COMENTARIO

Manejo multidisciplinario de las enfermedades infecciosas en el contexto de la alerta sanitaria por viruela símica

El blog del dermato-venereólogo

Dr. Alejandro Martín-Gorgojo

Conflictos de interés

9 de junio de 2022

Hace unos días tuve oportunidad de leer el artículo publicado en Medscape en español por la Dra. Armelle Pérez-Cortés Villalobos, infectóloga mexicana, titulado Es tiempo de reconocer la especialidad de enfermedades infecciosas en España. Considero que su diagnóstico de la situación en España se ajusta parcialmente a una realidad que es más compleja, pero da pie a varias reflexiones, que realizo en el contexto de la alerta sanitaria por viruela símica.

En su artículo, la Dra. Pérez-Cortés Villalobos escribió: "Actualmente en España el manejo de padecimientos infecciosos está cubierto por médicos internistas con especial interés por el manejo de infecciones que se han formado de manera prácticamente autodidacta o algunos otros que se han entrenado en otros países". No obstante, la realidad de nuestro país es distinta: los pacientes con padecimientos infecciosos son atendidos por múltiples especialidades.

En 2022 en España se ofertó un total de 8.188 plazas de médico interno residente de 45 especialidades. Muchas de ellas dan atención a pacientes con enfermedades infecciosas. Como ejemplos, las siguientes especialidades médicas dan atención día a día a pacientes con enfermedades infecciosas: medicina familiar y comunitaria, microbiología y parasitología, medicina interna, medicina intensiva… y mi especialidad. La que yo ejerzo, denominada dermatología médico-quirúrgica y venereología, además de ocuparse de las diversas infecciones de piel, mucosas y anejos, tuvo (y tiene) desde su nacimiento, una relación explícita en su propia denominación, con las enfermedades venéreas (o de transmisión sexual). Tanto es así que la revista médica mensual más antigua de España se llama Actas Dermo-Sifiliográficas, fundada por los Dres. Olavide (1836-1901) y De Azúa (1859-1922).

Nuestro sistema nacional de salud sigue un modelo Beveridge desde el año 1986, en el que la piedra angular del sistema es la atención primaria (liderada por médicos especialistas en medicina familiar y comunitaria). Aunque el acceso a la atención sanitaria pública en España es universal, también hay un sector privado creciente que en muchos casos da apoyo y amplía su alcance (como ha quedado demostrado durante la pandemia de COVID-19). Hace 15 años tuve oportunidad de hacer un rotatorio clínico en el Servicio de Enfermedades Infecciosas del Grady Memorial Hospital en Atlanta, Estados Unidos, adscrito a la Emory University. Allí constaté las enormes diferencias en el acceso de los pacientes sin recursos a la atención sanitaria, dado que el centro referido hacía parte de atención pública/benéfica y pude ver pacientes con procesos infecciosos mucho más graves de lo que he podido ver en España desde que empecé a formarme como médico.

Resultaba particularmente interesante el modelo formativo que se seguía, en el que las enfermedades infecciosas eran una subespecialidad o fellowship y el modelo organizativo del servicio como interconsultor de pacientes hospitalizados, con consultas externas que daban atención a personas con procesos infecciosos que requerían manejo multidisciplinario en no pocos casos.

En este sentido, creo que una aproximación de subespecialización a la que se podría acceder desde distintas especialidades médicas sería la más adecuada si tuviera que acreditarse oficialmente la capacidad de dar atención a pacientes con enfermedades infecciosas (aunque ya lo esté en gran medida a través de los programas formativos de distintas especialidades).

Escribo estas líneas en el contexto de la alerta sanitaria por la aparición de casos de viruela símica, que atendiendo a los últimos datos disponibles (al 7 de junio de 2022), han alcanzado casi 200 confirmados en nuestro país. También lo hago porque he sido testigo de un esfuerzo conjunto y multidisciplinario que se ha gestado en pocos días, que ha dado lugar a la Guía de ayuda al diagnóstico diferencial de las lesiones cutáneas de la viruela símica, elaborada en forma ágil y generosa por diferentes médicos especialistas en el contexto de la colaboración de diferentes sociedades en el seno de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas: Academia Española de Dermatología y Venereología, Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria y Asociación Española de Pediatría.[1]

Mejorar y formarse día a día como profesional resulta fundamental. Para ello no es imprescindible compartimentalizar más las especialidades existentes, sino facilitar los recursos para que los profesionales que las ejercen lo hagan con garantías de medios y calidad. La guía referida es un magnífico ejemplo de la idoneidad de hacer esfuerzos conjuntos entre profesionales de distintas especialidades, poniendo el foco en sumar para dar lo mejor de nosotros a los pacientes que atendemos.

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