Paciente suizo de 50 años, sin antecedentes psiquiátricos, hasta entonces perfectamente sano, recibió en una clínica el diagnóstico de neumonía en la zona basal del pulmón izquierdo. Inició un tratamiento con amoxicilina/ácido clavulánico (1 g cada 8 horas) y fue dado de alta. Como los síntomas respiratorios persistieron, el paciente volvió al hospital al día siguiente y le cambiaron el tratamiento al macrólido claritromicina (500 mg cada 12 horas).[1]
Dos días después de la prescripción del segundo antibiótico, los familiares notaron un cambio progresivo de comportamiento. Había una fluidez inusual en el habla, irritabilidad, aumento de la actividad física y estado de ánimo eufórico... el paciente creía estar en contacto con Dios.
Debido a este comportamiento, la familia llevó al paciente a la clínica, donde fue trasladado al Hôpitaux Universitaires de Genève, en Ginebra, Suiza. No había alergias conocidas, no fumaba, no bebía alcohol y no tomaba drogas o medicamentos regularmente. Tampoco había recibido ningún antibiótico antes.
Percepción de la muerte y misión celestial
Durante el examen psiquiátrico, el paciente relató que la primera noche después de iniciar el tratamiento tuvo la sensación de estar muriendo y había tenido alucinaciones auditivas en las que Dios le hablaba y le decía que tenía una misión especial para él. El psiquiatra tratante lo describió como: "Confiado y abierto en la conversación, con actividad psicomotora ligeramente aumentada, irritabilidad, logorrea, estado de ánimo elevado, dificultad para conciliar el sueño, alucinaciones auditivas, delirios religiosos relacionados con el estado de ánimo".
Se interrumpió inmediatamente la terapia antibiótica y se le administró lorazepam (2,5 mg) para tratar la agitación psicomotriz. En las siguientes 12 horas, sus síntomas mejoraron. El hombre reconoció su delirio y las alucinaciones ya no se produjeron. Estuvo de acuerdo con la terapia antipsicótica en caso de que fuera necesaria. Se le diagnosticó un episodio de manía y fue internado en el hospital.
Mejora y ausencia de síntomas
Tras una noche de observación en el Departamento de Psiquiatría, apenas quedaron síntomas de manía, solo persistió la logorrea. El paciente fue dado de alta con dos comprimidos de lorazepam (1 mg). Como los síntomas mejoraron rápidamente tras la interrupción de los antibióticos, se prescindió del tratamiento antipsicótico.
El paciente siguió acudiendo con su médico de cabecera y volvió a la clínica una semana después. Para el tratamiento de su neumonía, regresó a amoxicilina/ácido clavulánico (625 mg cada 12 horas).
Los análisis clínicos posteriores mostraron valores sanguíneos normales, aparte de un valor de proteína C reactiva aumentado (200 mg/l) sin leucocitosis. Las pruebas de la gripe A y B, así como del virus respiratorio sincitial, no presentaron resultados anormales; lo mismo con una tomografía computarizada de cráneo, una punción lumbar y un electroencefalograma.
Recurrencia de los síntomas después de tomar los antibióticos
En la primera noche en casa, los síntomas psiquiátricos empeoraron. Según lo prescrito, el paciente tomó dos dosis de amoxicilina/ácido clavulánico. A medianoche, volvió a oír voces, se sintió atormentado y ansioso. Al día siguiente, los síntomas se parecieron a los del primer episodio maníaco.
El paciente se tomó los dos comprimidos de lorazepam y suspendió el tratamiento de antibióticos tras consultar con su médico de cabecera. La situación mejoró entonces.
En el examen de seguimiento, después de una semana, el paciente presentó un estado de ánimo ligeramente elevado y locuacidad. Se diagnosticó eutimia. Los médicos concluyeron que existía una interacción entre claritromicina y amoxicilina/ácido clavulánico, responsable de la antibiomanía.
Manía en personas previamente sanas mentalmente
La antibiomanía puede presentarse en todos los grupos de edad (se conocen casos entre los tres y los 77 años, con una media de 40 años), normalmente sin enfermedad previa y dos tercios de los casos en hombres. En promedio los síntomas duran tres días. En relación con el número de prescripciones de antibióticos, el efecto secundario es extremadamente raro.
En el paciente descrito existió una asociación entre claritromicina y amoxicilina/ácido clavulánico y la aparición de síntomas de manía. En la literatura, hay 18 casos con macrólidos, otros tantos con antituberculosos, siete asociados a quinolonas y dos a antibióticos betalactámicos.
Con todos estos fármacos se produce una disminución del ácido gamma-aminobutírico (GABA) a través de diversos mecanismos; esto aumenta la excitabilidad de las neuronas. Otras hipótesis del desarrollo son el aumento de las concentraciones de cortisol, prostaglandina E1 (PGE1), citoquinas proinflamatorias y proteína C reactiva, así como las alteraciones de las vías de señalización glutamatérgica y la función mitocondrial anormal.
Limitaciones del informe del caso
Los autores señalaron que no se pudo evaluar la reaparición de los síntomas porque el paciente no acudió a la clínica hasta su cita de seguimiento. Además, no se pudo comprobar la hipótesis de una interacción farmacodinámica entre los dos antibióticos.
Los médicos suponen que existe una susceptibilidad individual y biológica en el paciente, después de que los síntomas de manía se produjeran con dos tipos diferentes de antibióticos. En caso de que sea necesaria una nueva administración de antibióticos, los investigadores recomiendan una estrecha vigilancia y control.
Este contenido fue originalmente publicado en Coliquio, parte de la Red Profesional de Medscape.
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CRÉDITOS
Imagen principal: Dreamstime
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Citar este artículo: Manía por antibióticos: informe de paciente con alucinaciones auditivas tras neumonía - Medscape - 23 de marzo de 2022.
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