Fidaxomicina es preferible a vancomicina en un estudio sobre Clostridioides difficile en el mundo real

Damian McNamara

Conflictos de interés

27 de mayo de 2022

Según un nuevo estudio retrospectivo, fidaxomicina resultó preferible a vancomicina para el tratamiento de las infecciones iniciales y recurrentes por Clostridioides difficile en una población de Medicare.[1]

Aunque fidaxomicina fue aproximadamente 14% más eficaz que vancomicina en el tratamiento de la infección inicial, se encontró una diferencia mayor (30%) en algunos pacientes con infecciones recurrentes por C. difficile.

El investigador principal, Dr. Erik Dubberke, profesor de enfermedades infecciosas de la University of Washington en St. Louis, Estados Unidos, y sus colaboradores señalaron que esta evidencia del mundo real sobre los dos antimicrobianos utilizados para tratar la infección por C. difficile era "sorprendentemente similar" a los datos de los ensayos clínicos.

"A menudo se observa una disminución de la eficacia en el mundo real. Esto se debe a la necesidad de inscribir a personas capaces de cumplir el protocolo del estudio, por lo que las poblaciones de los ensayos clínicos suelen ser más saludables en general que las del mundo real", declaró el Dr. Dubberke a Medscape Noticias Médicas. "Por eso es importante evaluar la eficacia en entornos del mundo real".

El hecho de no encontrar pruebas de una disminución de la eficacia fuera de los ensayos de fase 3 fue inesperado, añadió el investigador.

Afirmaron que sus hallazgos respaldan el cambio de 2021 en la guía clínica de la Infectious Diseases Society of America (IDSA), que recomienda fidaxomicina en vez de vancomicina.[2]

El estudio fue presentado el 23 de mayo en Digestive Disease Week (DDW) de 2022, que tuvo lugar virtualmente y en San Diego, Estados Unidos.

Evaluación de una población en alto riesgo

Debido a que existen pocos datos del mundo real que comparen estos dos antimicrobianos contra la infección por C. difficile, "particularmente en una población en alto riesgo y con alta prevalencia como Medicare", los investigadores evaluaron las reclamaciones de las Partes A, B y D de Medicare de 2016 a 2018 e incluyeron a los pacientes que habían recibido fidaxomicina o vancomicina por un episodio inicial de infección por C. difficile y para cualquier episodio recurrente.

Los investigadores compararon la respuesta sostenida y la recidiva de la infección por C. difficile en las cuatro y ocho semanas siguientes al tratamiento inicial con fidaxomicina o vancomicina. El tratamiento se consideró exitoso si la resolución clínica ocurría un día después de terminar el tratamiento y no había evidencia de recidiva de la infección.

La recidiva de la infección por C. difficile se definió como cualquier evidencia de un nuevo tratamiento u hospitalización por la infección dentro de las cuatro u ocho semanas siguientes al momento en que el paciente surtió la receta de fidaxomicina o vancomicina.

Los grupos de tratamiento eran similares en cuanto a edad y raza. Sin embargo, el grupo tratado con fidaxomicina tenía más riesgo de recidiva, debido a factores de riesgo, como los antecedentes de infección por C. difficile y la inmunidad afectada. Para reducir el sesgo en la comparación de los grupos, el Dr. Dubberke y sus colaboradores utilizaron la equiparación por puntuación de propensión. Este enfoque dio lugar a 190 pares equiparados en la muestra del episodio inicial de infección por C. difficile y a 67 pares equiparados en la muestra del episodio recurrente.

Entre los pacientes con su primera infección por C. difficile, fidaxomicina tuvo una tasa de respuesta sostenida, a las cuatro semanas, 13,5% mayor que vancomicina (71,7% frente a 58,2%; p = 0,0058). También hubo 13,2% más de respuesta sostenida a las ocho semanas con fidaxomicina (63,2% frente a 50,0%; p = 0,0114).

La respuesta sostenida a las cuatro y ocho semanas entre los pacientes que experimentaron un episodio recurrente de infección por C. difficile favoreció a fidaxomicina sobre vancomicina en 30,1% (p = 0,0002) y 27,6% (p = 0,0012), respectivamente.

Las tasas de recidiva de la infección por C. difficile en pacientes que tuvieron su primera infección o que presentaron un brote recurrente fueron menores con fidaxomicina que con vancomicina, pero las diferencias no fueron estadísticamente significativas.

Una ventaja costosa

Cuando se le pidió su comentario, la Dra. Colleen Kelly, gastroenteróloga y profesora asociada de medicina en la Brown University, en Providence, Estados Unidos, dijo que el estudio "valió la pena" y añadió que "Eric Dubberke ha trabajado mucho en este campo".

El estudio "aporta más evidencia de que fidaxomicina tiene un poco de ventaja en las personas que ya han tenido un episodio de infección por Clostridioides difficile", dijo.

La Dra. Kelly añadió que hay que tener en cuenta el costo. Fidaxomicina "es unas 30 veces más cara que vancomicina", apuntó.

En parte debido a la diferencia de costos, las guías de 2021 del American College of Gastroenterology (ACG), que la Dra. Kelly ayudó a elaborar, recomiendan que fidaxomicina se mantenga como fármaco de segunda línea.[3] Las directrices del American College of Gastroenterology reservan el antimicrobiano fidaxomicina para las personas con infección por C. difficile en las que ha fracasado el tratamiento inicial con vancomicina.

"La cuestión de fidaxomicina va a ser mucho más fácil una vez que el costo del medicamento baje", cerró la Dra. Kelly.

El estudio fue financiado por Merck. El Dr. Dubberke es asesor de Merck. La Dra. Kelly ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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