Estados Unidos funciona por estimulación eléctrica nerviosa transcutánea. Se ha postulado que esta terapia actúa mediante la activación de las vías descendentes inhibitorias del dolor y reduciendo la excitabilidad central asociada a estímulos nocivos, mecanismos importantes para el desarrollo de dolor crónico en fibromialgia. Estudios previos sobre estimulación eléctrica nerviosa transcutánea en fibromialgia han mostrado resultados discordantes, probablemente debido a limitaciones en su diseño.[2]

Aunque previamente la terapia con estimulación eléctrica nerviosa transcutánea implicaba forzosamente acudir con un profesional de la salud para cada sesión, recientemente han surgido dispositivos portátiles diseñados para ser llevados por los pacientes por tiempo prolongado, los cuales envían automáticamente estímulos eléctricos, que pueden ser ajustados según las preferencias de los pacientes.

Estos dispositivos han sido evaluados en el tratamiento de dolor crónico de extremidades, dolor de espalda, neuropatía inducida por quimioterapia, migraña y temblor esencial, generalmente con resultados favorables.

Un grupo de investigadores estadounidenses buscó evaluar la efectividad del dispositivo de estimulación eléctrica nerviosa transcutánea portátil en pacientes con fibromialgia.[3] En este estudio se reclutaron pacientes que cumplieran criterios de clasificación para fibromialgia, sin otras comorbilidades de importancia.

Se aleatorizó a los pacientes a utilizar un dispositivo de estimulación eléctrica nerviosa transcutánea activo o uno falso. Los dispositivos fueron calibrados según el umbral de sensibilidad de los pacientes, buscando una estimulación "fuerte pero cómoda". Los dispositivos activos administraban terapias de 60 minutos cada dos horas, mientras que los dispositivos falsos administraban seis minutos de estimulación cada dos horas. Se recomendó a los pacientes utilizar su dispositivo por al menos dos sesiones de una hora por día. El desenlace primario se evaluó con un cuestionario que evaluaba la impresión de los pacientes sobre la efectividad del tratamiento.

Se realizaron otros cuestionarios específicos de sintomatología de fibromialgia, impacto del dolor, ansiedad y depresión y catastrofización del dolor. Los pacientes fueron evaluados de manera basal a las seis semanas y a los tres meses.

Los investigadores reclutaron 119 pacientes, de los cuales 62 recibieron tratamiento con el dispositivo real. En general el dispositivo fue bien tolerado por los pacientes. No se encontró una diferencia significativa en la efectividad del tratamiento reportada por los pacientes, sin embargo, se observaron diferencias en la sintomatología de fibromialgia, en dolor, funcionalidad y calidad de sueño. Los autores mencionan que los pacientes con mayor sensibilidad a estímulos dolorosos y térmicos tenían una mejor respuesta a la estimulación eléctrica nerviosa transcutánea.

Es importante destacar que los pacientes que recibían el tratamiento "falso" también presentaron una mejora en los desenlaces evaluados. Es posible que los pacientes en el grupo placebo recibieron suficiente estimulación con la estimulación eléctrica nerviosa transcutánea para tener resultados equiparables. Aunque dada la importancia del efecto placebo en los síndromes de dolor crónico, es posible que esta mejora se relacione simplemente con el hecho de recibir un "tratamiento" y seguimiento médico, independientemente de su efectividad real.

Aunque los resultados no muestran una superioridad contundente sobre el placebo, los pacientes presentaron una mejora con el tratamiento, por lo que este dispositivo puede ser un adyuvante al tratamiento de fibromialgia, con una modalidad novedosa para el tratamiento de los pacientes.

Punto clínico

La aprobación de una terapia accesible y prácticamente sin efectos adversos nos debe hacer pensar de manera optimista. Si bien parece una opción viable para nuestros pacientes, debemos estar alertas sobre nueva evidencia que respalde su uso en contextos más cercanos a la práctica clínica habitual.

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