Blanca Romero, corredora de maratones y médica encubierta

Médicos y sus pasiones

Amapola Nava

1 de abril de 2022

Dra. Blanca Romero Silva

La Dra. Blanca Romero Silva abrió los ojos después de una siesta de cinco minutos, cinco minutos que le parecieron reparadores. Pero no despertó en su cama después de un largó día de trabajo. Despertó en Sierra la Laguna, Baja California Sur, lo que es muy parecido a despertar en medio de la nada. Sesenta kilómetros la separaban de su destino: el Océano Pacífico. Sesenta kilómetros que solo había una forma de recorrer, con sus propias piernas.

Por suerte, la Dra. Romero no estaba sola, a su alrededor dormían otras diez personas. Cuando recuerda la escena no duda en decir que fue algo fuera de lo común, un grupo completo de ultramaratonistas que se habían quedado dormidos a la mitad de una carrera de 140 km.

"Estábamos allí porque el terreno es bastante inaccesible y por varios kilómetros no íbamos a tener ningún puesto de abastecimiento, así que los organizadores nos dijeron que íbamos a encontrar una poza en el camino y nos dieron unas gotitas para limpiar el agua y recargar nuestras mochilas. Pero cuando paramos para abastecernos, todos nos fuimos quedando dormidos", señaló.

El grupo, al darse cuenta de lo sucedido tomó las cosas con humor, la mejor opción cuando aún te falta recorrer horas de caminos inhóspitos. Porque los paisajes podrán ser sobrecogedores y la experiencia única, pero correr ultradistancias no es algo que la Dra. Romero recomienda hacer por curiosidad o por convivir, es una actividad que pone al cuerpo humano al límite y, de no realizarla de manera correcta, podría poner en peligro la vida.

Los ultramaratones o carreras de ultradistancia son eventos donde los atletas corren una distancia mayor a la de un maratón, que tiene 42,195 km. Los ultramaratones más comunes son entre 50 y 100 km, pero el ultramaratón más largo que existe y que se corre regularmente es de 3.100 millas (4.989 km). Las carreras de ultradistancia pueden durar entre seis y 72 horas, o llegar incluso a los 10 días.[1]

El ultramaratón que la Dra. Romero estaba corriendo cuando su grupo se quedó dormido era el Baja Taverse Ultra Trail 2020. La carrera comenzó en el Golfo de Cortéz, con el fin de atravesar la península de la Baja California y llegar al Océano Pacífico en tres días. En este reto los participantes recorren 140 km y suben, del nivel del mar, a una altitud de 2.000 para volver a bajar.

Las cosas se dieron bien durante esta carrera, no hubo percances mayores. Algo muy importante para la Dra. Romero, pues además de atleta, era parte del personal médico del evento. Podría decirse que el grupo lleva una médica encubierta.

La médica, especialista en rehabilitación y medicina del deporte, junto con un equipo de profesionales, brinda apoyo médico en maratones y carreras de montaña

"Somos un grupo que también está entrenado para correr y además disfrutamos mucho la actividad. Entonces pensé: ¿por qué quedarse esperando a los atletas si podemos acompañarlos y disfrutar la carrera? Así, si hay algún problema, nosotros estamos cerca. O la barredora, que es el vehículo que acompaña a los corredores, puede pasar por nosotros y llevarnos para atender al atleta. Es por esto que los organizadores de las carreras nos buscan y nos piden apoyo", comentó.

De esta forma, la Dra. Romero logra combinar sus dos pasiones: la medicina y la carrera. De forma peculiar, la médica no era una atleta que decidió orientar su especialidad al deporte. Más bien es una profesional de la salud que se encontró con la carrera cuando ya estaba formada.

"Tuve la fortuna de poder elegir lo que quería estudiar. Y no fue que tuviera alguien que me inspirara en mi familia. Me llamaba la atención ayudar a las personas, así que me decidí por la medicina", destacó.

Oriunda de Ecatepec, estado de México, la Dra. Romero realizó una formación nivel básico e intermedio de Técnico en Urgencias Médicas en la Sede Nacional de la Cruz Roja Mexicana. Y convencida de que esa era la profesión para ella, se mudó a estudiar la carrera de medicina en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

Una vez graduada fue que comenzó su carrera deportiva. En uno de sus primeros trabajos, la alentaban a realizar algún deporte y comenzó a correr. Su primer evento fue una carrera de 5 km.

"La carrera me pareció muy, muy fácil. Me sorprendió mucho. Incluso pensé: tardé más en llegar a aquí desde mi casa que en terminar los cinco kilometros", indicó.

Desde ese momento la Dra. Romero no dejó de correr. Pronto llegó al mundo de los maratones, lo que le dio enormes satisfacciones. Con tiempo, disciplina y con muchas carreras en la bolsa, fue que se decidió a ser apoyo médico y correr su primer ultramaratón en Baja California Sur.

"El cuerpo humano es increíble. Es capaz de muchas cosas que no imaginamos. Por ejemplo, lo sometemos a un ultramaratón y lo logra. Aunque la verdad, las carreras de distancia, los maratones y las ultradistancias se terminan con la mente".

La especialista en medicina del deporte cuenta que un cuerpo entrenado puede ser frenado por una mente que no está preparada. La estrategia que a ella le permite seguir, cuando su mente le dice que pare, es sencilla y se aprovecha un poco de sus conocimientos de fisiología. "Lo que hago es analizar por qué quiero parar. Reviso mi cuerpo, mis sensaciones y me pregunto: '¿Estoy deshidratada?, ¿me hace falta alimento?'. Si la respuesta es no, reviso si tengo algún dolor que pueda ser señal de alguna lesión. Como generalmente no lo es, recuerdo que mi cuerpo puede hacerlo y sigo", detalló.

La especialista tiene la capacidad de evaluar la situación y no ponerse en peligro, pues ella misma señala que en este deporte los atletas pueden sufrir desde un desequilibrio electrolítico con deshidratación o una lesión en las extremidades inferiores. La presencia de estas alteraciones en el entorno de una carrera de montaña o en un ultramaratón implica un muy alto riesgo a la vida.[]"Estas son carreras muy demandantes, los terrenos muchas veces son verdaderamente difíciles. Para mí, uno de los eventos más demandantes, por ejemplo, son las carreras en los volcanes", señaló.

La Dra. Romero acepta que ser una corredora de montaña requiere un sacrificio importante. Pero hasta ahora ha logrado combinarlo con su profesión médica y también con la llegada de Benjamín, su pequeño de tres años. Aún así, reconoce que es difícil y que ahora es más prudente cuando piensa en correr en la montaña.

Al final de la entrevista, al preguntarle si volvería a correr un ultramaratón, calla, pasan varios segundos y al notar que no tiene una respuesta clara, ríe. Dice que disfrutó mucho el ultramaratón que corrió en Baja California, pero que no volvería a realizar una carrera así a menos que pudiera tener una preparación impecable. Después de decir esto calla de nuevo y agrega: "Bueno, en ese caso tal vez volvería a hacerlo".

La Dra. Romero ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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Comentario

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