El corazón de un cerdo modificado genéticamente que se trasplantó a un paciente de Maryland, Estados Unidos, en enero, en una cirugía pionera, aclamada y ampliamente criticada, parece haber llevado un pasajero no deseado.[1]
En un informe publicado el 4 de mayo en MIT Technology Review se describe que un citomegalovirus porcino en el corazón había pasado inadvertido antes de la operación y puede o no haber sido decisivo en la muerte de David Bennett dos meses después.[1]
"La cuestión es ahora objeto de un amplio debate entre los especialistas, que piensan que la infección fue un factor que contribuyó a la muerte de Bennett y un posible motivo por el que el corazón no duró más tiempo", se afirmó en el artículo, escrito por el periodista Antonio Regalado.
El nuevo giro de la saga de los xenotransplantes proviene del cirujano que llevó a cabo la operación, el Dr. Bartley P. Griffith, de la University of Maryland School of Medicine, en Baltimore, Estados Unidos, quien relató el hallazgo del citomegalovirus porcino en una presentación en versión electrónica del 20 de abril, organizada por la American Society of Transplantation.[2]
La evolución clínica de Bennett, inicialmente prometedora pero posteriormente agitada, descrita por sus cirujanos y ampliamente difundida tras su muerte, incluyó repetidos enfrentamientos con la infección y ajustes compensadores a su esquema inmunosupresor. Se cree que estos episodios contribuyeron a su muerte, cuya causa real es indeterminada o, al menos, aún no se ha informado de ella.
"Empezamos a saber por qué falleció", externó el Dr. Griffith en el artículo de Regalado, reconociendo además que el virus porcino "quizá fue el actor, o podría ser el actor", que desencadenó las complicaciones que llevaron a la muerte de Bennett.
Los especialistas en xenotrasplantes saben que el citomegalovirus porcino es un problema potencial con los órganos porcinos y saben que deben hacer pruebas para detectarlo antes de intentar el procedimiento en modelos animales, señaló el artículo. Hace referencia a una serie de trasplantes de corazón de cerdo a babuinos publicada en Alemania. Los corazones "duraban solo un par de semanas si el virus estaba presente, mientras que los órganos sin la infección podían sobrevivir más de medio año".[3]
El corazón que recibió Bennett había sido examinado exhaustivamente en busca de bacterias, virus y otros problemas que podrían haber amenazado el órgano y a Bennett, pero el esfuerzo aparentemente se quedó corto. En el artículo de MIT Technology Review, el primer autor de la serie sobre el babuino alemán conjeturó sobre cómo el equipo de la University of Maryland podría haber pasado por alto el citomegalovirus porcino.
"El equipo estadounidense parece haber analizado el hocico del cerdo en busca del virus, pero a menudo éste se encuentra al acecho en los tejidos más profundos", afirmó en el artículo el Dr. Joachim Denner, del Instituto de Virología de la Freie Universität Berlin en Berlín, Alemania. El virus, continuó, "puede detectarse y eliminarse fácilmente de las poblaciones de cerdos, pero por desgracia no utilizaron un buen ensayo y no lo detectaron".
El hecho de que el citomegalovirus porcino no haya sido detectado antes de la operación "podría ser un factor para que algunas personas se pregunten si el experimento debería haberse llevado a cabo", se propuso en el artículo de MIT Technology Review. "Es una gran bandera roja", afirmó en una cita el doctor en bioética Arthur Caplan, de la New York University, en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, y añadió: "Si los médicos no pueden prevenir o controlar la infección, 'entonces estos experimentos son difíciles de justificar'".
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CRÉDITOS
Imagen principal: University of Maryland School of Medicine
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Citar este artículo: Virus porcino, sospechoso de la muerte de paciente tras un trasplante de corazón de cerdo - Medscape - 11 de mayo de 2022.
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