Abusos a los médicos residentes: ¿cómo pueden defender sus derechos?

Perla Miranda

27 de junio de 2022

Acoso sexual, discriminación para ingresar a áreas quirúrgicas, jornadas de más de 48 horas continuas, violencia verbal, secuestros dentro del hospital, inseguridad y falta o retraso en sus pagos son los principales motivos por los que médicos residentes han levantado la voz en los últimos años, sin embargo, estas denuncias suelen ser desde el anonimato y no se les da seguimiento, ya sea porque los procesos burocráticos son muy tardados, porque los médicos no saben a qué instancias acudir o porque tienen miedo de represalias.

Rodolfo Martínez

Para hacer frente a estas situaciones los profesionales de la salud pueden acudir a las instituciones académicas, a sus jefes de enseñanza, a Ministerios Públicos o solicitar acompañamiento de organizaciones no gubernamentales y de Comisiones de Derechos Humanos, pero el abogado Rodolfo Martínez, socio del despacho Trusan & Roma y académico de la facultad de derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recomendó que busquen asesoría legal y con ello eviten cualquier tipo de arbitrariedad o violación a sus derechos.

"Lo único que tiene un médico residente para enfrentar alguna injusticia es primero acudir con un medio de defensa de la universidad u hospital, de no existir, lo primero que debe hacer es tomar la decisión de defenderse, ese es el primer paso para hacer valer sus derechos, entender que esto no es sinónimo de rebeldía, de sublevación, de boicot, sino del pleno ejercicio de sus derechos e ir de inmediato con un abogado", manifestó a Medscape en español.

El abogado señaló que la única vía de acabar con los maltratos –que se han normalizado por años– es mediante la denuncia y emprendiendo acciones legales, porque levantar la voz puede no ser suficiente. "Vemos con más frecuencia arbitrariedades que son más graves y si los médicos no toman acciones para defenderse y hacer respetar sus derechos, veremos que en los siguientes 20 años estas vejaciones e injusticias seguirán cometiéndose".

Amenazas y miedo a represalias inhiben denuncias

Dra. Cristell Presenda de los Santos

En 2020, en medio de la pandemia de COVID-19, la Dra. Cristell Presenda de los Santos sustentó el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas con el objetivo de ingresar a pediatría; al término de la prueba le entregaron su puntaje por duplicado, el cual fue de 64.888, lo firmó y esperó cerca de un mes para que la Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud (CIFRHS) publicara los folios de los médicos seleccionados.

El 28 de noviembre la Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud no publicó su folio, aunque el puntaje mínimo era de 59.111 y el máximo de 70.667. La Dra. Presenda envió un correo a la comisión para solicitar una revisión de su caso y tuvo respuesta hasta un mes después; se le pidió acudir personalmente a las oficinas de atención del ENARM y presentar el original del reporte de puntajes para su cotejo.

"En el correo me decían que tenía 57.556 puntos y eso me alarmó, entonces salí de Tabasco acompañada de mi padre; ya en la Ciudad de México en las oficinas del ENARM pasó lo peor, un abogado me amenazó y dijo que si seguía con mi denuncia lo más seguro era que me vetaran del ENARM porque el documento que presenté era falso y eso fue lo que me motivó a denunciar, porque no solo era ya no presentar el examen para hacer mi residencia, sino que mi nombre y mi ética ya iban de por medio", precisó.

El 3 de marzo de 2021 el entonces director general y secretario técnico de la Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud, Javier Mancilla Ramírez, notificó a la Dra. Presenda que no podría sustentar nunca más el ENARM "por deshonestidad académica y por falta a la ética profesional al prestarse a situaciones fraudulentas antes, durante y después de la aplicación del ENARM".

El padre de la médica fue quien buscó asesoría legal y a través de redes sociales encontró al abogado Rodolfo Martínez, quien de inmediato interpuso un amparo contra la resolución de la Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud.

"Ya pasó más de un año desde que iniciamos el proceso legal, la perito determinó que la firma del documento que presentó la Secretaría de Salud no es mía, que no fue de mi puño y letra y ahora solo esperamos la sentencia para que me den el lugar en la residencia. Ha sido un camino muy difícil. Me deprimí, me enojé, me angustié por el tema económico, pero denunciar ha valido la pena, porque no podemos quedarnos callados y pasar por alto estas injusticias; quizá ya perdí tres años de mi formación, pero el resultado es una muestra de que debemos luchar por nuestros sueños, por nuestros derechos", subrayó.

Rodolfo Martínez, socio de Trusan & Roma, destacó que en su experiencia los principales motivos de denuncia ocurren antes de que los médicos ingresen a la residencia, precisamente porque no se les otorga una plaza a pesar de haber cumplido con los requisitos y de obtener el puntaje solicitado y una vez que son residentes, los casos que más ha seguido tienen que ver con explotación laboral y tratos inhumanos durante su residencia.

"En los aspirantes a residencias médicas lo que más vemos es que cuando solicitan revisión de sus casos porque no obtuvieron una plaza a pesar de tener el puntaje, es que son amenazados con ser vetados del ENARM y cuando ya son residentes, quienes emprenden un camino legal lo hacen porque son víctimas de jornadas inhumanas, porque no cuentan con comedor ni dormitorios idóneos y porque no tienen insumos necesarios para realizar sus funciones, lo que impacta en su aprendizaje, aunque esto se incluye en la Norma Oficial".

Médicos no saben a quién acudir

Mayra Leal es residente de cirugía en el Hospital General de las Américas, en Ecatepec, México. Cursa el segundo año, pero desde que ingresó ha denunciado acoso, insultos, misoginia y maltratos, aun así, solo logró que la rotaran seis meses a otra unidad médica, pero deberá concluir su residencia en la sede del Estado de México.

"Lo que casi siempre pasaba es que no me dejaban entrar a quirófano o me castigaban con guardias muy largas, pero eso no ha sido lo peor, sino que al quejarme con el Dr. Paul Martínez, profesor titular de residentes de Cirugía General en el Hospital de las Américas, me amedrentó diciendo que si mis quejas llegaban a la jefatura de enseñanza me iba a enterar de lo que era capaz", relató.

Las amenazas del Dr. Martínez no evitaron que la médica residente acudiera con la Dra. Perla Salcedo, jefa de enseñanza, y que solicitara un cambio de hospital, pero la respuesta fue negativa, lo que la motivó a interponer una denuncia ante la Fiscalía de Investigación Territorial, en la alcaldía Azcapotzalco, en la que dejó constancia de todos los abusos de los que fue objeto, pero solo consiguió un cambio de seis meses a otra unidad hospitalaria.

"Cuando me quejé con el Dr. Martínez fue porque el jefe de residentes, Alejandro Oropeza, me dijo que había hecho una encuesta a los residentes de primer año para ver a quién se cogerían, si a mí o a otra residente y que yo había perdido, también me llamó retrasada mental frente a otros colegas y burlonamente dijo que mis notas estaban igual de chuecas que mis nalgas; son abusos que no podemos permitir, pero cuando denunciamos no obtenemos nada, mis agresores siguen en su puesto y yo no he logrado que me cambien de sede definitivamente", lamentó.

Dr. Andrés Castañeda

El Dr. Andrés Castañeda, integrante del Colectivo de Médicos en Formación, resaltó que los profesionales de la salud no saben a quién acudir cuando sufren abusos porque su figura jurídica no está bien definida; por una parte, son médicos generales con cédula y trabajan en un hospital, pero a la vez siguen en un proceso de formación que es avalado por la universidad a la que pertenecen.

"Se supone que los residentes cuentan con un acompañamiento legal por parte de la universidad, pero no está profesionalizado, en la práctica más bien parece ser un trámite administrativo en el que la Universidad tiene un rango de acción muy limitado, quizá la institución académica podría mover al residente, pero tendría primero que conseguir una sede que lo reciba, una carta del hospital que lo libere y recordar que la beca la da el hospital, no la escuela, entonces ese es otro reto", aseguró.

La NORMA Oficial Mexicana NOM -001 SSA3 – 2012, Educación en salud. Para la organización y funcionamiento de residencias médicas estipula que estas deben contar con un convenio específico entre la institución de salud y la de educación superior que especifique las obligaciones de cada una, pero en la realidad, "no ocurre así, en la mayoría de los casos que hemos seguido las universidades se muestran ajenas o poco interesadas en las denuncias de sus estudiantes", insistió el especialista.

Desde el Colectivo Médicos en Formación, mediante el cual buscan defender sus derechos, el Dr. Castañeda invitó a todo el gremio a buscarlos en caso de requerir asesoría o acompañamiento ante situaciones de acoso, abuso o cualquier tipo de violencia.

Recomendó que documenten todas las agresiones, es decir informar a la jefatura de enseñanza del hospital, dejar asentado en oficios los abusos de los que son víctimas y así evitar que se vuelva un tema de "tu palabra contra la mía".

También llamó a ser más unidos y organizarse como gremio para ser menos vulnerables, porque constantemente hay violaciones que van desde malas condiciones para comer, dormir, guardias de castigo, acoso sexual, o falta de pago que no se denuncian o se hace desde lo individual.

"Si queremos que las cosas cambien tenemos que alzar la voz, hay mucho miedo porque nuestro futuro está en riesgo, el que te corran lo que implica empezar de cero, hacer un examen de nuevo, da mucho miedo porque los médicos residentes tienen todas las de perder, pero hay maneras de poner una queja, de apoyarnos y hacer colectivo porque solo así seremos más fuertes", remarcó.

Instancias para cada problemática

Dr. Mauricio Sarmiento Chavero

El Dr. Mauricio Sarmiento Chavero, médico y abogado en el Bufete Sarmiento, afirmó que existen recursos para que los médicos residentes atiendan cualquier tipo de problemática, pero estos son lentos y usualmente están del lado de la autoridad.

Señaló que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se ha esforzado por implementar protocolos en beneficio de los médicos residentes, a fin de guiarlos ante diversas situaciones como el incumplimiento del programa operativo, acoso laboral, acoso sexual, desesperanza o discriminación, pero esto no puede quedar únicamente en una institución de salud pública, sino replicarse en todas en las que se forman residentes, además de brindar un verdadero acompañamiento.

Agregó que los profesionales de la salud pueden presentar quejas de abuso en sus universidades, o bien cuando no se cumple con el programa académico o no hay profesores titulares. En caso de ser despedidos injustificadamente o sufrir una retención de salario se puede buscar apoyo en las juntas de conciliación y arbitraje. Mientras que en los delitos sexuales, de género, discriminación o violencia física, hay que acudir a un Ministerio Público, pero para ello es necesario contar con alguien que los asesore.

"El problema es que todas las respuestas son muy lentas, burocráticas, incluso pueden los médicos acudir a comisiones estatales o federal de derechos humanos, pero los procesos son tan tardados, que los médicos prefieren aguantarse para no perder su residencia o incluso renunciar e iniciar de cero. Necesitamos vías legales más rápidas, más eficientes y que realmente sean neutrales".

Pero el médico legal consideró que a pesar de las fallas estructurales que puede haber en el sistema, y del temor a perder la formación o el empleo, es necesario que los médicos denuncien para que las nuevas generaciones dejen de normalizar los actos de violencia y para que las autoridades dejen de creerse intocables.

"Si denunciamos y ponemos en riesgo el trabajo de los jefes, el nombre de las instituciones que permiten estas violaciones, las cosas van a cambiar, pero para que los médicos denuncien los procedimientos deben ser eficaces; si hay denuncias por asaltos, los hospitales deben contar con más seguridad, si se acusa a alguien de abuso sexual, separar de su cargo a la persona acusada e iniciar la investigación pertinente, porque ese es el principal problema, faltan procedimientos eficaces para denunciar y una buena impartición de justicia", concluyó.

Loss doctores Presenda, Leal, Castañeda y Sarmiento y el abogado Martínez han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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