El desabasto de fármacos en México continúa al alza y sin que su sistema de compra sea más eficiente

Nelly Toche

4 de marzo de 2022

De acuerdo con el reporte Radiografía del Desabasto: Informe de Transparencia en Salud 2017-2021, en 2021 no se surtieron efectivamente poco más de 24´000.000 de recetas en las principales instituciones de seguridad social (Instituto Mexicano del Seguro social [IMSS], Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado [ISSSTE], Petróleos Mexicanos [PEMEX], Secretaría de la Defensa Nacional [SEDENA], Secretaría de Marina [SEMAR]) que conforman el Sistema Nacional de Salud, lo que representa 9,7% de recetas no surtidas, la cifra más alta de no surtimiento en el periodo 2017-2021.[1] El aumento ha sido cada vez mayor. En 2017 se contabilizaron 3’585.644 recetas sin surtir, en 2018, 2’913.072, en 2019, 7’519.175 y en 2020 18’306.701.

La plataforma cerodesabasto.org, impulsada por Nosotrxs y conformada por más de 81 organizaciones y grupos de pacientes, reveló que de 2019 hasta 2021 se han recabado 7.996 reportes y durante 2021 se registraron 3.237, lo que representa un aumento de 31,5% respecto a 2020.

De estos, se encontró que la Ciudad de México, el Estado de México, Guerrero y Jalisco tienen el mayor número de reportes. Por otro lado, cuatro de los 10 hospitales con mayores reportes pertenecen al IMSS, tres al ISSSTE y el resto corresponde al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) (2 reportes) y PEMEX (1 reporte).

Las patologías con más reportes fueron: cáncer, diabetes, postrasplantados, hipertensión y las relacionadas con la salud mental.

Tabla. Resumen de recetas por derechohabiente no surtidas efectivamente y porcentaje de no surtimiento en las principales instituciones de seguridad social (2017 a 2021)

Subsistema

2017

2018

2019

2020

2021

IMSS

1.777.452

0,9%

1.468.217

0,7%

5.040.111

2,2%

15.857.785

7,8%

22.183.671

10,3%

ISSSTE

738.544

2,1%

496.435

1,3%

748.455

2,0%

884.585

3,2%

730.001

2,6%

PEMEX

553.752

9,9%

548.522

10,2%

1.257.214

27,6%

1.240.906

29,8%

699.032

35,7%

SEDENA

231.128

8,5%

194.463

6,8%

214.728

7,6%

192.552

10,3%

328.376

16,8%

SEMAR

284.768

17,2%

205.435

23,2%

258.667

25,5%

130.873

18,8%

65.534

21,9%

Totales

3.585.644

1,4%

2.913.072

1,1%

7.519.175

2,7%

18.306.702

7,7%

24.006.614

9,7%

Fuente: Nosotrxs, con base en información requerida a las instituciones a través de solicitudes de información.

De la misma forma, el número de quejas por no surtimiento de fármacos registradas en la gran mayoría de las instituciones analizadas aumentó en 2021; por ejemplo, en el IMSS se registraron 11.369 y en el ISSSTE 4.168, lo que representa un aumento de 42,8% y 96,3%, respectivamente, con relación a 2020.

La forma en que un mexicano puede presentar una inconformidad es a través de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED) y quejas en las principales instituciones del Sistema Nacional de Salud y Red de Servicios de Salud de Alta Especialidad (REDSAES). En este sentido, el número de amparos indirectos relativos al desabasto aumentó en contra del Consejo de Salubridad General (CSG). Por ejemplo, de enero de 2019 a febrero de 2020 se promovieron únicamente 15 amparos, mientras que en el resto de 2020 se promovieron 4.227 y en 2021 estos ascendieron hasta llegar a los 15.980, lo que representa un aumento de 278%

Fuente: Elaborado por Nosotrxs, con base en información requerida a las instituciones a través de solicitudes de información.

Este documento, además de recabar los datos anteriores con las estadísticas de los reportes por falta de fármacos de la plataforma, está integrado por la consulta a fuentes públicas de información y los datos obtenidos de 188 solicitudes de información a 69 sujetos obligados, como instituciones de salud y hospitales.

Entre otros datos también hubo una baja en el número de atenciones que se prestan. Por ejemplo, en 2017 en la Secretaría de Salud se dieron alrededor de 109´000.000 de consultas, para 2020 o 2021 no se lograron ni 50´000.000. Pasa lo mismo con ingresos hospitalarios, métodos de planificación familiar, atención a personas indígenas y procedimientos quirúrgicos.

Dr. Andrés Castañeda Prado

"Por supuesto no se debe a una baja en la necesidad, estos son procedimientos que no se detienen, pero que han tenido barreras para su atención", señaló el Dr. Andrés Castañeda Prado, coordinador de la causa de Salud y Bienestar de Nosotrxs.

Destacó que es importante mencionar que este seguimiento de reportes surge en medio de un contexto de transición y cambio en el sistema de compras de fármacos e insumos; el Seguro Popular fue sustituido por el INSABI y a principios de 2020 comenzó la pandemia de COVID-19 en el país con un fuerte impacto en el sistema de salud, ya que las atenciones ofrecidas por las unidades de la Secretaría de Salud se redujeron considerablemente; durante 2020 y 2021 se otorgó la mitad de las consultas que en 2017 y se practicaron cerca de medio millón de procedimientos quirúrgicos menos.

Otro dato relevante que deja ver este informe es que más de 31´000.000 de personas respondieron no tener derecho a los servicios médicos. Entre 2018 y 2020 más de 15´000.000 de personas quedaron excluidas y la carencia por acceso a la salud, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), se incrementó de 16% a 28% de la población. "Estas son personas que incluso quedan al margen de este informe, que no se ven y que están en carencia completa".

Mauricio Merino Huerta, doctor en ciencia política y sociología, de la Coordinación General de la Asociación Nosotrxs, subrayó que estas deficiencias están afectando más a las personas con menores ingresos, con más carencias y las más vulnerables del país. "Entendemos que se trata de un problema de gestión pública y que hay soluciones, asumimos que se puede resolver el desabasto de fármacos e insumos, que hay recursos y talento suficientes, pero falta colaboración y ánimo para encontrar salidas conjuntas".

Otros datos que integra el informe son: cobertura del cuadro básico de vacunación, que en particular tuvo una caída grave en la vacunación contra el tétanos y virus del papiloma humano; en este último caso, cuando en 2020 se aplicaron 953.765, en 2021 solo se aplicaron 24.484 vacunas en clínicas y hospitales que responden a los hospitales de la Secretaría de Salud.

Consecuencias del desabasto

De acuerdo con los especialistas, las consecuencias han escalado niveles. Por ejemplo, de 2017 a 2021 se registraron 59 alertas sanitarias emitidas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). De estas, 58,3% está ligado a la falsificación de algún fármaco, vacuna o insumo y 15% a la comercialización ilegal. Las denuncias presentadas ante la COFEPRIS por notificaciones de fármacos robados y falsificados aumentaron 137%.

En cuanto a gasto de bolsillo, el número de piezas de fármacos comprados por el gobierno reporta una tendencia a la baja desde 2018, tanto que en 2021 se adquirieron 5,9% menos fármacos que en 2020, lo que equivale a 67´000.000 de piezas. Esto significa que los pacientes han tenido que comprar su medicina por cuenta propia, aumentando el gasto de bolsillo en salud 40%, al pasar de 2.358 pesos en 2018 a 3.299 pesos en 2020.

En 2020, 5´000.000 de personas más que en 2018 tuvieron que pagar por recibir consulta o fármacos.

Judith Senyacen Méndez

"El incremento de gasto de bolsillo está muy alineado y asociado a la caída en la atención a la salud", explicó la maestra Judith Senyacen Méndez, coordinadora del Salud y Finanzas Públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), entidad que también participó en el análisis.

A nivel internacional, la recomendación es que 80% de la inversión en salud provenga de fuentes públicas y solo 20% de gasto privado; en México la composición es muy cercana a proporciones iguales (50% pública y 50% privada).

La caída en la tasa de atención en salud pasó de 44% en 2018 a alrededor de 33% en 2020, lo cual quiere decir que aproximadamente 7 de cada 10 personas que recibieron atención lo hicieron en servicios privados. En todos los subsistemas cayó la tasa de atención, pero incluso hay diferencias, mientras que en PEMEX fue de 40%, en el Instituto Mexicano del Seguro Social BIENESTAR, que busca atender a la población más vulnerable se tiene una tasa de 12%.

"Esto finalmente nos habla de que el aumento al gasto de bolsillo es una barrera para poder alcanzar la cobertura universal de salud, pero también es una fuente de desigualdad, dado que los hogares de menores ingresos son los que tienen que destinar un mayor porcentaje de su ingreso para poder cubrir estas necesidades de salud y dejan desprotegidos otros gastos como alimentos o educación. El costo también es humano, tanto en la calidad de vida como en la vida misma de personas que no lograron acceder a este sistema público de salud".

¿Cómo van las compras públicas?

Enrique Martínez Moreno

Para este cambio de gobierno se decidió que la compra pública de fármacos debería ser dejando fuera a los distribuidores, "nos parece que de entrada ahí rompió una relación simbiótica entre la producción y la distribución logística, que si bien tenía muchas áreas de oportunidad, de alguna manera mostraba eficiencia", comentó Enrique Martínez Moreno, del Instituto Farmacéutico México (INEFAM).

De manera general, en años regulares como 2017 y 2018, el sector alcanza a consumir arriba de 1,700´000.000 de piezas entre todas las instituciones de salud y cuando viene la estrategia de dejar fuera a los distribuidores y el cambio de procesos de compra, de 2019 en adelante se observa una caída continua en las piezas adquiridas por el sector público, "si bien en parte tiene que ver con la pandemia de COVID-19, es evidente que no hay una correcta gestión para anticipar el fenómeno". En 2019 llegó a 1.583.000.000 de piezas, en 2020, 1,145´000.000 de piezas y para 2021, 1,078´000.000 de piezas. "Esto es prácticamente más de 500 millones de piezas que se están quedando a deber".

Por otro lado, la participación de las adjudicaciones directas pasó de ser 2.658 en 2017 a 7.727 hacia el cierre de 2021; esto marca un nuevo récord con más de 80% de adquisiciones por esta vía. En contraste, las licitaciones consolidadas, que hasta ahora se consideran el mecanismo más usado, pues 98% de las piezas que se adquieren en el sector público son fármacos genéricos, en 2021 fueron de 681. "En resumen las compras consolidadas no han logrado resolverse adecuadamente desde 2019 hacia 2021. Parece que el diseño de estas compras no es adecuado en tiempo ni en forma, por lo que las instituciones han tenido que resolver por propia cuenta".

En esa estructura de las adjudicaciones directas, que podrían representar en promedio 40% de los recursos ejercidos, se convierten ya de manera mayoritaria con más de 60% de la forma de pago por parte de las instituciones. "Nuevamente cifras históricas".

El especialista recordó que en 2021 el proceso de compras se observó a través de la United Nations Office for Project Services (UNOPS), que también tuvo retrasos muy importantes y que junto con el INSABI fue copartícipe para observar a 2021 como el peor año en cuanto a resultados de adquisición de fármacos en el país. "Es importante reflexionar si en verdad estamos resolviendo bien a través de estas instancias a las que ha recurrido el gobierno federal".

Por último, al hacer un análisis de los 23 grupos terapéuticos y 1.500 claves que son adquiridas de manera continua, antes llamado cuadro básico, ahora denominado compendio, por volumen apenas cuatro grupos mostraron crecimiento de 2017 a 2021; entre ellos llama la atención que anestesias (aumento de 256%), particularmente sedantes, fueron adquiridos entre febrero y marzo de 2021 de manera masiva y unilateral por parte del Gobierno Federal, respondiendo de manera tardía a las necesidades de atención particularmente para los pacientes con COVID-19 que debían ser intubados, generando situaciones dramáticas. Otras áreas fueron oncología (33%), cardiología (29,7%) y endocrinología y metabolismo (9,3%).

Los grupos terapéuticos más afectados en esta transición fueron otorrinolaringología, reumatología, traumatología, oftalmología, enfermedades infecciosas y parasitarias, planificación familiar, dermatología, todas estas con una perdida mayor a 50%.

Como conclusión, para Martínez Moreno los atrasos en las compras generalizadas llevan a las instituciones, que tienen la premura de atender a los pacientes, a recurrir a alternativas como adjudicaciones directas y compras emergentes en donde no hay un proceso de adquisición exprofeso, esto cancela la posibilidad de precios más bajos y de una logística generalizada que seguirá costando la vida de personas y atorando el tratamiento para miles de pacientes en el país.

Enrique Martínez Moreno está adscrito al Instituto Farmacéutico México (INEFAM). Andrés Castañeda Prado es Coordinador de la causa de Salud y Bienestar de Nosotrxs, una organización colectiva de exigencia de derechos para combatir la desigualdad y la corrupción. Judith Senyacen Méndez ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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