El manejo de las enfermedades reumatológicas ha cambiado significativamente desde el advenimiento de las terapias inmunomoduladoras biológicas e inhibidores de moléculas pequeñas. Sin embargo, la experiencia clínica con estos fármacos a largo plazo tiende a ser diferente a lo que se reporta en los ensayos clínicos; factores como la variabilidad en la efectividad o la baja tolerabilidad pueden causar que un fármaco que tiene buenos resultados en la literatura no tenga la mejor efectividad con los pacientes. Es por esto que estudios que describan la experiencia real con estos fármacos son una adición útil para guiar la selección de la terapéutica.
Una forma de evaluar las tendencias sobre el uso de un tratamiento determinado es por medio de la supervivencia. La supervivencia de un fármaco, la cual se describe como la probabilidad de que los pacientes se mantengan con un fármaco determinado y se puede utilizar como una medida que refleja la seguridad y la eficacia del tratamiento. Los registros médicos permiten evaluar la supervivencia del fármaco en el mundo real, abarcando grupos de pacientes que pueden no estar incluidos en ensayos clínicos.
Un grupo de investigación europeo realizó una evaluación de la supervivencia de distintos tratamientos para enfermedades inmunológicas.[1] Utilizando registros de pacientes daneses con diagnóstico de artritis reumatoide, espondilitis axial, artritis psoriásica y psoriasis, los autores recabaron diversos datos clínicos e información sobre los tratamientos de los pacientes. Analizaron el uso de distintos tratamientos farmacológicos, valorando el tiempo en el que fueron iniciados y descontinuados.
En su análisis se incluyeron 5.104 pacientes con artritis reumatoide, 2.157 con espondilitis axial, 2.551 con artritis psoriásica y 2.577 con psoriasis. A continuación se resumen los hallazgos sobre las enfermedades reumatológicas estudiadas.
En pacientes con artritis reumatoide los tratamientos más utilizados fueron etanercept y adalimumab, mientras que los menos usados fueron sarilumab y baricitinib.
Las terapias con mayor supervivencia después de ajustar por confusores fueron rituximab, baricitinib, etanercept y tocilizumab. En pacientes que no habían recibido tratamiento biológico la supervivencia fue más alta para etanercept, seguido por adalimumab.
En aquellos con espondilitis axial, infliximab, adalimumab y etanercep fueron las terapias más utilizadas. Los fármacos con mayor supervivencia, después de ajustar por variables confusoras fueron golimumab, secukinumab y etanercept. Golimumab y etanercept tuvieron la mayor supervivencia en pacientes sin tratamiento biológico previo.
Adalimumab, infliximab y etanercept fueron los fármacos más frecuentemente usados en pacientes con artritis psoriásica. En el análisis ajustado tofacitinib e infliximab fueron los tratamientos con menor supervivencia, mientras que golimumab, secukinumab e ixekizumab fueron los que tuvieron mayor supervivencia.
El amplio número de casos, la disponibilidad de distintos fármacos y la cantidad de información recopilada hace que este sea un análisis valioso. Pero para interpretar correctamente estos resultados se deben tener en cuenta puntos importantes. Aunque la supervivencia de un fármaco después de haber recibido otros tratamientos podría indicar que este resulta más eficaz, también podría indicar que se considera como último recurso y que por tanto, será mantenido, aunque la respuesta sea subóptima.
Esto puede ser el caso con el uso de baricitinib, ya que la mayoría de los pacientes tuvo múltiples terapias previas a este fármaco. Asimismo, no es posible determinar si la supervivencia se debió en mayor medida a la efectividad sobre la actividad de la enfermedad o debido al perfil de efectos adversos del fármaco. El tiempo prolongado entre aplicaciones, sobre todo con rituximab, también podría alargar artificialmente el tiempo de supervivencia de un fármaco. Asimismo, no todos los centros tendrán el mismo acceso a los fármacos, por lo que es difícil extrapolar estos datos a países con recursos limitados.
Diferentes grupos de pacientes requieren aproximaciones distintas para su tratamiento y no existe un tratamiento que sea una fórmula mágica para todas las enfermedades reumatológicas.
Este estudio puede ayudar a guiar la elección de tratamientos para los pacientes con distintas enfermedades reumatológicas, sin embargo, otros factores van a afectar las opciones terapéuticas a las cuales se puede recurrir. El esquema de dosis, el perfil de efectos adversos y los costos, son factores que podrían guiar la elección del tratamiento.
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Citar este artículo: Supervivencia de fármacos modificadores de la enfermedad biológicos e inmunomoduladores nuevos en enfermedades autoinmunes - Medscape - 14 de abr de 2022.
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