Un documento de consenso pauta la transición entre especialistas en adolescentes con asma grave

Dr. Javier Cotelo

16 de mayo de 2022

MADRID, ESP. El documento de consenso STAR (Proceso de Transición del Adolescente con Asma Grave) es la primera hoja de ruta para lograr que, durante la transición de los adolescentes con asma grave desde las unidades pediátricas hasta las de adultos, se gane autonomía para manejar su asma y los tratamientos prescritos para su buen control, constituyendo una buena herramienta para guiar a los profesionales.[1]

El consenso fue elaborado por las siguientes sociedades: Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP) y Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) y publicado en Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunology.

"El asma es la enfermedad crónica más común de la infancia. De acuerdo con el informe Alergológica 2015 , el asma supone 32% de las primeras consultas de los menores de 14 años en los Servicios de Alergología. No debemos olvidar que la mayor parte del asma en las primeras décadas de la vida es de causa alérgica, por tanto, después de su diagnóstico es fundamental el estudio alergológico para identificar los alérgenos responsables de su alergia respiratoria", detalló el Dr. Antonio Valero, presidente de la Sociedad Española de Alergología.

"De hecho, el correcto diagnóstico alergológico permitirá utilizar la administración de vacunas alergénicas cuando esté indicado. Por eso la hoja de ruta STAR supone un gran avance para atender con garantías al paciente con asma grave en todas las etapas de la vida", destacó.

Por otra parte, diferentes estudios avalan la importancia de planificar y coordinar esta transición para evitar las altas tasas de complicaciones e ingresos hospitalarios, el bajo cumplimiento y la discontinuidad de los cuidados comunes en esta transición cuando no está estructurada.[2,3]

El objetivo planteado en este trabajo fue evaluar el nivel de consenso entre un panel multidisciplinario de expertos sobre la transición de adolescentes con asma grave de la atención pediátrica a la de adultos. El método consistió en una encuesta de 61 ítems basada en pautas y guías clínicas para otras patologías crónicas, que abarca planificación de la transición, preparación, transferencia efectiva y seguimiento. Un proceso Delphi de dos rondas evaluó el nivel de consenso entre 98 expertos (49 pediatras, 24 alergólogos y 25 neumólogos). El consenso se estableció cuando se alcanzó un porcentaje de 70% o superior de acuerdo. Por otra parte, en 42 de los 61 ítems (70%) se obtuvo el consenso.

Empoderamiento y autonomía del paciente

Dra. Marina Blanco/Fuente: SEPAR

La Dra. Blanco, coordinadora del área de asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica y una de las autoras del artículo, comentó a Medscape en español los aspectos más relevantes del documento: "Establecer la necesidad de realizar un proceso de transición reglado en el que los pediatras van preparando al adolescente para el paso a la consulta de adultos, con su consiguiente empoderamiento y preparación progresiva para que adquiera la máxima autonomía".

"Además, por parte de los profesionales el proceso se facilita al realizar un informe compartido que recopile toda la información fundamental del adolescente asmático", añadió la neumóloga.

"Este documento presenta una guía clara para ayudar a los profesionales a realizar la transición de los pacientes adolescentes con asma grave desde las unidades pediátricas hasta las de adulto, puesto que van a seguir requiriendo atención médica. Pero también tiene como objetivo empoderar a los adolescentes con esta enfermedad para que conozcan su enfermedad y el autocuidado y que sepan cuándo necesitan y deben pedir ayuda médica ante una crisis", continuó.

Plan personalizado, entorno familiar e importancia del autocuidado

Los panelistas destacaron que además de lograr la autonomía del paciente adolescente, era importante desarrollar un plan individualizado e identificar los factores clave del entorno familiar que pueden influir en esta transición.

Este largo proceso comprende tres etapas bien diferenciadas: preparación o planificación, transferencia y seguimiento.

Respecto a la etapa de preparación, hubo 90% de acuerdo en que los pediatras deberían iniciar el proceso de transición y 92% en que se debería realizar con un plan individualizado. En once de 12 cuestiones referentes al empoderamiento de los pacientes adolescentes con asma los panelistas alcanzaron el consenso (98% y 85% en las diferentes rondas). Los especialistas en pediatría son los responsables de educarlos y prepararlos en el manejo de la enfermedad, detección de exacerbaciones, cumplimiento terapéutico y hábitos de vida saludables.

"Si conseguimos que los pacientes adolescentes asimilen lo importante que es el autocuidado para lograr un buen control del asma lograremos adultos con una buen cumplimiento terapéutico. Si logramos que el adolescente se responsabilice de su asma podremos conseguir adultos con un buen control de los síntomas de su enfermedad y, por tanto, menos crisis", destacó la Dra. Blanco.

En la segunda etapa de transición, desde los especialistas pediátricos a los de adultos, es complejo. "El principal problema es que se pierde la continuidad asistencial y muchos pacientes quedan sin seguimiento de su enfermedad por el especialista, lo cual lleva no pocas veces al abandono del tratamiento y pérdida de control del asma", indicó la Dra. Blanco.

Transferencia: inicio a los 14 años, c ompartir información y visita conjunta

En el documento se acordó iniciar este proceso de transición centrado en la preparación del paciente con un informe médico estandarizado y citas programadas.

La mayoría de los pediatras señaló que una edad apropiada para iniciar la transición a unidades de adultos serían los 14 años y no hubo consenso en cuanto a la duración, que en promedio sería de 8,5 meses. Al respecto, neumólogos y alergólogos pediátricos consideraron que el proceso debe durar un promedio de diez meses, mientras que alergólogos y neumólogos de adultos dijeron que se puede completar en 5,9 meses y 8,1 meses, respectivamente.

Para conseguir una transición efectiva, el equipo de atención médica para los adultos alcanzó el consenso respecto a que se debe tener experiencia en asma grave, productos biológicos y el manejo que precisan los pacientes adolescentes.

Hubo 97% de acuerdo en que los equipos de salud pediátricos y de adultos deben compartir información clínica actualizada antes de iniciar la transición; se consensuó que no se deben cambiar los tratamientos biológicos hasta que finalice el proceso de transición y 71% de acuerdo en realizar una visita conjunta in situ con el paciente antes del traslado efectivo.

Si bien no se llegó al consenso en cuanto a que los padres o cuidadores adopten un papel secundario en el control de la enfermedad tras la visita conjunta entre pediatra y especialista de adulto. Y tampoco se consensuó el ofrecer una visita de rescate pediátrica cuando la transición ha sido incompleta o no exitosa.

Enfatizar el seguimiento

Finalmente, en la última etapa se inicia el seguimiento del paciente adolescente en la unidad de adultos, una vez completado el proceso de transición. En esta etapa los especialistas de adultos deben dar seguimiento cercano al paciente adolescente para garantizar la correcta técnica del inhalador, el cumplimiento terapéutico y la asistencia a las citas médicas.

Algunas limitaciones metodológicas del estudio consistieron en que las recomendaciones están basadas en la experiencia clínica de los diversos especialistas participantes, en vez de regirse por la evidencia de las publicaciones, lo que hace necesario el desarrollo de guías de práctica clínica para el manejo de adolescentes con asma grave. Además, las recomendaciones no son aseveraciones categóricas y deben adaptarse a escenarios clínicos específicos.

La implementación de estas recomendaciones mejorará la calidad de la atención que se ofrece al paciente adolescente con asma y en cuanto a las acciones que se van a implementar para conseguir la mayor difusión de este proyecto, la Dra. Blanco comentó concluyó: "La difusión del documento se llevará a cabo por todas las sociedades científicas que han participado en su elaboración".

La Dra. Blanco declara haber recibido ayudas para la investigación o ponencias/consultas de AstraZeneca, Chiesi, Teva, GSK, ALK, Sanofi, Novartis, BIAL y Boehringer Ingelheim. El documento de consenso fue financiado por GlaxoSmithKline.

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