La obesidad reduce la respuesta a los biológicos inhibidores y no inhibidores del factor de necrosis tumoral

Heidi Splete

Conflictos de interés

7 de abril de 2022

Ningún tipo de medicamento biológico para los pacientes con artritis reumatoide parece ser superior en los distintos grupos de índice de masa corporal (IMC), ya que tanto obesidad como el bajo peso corporal reducen los efectos de la medicación tras seis meses de uso, según los resultados de datos del registro de casi 6.000 individuos.[1]

Dr. Joshua Baker

Aunque está aumentando el interés por el uso de precisión de los productos biológicos para la artritis reumatoide, se han identificado pocas características de los pacientes para fundamentar las decisiones terapéuticas, afirmaron el Dr. Joshua F. Baker, del Philadelphia Veterans Affairs Medical Center y la University of Pennsylvania, en Filadelfia, Estados Unidos, y sus colaboradores.

Los estudios anteriores sobre el efecto de la obesidad en los tratamientos de la artritis reumatoide no han sido concluyentes y una comparación de los tratamientos de la artritis reumatoide entre las categorías de índice de masa corporal proporcionaría una orientación más definitiva, señalaron.

En un estudio publicado en Arthritis Care & Research, los investigadores utilizaron el registro observacional estadounidense CorEvitas (antes conocido como Corrona) para identificar a los adultos que iniciaron un tratamiento de segunda o tercera línea para la artritis reumatoide con inhibidores del factor de necrosis tumoral (iFNT) (n = 2.891) o productos biológicos no inhibidores del factor de necrosis tumoral (n = 3.010) entre 2001 y el 30 de abril de 2021.[1]

La población del estudio incluyó a adultos con diagnóstico de artritis reumatoide; se excluyó a aquellos con baja actividad de la enfermedad o sin una consulta de seguimiento de seis meses. El índice de masa corporal se clasificó como bajo peso (menos de 18,5 kg/m2), peso normal (18,5 a 25 kg/m2), sobrepeso (25 a 30 kg/m2), obesidad (30 a 35 kg/m2) y obesidad grave (35 kg/m2 o más). Las tres medidas de respuesta fueron el logro de una baja actividad de la enfermedad, un cambio al menos tan considerable como la diferencia mínima clínicamente importante (MCID), y el cambio absoluto en el Índice clínico de actividad de la enfermedad (CDAI) desde el inicio.

Un total de 2.712 pacientes tenían una clasificación de obesidad u obesidad grave en el momento de iniciar el tratamiento.

En general, los pacientes con obesidad grave tenían una probabilidad significativamente menor de alcanzar la baja actividad de la enfermedad o un cambio al menos tan considerable como la diferencia mínima clínicamente importante, así como una menor mejora en la puntuación del Índice clínico de actividad de la enfermedad, en comparación con otras categorías del índice de masa corporal. Sin embargo, en los modelos ajustados, las diferencias en estos resultados para los pacientes con obesidad grave dejaron de ser estadísticamente significativas, mientras que el bajo peso se asoció con menores probabilidades de alcanzar la baja actividad de la enfermedad (odds ratio [OR]: 0,32; p = 0,005) o un cambio al menos tan grande como el diferencia mínima clínicamente importante (OR: 0,40; p = 0,005). El modelo ajustado también mostró una menor mejora en el Índice clínico de actividad de la enfermedad  en los pacientes con bajo peso, en comparación con los pacientes con peso normal (p = 0,006).

La estratificación por medicamentos inhibidores del factor de necrosis tumoral y no inhibidores del factor de necrosis tumoral no mostró diferencias en las tasas de respuesta clínica entre las categorías de índice de masa corporal.

El estudio representa la primera evidencia de una reducción similar en la respuesta terapéutica tanto a inhibidores como a no inhibidores del factor de necrosis tumoral en pacientes con obesidad grave, con estimaciones para los biológicos no inhibidores del factor de necrosis tumoral que se ajustan al intervalo de confianza de 95% para los biológicos sí inhibidores, afirmaron los investigadores. "Nuestro estudio actual indica que la falta de respuesta de pacientes con obesidad no es específica de los medicamentos inhibidores del factor de necrosis tumoral, lo que señala que este fenómeno no es biológicamente específico de la vía del factor de necrosis tumoral".

Los hallazgos del estudio se vieron limitados por varios componentes, como el hecho de centrarse en pacientes que ya habían recibido tratamientos biológicos antes y por el número relativamente pequeño de pacientes con bajo peso (n = 57), señalaron los investigadores. Otras limitaciones son los mediadores de la relación entre la obesidad y la actividad de la enfermedad que no se han tenido en cuenta y la falta de datos sobre estrategias de dosificación no autorizadas.

Sin embargo, los resultados se vieron fortalecidos por el gran tamaño de la muestra, el control de diversos factores de confusión y la comparación directa de los tratamientos de la artritis reumatoide.

Los investigadores concluyeron que el índice de masa corporal no debería influir en la elección del tratamiento con inhibidores del factor de necrosis tumoral frente a sin inhibidores del factor de necrosis tumoral en lo que respecta a la eficacia clínica.

El estudio contó con el apoyo de la Fundación de Investigación Corrona. El Dr. Baker declaró haber recibido apoyo de un premio al mérito en investigación y desarrollo de ciencias clínicas de Veterans Affairs y un premio al mérito en investigación y desarrollo de rehabilitación, así como honorarios por consultoría de Bristol-Myers Squibb, Pfizer, CorEvitas y Burns-White. Dos coautores declararon tener vínculos económicos con CorEvitas.

Esta noticia fue publicada originalmente en MDedge.com, parte de la Red Profesional de Medscape.

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