
Imagen: Jair M. Bolsonaro/Twitter. El 25 de julio de 2020, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, atribuyó su curación de COVID-19 a la hidroxicloroquina y mostró un envase
El amor ciego de Bolsonaro por la cloroquina
Desde marzo de 2020, poco después de los controvertidos estudios del Dr. Didier Raoult en Francia, el presidente de Brasil Jair Bolsonaro se transformó (junto a su par estadounidense Donald Trump) en un fuerte impulsor del uso de los antimaláricos cloroquina e hidroxicloroquina como un arma contra COVID-19 más efectiva que el distanciamiento social, las mascarillas y (luego) que las propias vacunas, que rehusó aplicarse.
Bolsonaro se mostró con envases del medicamento en reuniones del G20 o publicaciones en redes sociales, incluso tomando una dosis. Destituyó a dos ministros de Salud que se opusieron a amplificar su oferta en protocolos de tratamiento. Y aunque se fueron sumando evidencias en contra desde junio de 2020, el presidente siguió insistiendo en sus bondades. Cuando se contagió en julio de ese año, le atribuyó su curación. "Sabemos que no hay comprobación científica, pero conmigo ha funcionado", sostuvo. "Hay estudios que demuestran que hasta 30% de muertes podría evitarse con el uso precoz de la cloroquina", afirmó en septiembre de 2020. "Dios nos dio la hidroxicloroquina" para curar la COVID-19, manifestó un mes más tarde. "Puede ser que digan que es un placebo, pero al menos no maté a nadie", se atajó en febrero de 2021. Y volvió a contraatacar tres meses después: aunque no tenga comprobación científica. "tampoco hay algo diciendo lo contrario".
El último sumario de evidencias de tratamientos contra COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con fecha 22 de febrero de 2022, vuelve a advertir que probablemente hidroxicloroquina y cloroquina aumenten la mortalidad y no reduzcan la necesidad de ventilación mecánica invasiva o los días con síntomas.
La promoción de Bolsonaro de tratamientos no comprobados y su oposición a las medidas de salud pública recomendadas por organismos internacionales ha formado parte de una "lógica perversa" destinada a convencer de que la mejor vacuna sería el contagio con el virus, sostuvo en Infection Control & Hospital Epidemiology el biólogo brasileño Heslley Machado Silva, Ph,D., profesor e investigador del Centro Universitário de Formiga (UNIFOR-MG), en Minas Gerais. Brasil es el segundo país con más muertes por COVID-19 en el mundo.
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Citar este artículo: Dos años de pandemia en Latinoamérica: lo que nunca debió ocurrir - Medscape - 4 de marzo de 2022.
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