El ámbito laboral es el escenario idóneo para impulsar un cambio de tendencia en enfermedad cardiovascular

Dr. Javier Cotelo

24 de mayo de 2022

MADRID, ESP. Largas jornadas, alta carga de trabajo y otros riesgos psicosociales son factores de riesgo cardiovascular laborales cada vez más consolidados que sitúan al centro de trabajo como el escenario idóneo para impulsar medidas saludables, como mejores hábitos de vida, para reducir las enfermedades cardiovasculares en los trabajadores y frenar el alto impacto que causan la enfermedad coronaria y el ictus en este ámbito.[1]

Con motivo del Día Internacional de Seguridad y Salud en el Trabajo celebrado el 28 de abril, la Fundación Española del Corazón (FEC) organizó, en colaboración con el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), un encuentro para debatir sobre el impacto de la enfermedad cardiovascular en el medio laboral, optimización de la prevención y retos de mejora.

Mortalidad cardiovascular por el trabajo

Dr. Jerónimo Maqueda

El Dr. Jerónimo Maqueda, comoderador de la jornada y miembro del INSST, comentó a Medscape en español los factores de riesgo cardiovascular intrínsecos a la actividad laboral, poniendo sobre la mesa las siguientes cifras del Marco Estratégico de la Unión Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo 2022-2027: 24% de los fallecimientos a consecuencia del trabajo se debe a enfermedades cardiovasculares, que en caso de nuestro país ascienden a cerca de 39%. De hecho, en el mundo del trabajo los eventos cardiovasculares y su prevención tienen un especial interés.

"Estos datos ponen de manifiesto que los factores relacionados con las condiciones de trabajo contribuyen a la enfermedad cardiovascular y, por tanto, a la necesidad de intervenir desde las empresas en crear entornos de trabajo cardiosaludables", puntualizó.

Aunque es difícil señalar factores específicos, el metanálisis sobre 27 estudios de cohortes realizado por el profesor Mika Kivimäki señala que el exceso de trabajo y las jornadas prolongadas de trabajo incrementan entre 10% y 40% el riesgo de enfermedad coronaria e ictus, "a esto habría que añadir otros factores psicosociales, como la oportunidad de recibir apoyo, la autonomía en el trabajo, etcétera, que influyen también en la aparición de enfermedades que incrementan el riesgo cardiovascular, como diabetes de tipo 2, obesidad, trastornos del sueño o depresión", agregó.

La intervención sobre estos factores protege la salud cardiovascular. Michael Gideon Marmot encuentra 50% más probabilidades de sufrir enfermedades cardiacas en trabajadores con escasa participación en la toma de decisiones en la forma de organizar su trabajo. "Por tanto, la participación activa de la persona en la organización de su trabajo es un factor de protección cardiovascular. De una forma indirecta, factores del entorno laboral también pueden condicionar hábitos de riesgo cardiovascular, como sedentarismo, alimentación inadecuada o hábitos tóxicos", enfatizó el Dr. Maqueda.

Influencia de los factores psicosociales

Dra. Mª José Aguado

La Dra. Mª José Aguado, en representación de la Asociación Española de Especialistas de Medicina en el Trabajo e inspectora del INSS indicó a Medscape en español: "En cuanto a la influencia de los factores psicosociales en general, se conoce que dificultan el cumplimiento terapéutico y favorecen el desinterés por la reincorporación y por fomentar la salud. Factores educacionales, trabajos poco cualificados, aislamiento, falta de apoyo social, estrés, presión laboral y mala organización laboral favorecen los eventos cardiovasculares".

"Organización inadecuada del tiempo de trabajo, jornadas prolongadas, trabajos nocturnos o a turnos, falta del debido descanso entre jornadas o desconexión digital se asocian con fatiga. La Conferencia de la Organización Europea del Ictus (ESOC) 2021 ya contempló el estrés, los trastornos del sueño y la fatiga, factores no tradiciones de riesgo cardiovascular", recordó la Dra. Aguado.

Desde el punto de vista del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, en 2019 (antes de la pandemia), de los 700.000 procesos controlados 12% ha sido por patología cardiovascular. El punto positivo es que hoy en día 60% de los trabajadores de construcción se reincorpora y en 80 a 90% otros profesionales, como directivos, señaló la especialista.

Impronta de la organización del trabajo

Dra. Carmen Mancheño

La Dra. Carmen Mancheño, coordinadora de la Secretaría de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental de Comisiones Obreras, puso sobre la mesa el problema de la organización del trabajo: "Puede contribuir o modular la enfermedad cardiovascular en el trabajo, con su impacto en salud que tiene poca visibilidad en los centros de trabajo y se contempla como algo externo sin relación con el entorno laboral directo".

Además de los factores de riesgo cardiovasculares tradicionales (hipertensión, tabaquismo, diabetes y dislipidemia), a los que se presta más atención, están los factores organizacionales que producen enfermedad cardiovascular.

"Tenemos cinco determinantes muy claros: estrés (altas exigencias y poca capacidad de control del trabajador), muy asociado con ictus (24%) y cardiopatía isquémica (34%) según estimaciones, desequilibrio entre el esfuerzo invertido en el trabajo y las bajas recompensas que recibe el trabajador (aproximadamente el doble de probabilidad de desarrollar una enfermedad cardiovascular), largas jornadas de trabajo (más de 40 horas semanales aumenta 33% el riesgo de ictus), trabajo a turnos es otro claro factor de riesgo y en quinto lugar, pero no menos importante, inseguridad laboral", destacó la Dra. Mancheño.

Estrategias desde el entorno laboral

Un segundo bloque abordado por los ponentes se refirió a las estrategias para optimizar la salud cardiovascular en el entorno laboral, donde es imprescindible contar con el trabajador para llevarlas a buen puerto.

Dra. Teresa López/Fuente: FEC

La Dra. Teresa López, moderadora de la jornada y cardióloga de la FEC, señaló a Medscape en español: "Los programas de información y educación en hábitos de vida cardiosaludables son imprescindibles para mejorar la salud cardiovascular en la empresa y deben diseñarse de forma óptima para poder evaluar sus resultados".

Antes de iniciar una campaña de promoción de salud en el ámbito laboral es fundamental asegurar el apoyo de la dirección y de los delegados de prevención, comités de seguridad y salud y organizaciones sindicales. "El comité organizador debe estudiar la población a la que va dirigida y conocer cuál es la prevalencia de los hábitos de vida cardiosaludables en la población objetivo para establecer un plan de acción que incluya los determinantes de salud sobre los cuales incidir y los objetivos generales y específicos de la campaña".

Extrapolar lo aprendido en la pandemia

Helena Morales

Helena Morales, en representación de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales y prevencionista, relató que en las administraciones públicas se están haciendo cambios, sobre todo desde la pandemia, que situó a la salud en primera línea. "Las empresas han actuado como nexo entre salud pública y población trabajadora y esto es trasladable a la salud cardiovascular para llevar a esa población a seguir unos hábitos saludables, pero si va más allá de la prevención, sería una responsabilidad social corporativa".

Morales puntualizó: "Todo trabajador debe tener nociones de salud cuando inicie su vida laboral, cultura de seguridad, salud y sobre todo, de salud pública. La persona tiene que practicar el autocuidado, porque es el mayor activo que tiene es la salud y las administraciones públicas tienen que hacer de tractores, también empresarios y sindicatos, lo cual ya tenemos en nuestras agendas".

Programa de Empresas Cardiosaludables
Iniciativa promovida por la Fundación Española del Corazón, dirigida a todas las empresas españolas comprometidas con la mejora de la salud de los empleados. "Constituye una herramienta para todas las empresas que quieren abordar la prevención como un eje de cohesión interna, de productividad y competitividad empresarial, a la vez que beneficia a la sociedad en su conjunto", explicó la Dra. Teresa López.
El programa no premia la situación de partida de una empresa en términos de salud cardiovascular, sino que pone en valor y en escena el recorrido, el esfuerzo y el compromiso de mejora demostrado por la empresa al entrar a formar parte del mismo.
"El principal objetivo es promocionar la salud de los trabajadores y sus familias y prevenir la aparición y progresión de las enfermedades cardiovasculares, favoreciendo el desarrollo personal y generando un mayor rendimiento profesional. Se estructura en torno a siete áreas principales relacionadas con la salud cardiovascular, al frente de cada cual hay un coordinador especializado en la materia: factores de riesgo cardiovascular, estrés y gestión de las emociones, actividad física; alimentación/nutrición, mujer y corazón y técnicas de resucitación cardiopulmonar", relató la cardióloga.
Este año se han tratado temas entre los que destacan factores de riesgo y estilos de vida, cáncer de mama y enfermedad cardiovascular, legumbres, hidratación, alimentos con potasio y salud cardiovascular e hipertensión, entre otros relevantes y la información ha sido recibida por los trabajadores de las empresas que están adheridas al programa, que este año alcanzan los 80.000 empleados.

Retos de mejora en la salud crónica

Un tercer apartado de la jornada hizo énfasis en las oportunidades o retos para mejorar lo que denominaron salud crónica. Qué estrategias se pueden usar para unificar el mensaje de la cardiosalubridad y motivar a nuestros trabajadores para que se adhieran a ese estilo de vida.

La Dra. Mancheño mostró su preocupación, señalando: "No hemos dado todavía el paso en cuanto a afrontar el sedentarismo en el centro de trabajo, deberíamos incorporarlo como un factor de riesgo, pero no lo hemos hecho; queda mucho por hacer, hemos iniciado con las pausas activas en el trabajo".

Otro asunto importante es la prevención secundaria, es decir, la reincorporación de trabajadores que han tenido un evento cardiovascular, varía mucho según la patología, pero está claro que los servicios de rehabilitación cardiaca están haciendo una labor formidable para acelerar la recuperación y reincorporación al trabajo.

Incorporación parcial y buena adaptación

La Dra. Aguado añadió: "Encontramos más problemas a la hora de reincorporarse en los trabajadores manuales (de cuello azul) por tener una mayor sobrecarga física, tenemos que asegurarnos que METS puede realizar dicho trabajador en su puesto, ya que somos responsables de que no tenga un evento tras la incorporación por no haber evaluada la capacidad".

"Si tuviéramos la posibilidad de incorporar parcialmente al trabajador o de una buena adaptación del puesto, con un amplio abanico de posibilidades, podríamos incorporar a 95% de la población laboral, pero tenemos que ir juntos".

La moderadora incidió "en el terreno asistencial no somos capaces de determinar diferentes puntos que son clave para la aptitud de un trabajador para un puesto concreto, por lo que los puentes entre la medicina asistencial y la laboral es otro aspecto clave, asignatura pendiente en la que hay que trabajar y conseguir objetivos concretos".

La Dra. López incidió en que los programas de rehabilitación cardiaca tienen como objetivo mejorar la capacidad funcional y aliviar o disminuir los síntomas que pueda tener el paciente tras un evento cardiovascular y enseñarle a conocer su enfermedad, detectar precozmente signos y síntomas de alarma y mantener controlados los factores de riesgo cardiaco. Por eso debe comenzar lo antes posible tras el evento cardiovascular. "Los programas de rehabilitación cardiaca se adaptan actualmente a las necesidades de las diferentes patologías cardiovasculares y se recomiendan tanto para pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio como para aquellos con síndromes coronarios crónicos, insuficiencia cardiaca o valvulopatías intervenidas".

"En general, la aceptación del paciente es muy buena y favorecen una reincorporación precoz al trabajo mejorando las estrategias de autocuidado", agregó la cardióloga.

Coordinación entre asistencial y laboral

En cuanto a la situación actual de colaboración entre estos niveles, el Dr. Maqueda indicó que "actualmente existen programas para el retorno al trabajo y adaptación del puesto de trabajo que están desarrollando distintas mutuas colaboradoras de la seguridad social. Es importante extender estos programas ya que permiten evitar la exclusión precoz de la persona de su actividad laboral, mejoran su autoestima y su calidad de vida y contribuyen a la sostenibilidad del sistemas de seguridad social".

Pero evidentemente existen claras oportunidades de mejora en la colaboración entre la atención especializada y los servicios de prevención de riesgos laborales. "En la actualidad no se ha establecido un flujo de comunicación que facilite un trabajo conjunto entre las especialidades de cardiología y de medicina del trabajo, para identificar las mejores opciones terapéuticas, rehabilitadoras y de adaptación del puesto de trabajo de cada paciente para garantizar un retorno efectivo y satisfactorio al trabajo", añadió el experto.

"Es muy probable que la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2022-2027, actualmente en elaboración, marque el retorno al trabajo como uno de los ámbitos de actuación preventiva. De hecho, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo ha puesto a disposición de las empresas y de los servicios de prevención un procedimiento general para la planificación de la vuelta al trabajo en su Nota Técnica de Prevención 1116", señaló el Dr. Maqueda.

Apuesta por equipos multidisciplinarios

La Dra. Aguado destacó: "Se ha elaborado publicaciones como la guía para el manejo coordinado de trabajadores con cáncer y riesgo cardiovascular con la colaboración de diferentes asociaciones científicas. Por otra parte, la Sociedad Española de Cardiología tiene un convenio de colaboración con el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo".

"Convocar más actividades conjuntas clínico-sociolaborales debe de ser un objetivo a corto plazo. Resaltar la necesidad de crear equipos multidisciplinarios, de colaboración de todos los promotores de salud, puesto que lógicamente, además de los factores relacionados con el proceso patológico y que influyen en la incorporación/reincorporación laboral entran también en juego otros determinantes, como los derivados del puesto de trabajo (requerimientos físicos o psíquicos, organización de la jornada laboral, horario, etc.), pero también factores inherentes al propio trabajador (sus propias condiciones de salud de base, sus hábitos, actividad física, alimentación, tabaquismo, consumo de alcohol u otras sustancias)", añadió.

Finalmente, también es importante empoderar al trabajador; ofrecer apoyo al empresario es una realidad y debe hacerse desde una cultura social de seguridad y salud donde participen todos los estamentos.

La Dra. López, el Dr. Maqueda, la Dra. Aguado, la Dra. Mancheño y Helena Morales han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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