Para cumplir su sueño de entrar a la especialidad de ginecología y obstetricia en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Dra. Z pasó por tres Exámenes Nacionales de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM), pero antes de celebrar su segundo mes como residente de primer año (R1), la doctora renunció a sus aspiraciones porque su rutina diaria se convirtió en una pesadilla.
La primera alerta se encendió cuando se enteró que no iniciaría la residencia el 1 de marzo, sino quince días antes; la segunda, cuando llegó al hospital ubicado en el estado de México y dos médicos con mayor jerarquía le dijeron que cada semana se rolaría con sus compañeros para llevar agua, café o refresco para los jefes de Servicio. Eran los primeros días de marzo y ya tenía que cumplir con jornadas de entre 48 y 72 horas, en las que no tenía permitido comer. Pero lo que la hizo replantearse si ser especialista en serio valía la pena, fue cuando sus superiores no le dieron permiso de ir al baño argumentando que debía cuidar a una paciente que entraría en labor de parto "en cualquier momento".
"Mi encomienda fue cuidar a la paciente, no podía quitarle la vista ni un segundo, llevaba poco más de un mes, pero ya me habían dicho tantas veces inútil, que mejor me dedicara a otra cosa, que ni bonita soy para conseguir marido, que ya no me sentía persona y lo que más me angustiaba era no cumplir con mi trabajo. Pasé casi 30 horas sin ir al baño, sin comer, el no dormir ya ni lo sentía, pero la cistitis que me dio por aguantarme del baño, la ansiedad y las ganas de llorar todo el tiempo me hicieron pensar si realmente estaba cumpliendo mi sueño", relató la médica a Medscape en español.
La Dra. Z, quien solicitó mantenerse en anonimato, forma parte de las estadísticas de renuncia a la residencia. Por el momento no está interesada en hacer una especialidad, decidió no participar en la convocatoria del ENARM 2022, porque asegura que primero tiene que sanar las heridas emocionales, además de que exigirá al IMSS una reparación del daño por las afectaciones a su salud.
"Parece exagerado, pero no, porque este maltrato nos puede llevar al suicidio.[1] Yo no sé si pueda retomar mi carrera o si le ganaré a una institución como el IMSS, pero basta de permitir esta violencia bajo la excusa de que así es la medicina. Cuando publiqué en mis redes que dejaría la residencia los comentarios de que no aguantaba nada, que era de la generación de cristal fueron los más; cerré Twitter y di de baja Facebook, luego pensé que todo mundo puede opinar, pero nadie estuvo conmigo cada vez que en lugar de enseñarme, se burlaron de mi, me humillaron y me impidieron algo tan sencillo como ir al baño".
Para el Dr. Mauricio Sarmiento Chavero, médico y abogado en el Bufete Sarmiento, el mayor problema que enfrentan los residentes en México es que las autoridades no respetan la Norma Oficial Mexicana (NOM) de Educación en Salud para la organización y funcionamiento de residencias médicas y nadie vigila que los hospitales realmente cumplan con lo que marca la ley.

Dr. Mauricio Sarmiento Chavero
"Vemos lo que pasa en Oaxaca, los residentes denuncian que les dan pan duro, que no tienen donde descansar y no importa que en la Norma Oficial Mexicana diga que se deben respetar sus derechos, el problema es que tenemos las leyes, pero las primeras personas en romperlas son las autoridades. La norma indica que los residentes deben tener un lugar donde dormir, un comedor con alimentos de buena calidad, un horario de descanso y se supone que las autoridades deben hacer lo posible por cuidar esos derechos y los hospitales que no cumplan serán sancionados, pero quién vigila que la norma se cumpla, ahí esta el verdadero problema".
El médico y abogado reconoció que la violencia hacia los médicos residentes ocurre en todo el mundo, y estudios han revelado que los maltratos son ejecutados en más de 50% por residentes de mayor jerarquía y jefes de servicio, pero enfatizó que en México las residencias médicas son instituciones totales que tienden a convertirse en lugares autoritarios.[2]
"La residencia es un lugar donde trabaja mucha gente y tienen una autoridad central que les da órdenes, una jerarquía muy estricta que dicta la hora en que duermes, comes, te bañas, estudias, se le da mucho poder al superior y el problema es que si no hay una adecuada supervisión en una institución total, se vuelven autoritarias. Eso es lo que pasa aquí, hay mucho autoritarismo entre los mismos residentes, porque nadie los supervisa".
Violencia y explotación motivan deserción
El Dr. Irvin Ordoñez estudió medicina en la Universidad Veracruzana, interesado en ingresar a la especialidad de pediatría se unió a grupos de Facebook en donde se comparten experiencias del ENARM y de las especialidades en diferentes hospitales. En las primeras semanas de marzo notó que médicos compartían que abandonarían la residencia porque primero estaba su salud mental, por lo que con el apoyo de Marco Basurto, estudiante de Derecho por la UNAM, lanzó una encuesta dirigida a residentes que dejaron su formación para conocer sus razones.

Dr. Irvin Ordoñez
"Hicimos una encuesta en Google, que cierra el 5 de junio. Son menos de 10 preguntas y es muy general; para saber la edad del médico, la especialidad en la que estaba, el tiempo que estuvo hasta que renunció, los motivos de su renuncia y si conocen la Ley Federal de Trabajo. Ahora tenemos casi 400 respuestas, pero hemos analizado 100 y los datos preliminares dicen que sí hay una tendencia en que el motivo de la renuncia es la violencia en sus diferentes tipos: psicológica, abuso de los adscritos hacia los residentes, explotación y acoso sexual".
Por institución, el médico general señaló que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es el que concentra más renuncias, seguido por los hospitales de la Secretaría de Salud (SSA) y el tercer sitio lo ocupa el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los trabajadores del Estado (ISSSTE). Mientras que por especialidad, medicina de urgencias es la que reporta más renuncias, le siguen medicina interna, cirugía general y pediatría; especialidades que se encuentran entre las seis con más plazas en la convocatoria del ENARM 2021: medicina interna en el segun lugar (2.275), cirugía general (1.851) y pediatría (1.359) en el cuarto y sexto lugar, respectivamente.
En cuanto a la atención de la discriminación, hostigamiento y acoso sexual, la Dirección de Educación en Salud establece que las unidades médicas hospitalarias receptoras de residentes integrantes del Sistema Nacional de Residencias Médicas deben establecer sus propias acciones y programas para prevenir estas malas prácticas, así como difundirlos entre su personal.
"Hay leyes, pero nadie parece interesarse en hacer que se cumplan, entonces lo más importante es que conozcamos nuestros derechos, que sepamos que hay normas que nos amparan, eso nos da herramientas para no permitir los maltratos. Yo quiero entrar a pediatría, pero con los resultados preliminares de la encuesta y ver que esa especialidad está en el top de las más abandonadas me hace pensar, pero creo que lo que tenemos que buscar son soluciones para erradicar estas acciones que se han normalizado año tras año".
Médico residente: ¿estudiante o empleado?
La Dra. Karen Arteaga Contreras, quien en 2019 fue integrante del comité de comunicación de la Asamblea Nacional de Médicos Residentes dijo a Medscape en español que estandarizar la figura del médico residente sigue siendo el mayor pendiente y aunque hace tres años hubo avances es necesario que se reconozca a los residentes como trabajadores del Estado, porque por un lado están reconocidos en la Ley General del Trabajo, pero al estar en un proceso de formación académica lo que perciben no es un salario, sino una beca.

Dra. Karen Arteaga Contreras
"Ese fue el principal problema en 2019, cuando denunciamos las jornadas extenuantes, el retraso en el depósito de nuestra beca, los errores médicos que ocurrían por el cansancio, nos prometieron que se modificaría la norma de residencias médicas y seguimos esperando. Entonces, lo que nos corresponde como gremio es mantenernos unidos y seguir exigiendo que nos respeten, que los hospitales de formación cumplan con lo necesario para que el médico residente deje de ser solo mano de obra barata, ya lo vimos en pandemia, los residentes estuvieron expuestos al virus y tampoco se garantizó su enseñanza".[3]
Al no quedar clara la figura del residente, la Dra. Ana Cecilia Jara, especialista en genética, comentó que denunciar maltratos se hace más complejo, en primera instancia porque los R1 pueden acudir a los departamentos de enseñanza en los hospitales en los que se especializan, pero esto no les da la certeza de que dejarán de ser objeto de abusos. También pueden notificar a las autoridades universitarias, pero no les ofrecen soluciones reales.

Dra. Ana Cecilia Jara
"A veces hay apoyo del departamento de enseñanza, pero estos no tienen autoridad sobre los jefes de residencia, entonces no hay mucho que puedan hacer y al quejarse ante la Universidad, lo más común es que se ofrezca la rotación de hospitales, o solicitar un cambio de turno, pero eso no erradica la violencia, lo que faltan son acciones reales, debería haber organismos especializados que defiendan los derechos humanos de los médicos y que sean externos de los hospitales para evitar represalias, porque el miedo es el mayor aliado para que se sigan normalizando estas injusticias".
La médica reconocida por lanzar la campaña Soy doctora, no señorita, hizo un llamado para que los médicos residentes que viven situaciones de abuso busquen apoyo psicológico e invitó a las autoridades a fomentar la educación y que en realidad vigilen que en ningún hospital del país se permitan prácticas que atenten contra la dignidad y la salud física y mental de los médicos residentes.
"Creo que es muy positivo que los médicos pongan su salud mental por encima de sus sueños profesionales, no hay motivo para aguantar abusos. Por eso hay que educarnos, hacer foros que prevengan situaciones de violencia, los hospitales tienen que implementar políticas de cero tolerancia contra cualquier tipo de discriminación, violencia y maltrato, además de garantizar que se sancionará a quien vaya en contra de estos principios", concluyó la doctora.
Los doctores Arteaga, Jara, Sarmiento y Ordoñez, así como el abogado Basurto han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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CRÉDITO
Imagen principal: Dreamstime
Figura 1: Dr. Mauricio Sarmiento Chavero
Figura 2: Dr. Irvin Ordoñez
Figura 3: Dra. Karen Arteaga Contreras
Figura 4: Dra. Ana Cecilia Jara
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Citar este artículo: Residencia médica: ¿sueño o pesadilla? - Medscape - 30 de mayo de 2022.
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