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BUENOS AIRES, ARG. Un análisis exhaustivo de 447 muertes maternas por COVID-19 en ocho países de Latinoamérica revela que, más allá de su mayor vulnerabilidad biológica, las barreras de acceso a las unidades de cuidados intensivos en las mujeres embarazadas podrían ser un factor decisivo para muchos de estos desenlaces, según un estudio conducido por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Los hallazgos también reafirman la importancia de aumentar las coberturas de vacunación en esa población.

Psic. Mercedes Colomar
"Alrededor de 35% de las muertes maternas no tuvieron ingreso en cuidados intensivos o soporte respiratorio, lo que podría afectar su supervivencia (…) y podría reflejar barreras que enfrentan las mujeres embarazadas respecto del número limitado de camas o el proceso administrativo de derivación", escribieron los investigadores en un artículo de preimpresión en la plataforma Preprints with The Lancet, sin revisión por pares. El estudio podría ser publicado la semana próxima.[1]

Dr. Bremen de Mucio
"El análisis de la evidencia orienta a pensar que cuando la accesibilidad a los servicios de cuidados intensivos no está garantizada, COVID-19 durante el embarazo puede ser letal", señalaron a Medscape en español la autora de correspondencia, la psicóloga Mercedes Colomar, maestra en ciencias sociales con énfasis en salud sexual y reproductiva, y el Dr. Bremen de Mucio, Ph. D., ginecoobstetra y asesor regional de la OPS, ambos en el Centro Latinoamericano de Perinatología, Salud de la Mujer y Reproductiva (CLAP/WR) de la OPS, en Montevideo, Uruguay, que también financió el proyecto.
El estudio observacional examinó características de 447 de las 693 muertes maternas reportadas entre enero de 2020 y noviembre de 2021 en ocho países de la región: Honduras (126), Paraguay (86), Colombia (84), Ecuador (55), Perú (34), República Dominicana (30), Bolivia (21) y Costa Rica (11). La mediana de la edad fue de 31 años (rango: 26 a 36) y un cuarto de ellas tenía 35 o más años.
Este miércoles 2, la directora de la OPS, Dra. Carissa F. Etienne, presentó algunos de los resultados durante las palabras de apertura de la rueda de prensa semanal sobre COVID-19 y definió las más de 3.000 muertes de embarazadas en la región desde 2020 como "una tragedia, en especial ahora que contamos con vacunas seguras y efectivas".
"Los hallazgos indican que una de cada tres mujeres que necesitaron cuidados intensivos no pudo acceder a la atención a tiempo, y más de 90% de las 447 mujeres embarazadas que formaron parte del estudio ya presentaban síntomas que ponían en riesgo su vida cuando ingresaron en el hospital", señaló la Dra. Etienne.
En el momento de la primera consulta y admisión, 73% de las mujeres embarazadas incluidas en la base de datos presentaban disnea, 69%, fiebre y 59% tos. Alrededor de la mitad tenía un índice de masa corporal que las encuadraba en el grupo de obesidad, mientras que 9,2% y 8,4% tenían un historial de diabetes o hipertensión arterial, respectivamente.
Considerando todos los registros de muertes maternas, en 52,1% de los casos la infección y los síntomas se presentaron en el tercer trimestre del embarazo, seguido por 30,4% en el segundo trimestre, 13,5% en el puerperio y 3,9% en el primer trimestre. En 99,7% de los casos, la muerte ocurrió en el puerperio, con una mediana de siete días entre el parto y el fallecimiento, y con 1 de cada 5 puérperas fallecidas dentro de las 48 horas de haber dado a luz. La principal causa de los decesos fue insuficiencia respiratoria aguda asociada a COVID-19 grave, en 70,5% del total.
"Es importante tomar medidas para abordar los problemas de acceso a los servicios de salud de las mujeres embarazadas y puérperas definiendo criterios claros de acuerdo con factores de riesgo y sintomatología. Asimismo, como las embarazadas se han mostrado especialmente susceptibles a infecciones respiratorias, para futuras epidemias o pandemias respiratorias es importante la preparación para la atención rutinaria de las embarazadas con complicaciones graves", apuntaron Colomar y el Dr. De Mucio.
La importancia de la vacunación
La Dra. Etienne también resaltó que casi 77% de las mujeres en la base de datos tuvo un parto prematuro, y casi 60% de los recién nacidos prematuros presentó peso bajo al nacer, "lo que puede tener consecuencias para su salud por el resto de su vida", lo que se suma al impacto de haber perdido a su madre. La mediana de la edad gestacional fue 33 semanas.
Para la funcionaria, las embarazadas están "entre las mujeres más vulnerables a la COVID-19 debido a los cambios en su sistema inmunitario que pueden ponerlas en riesgo de padecer una enfermedad grave", por lo que instó a los países a aumentar con urgencia el acceso a las vacunas, garantizar la continuidad de los servicios de salud de los que dependen las mujeres y mejorar el acceso a la planificación familiar.
"La mayoría de los países ya ha dado prioridad a las mujeres embarazadas para el acceso a las vacunas. Es fundamental que los trabajadores de salud hablen con las mujeres embarazadas sobre la importancia de vacunarse para protegerlas de este virus y proteger también a sus bebés", destacó la Dra. Etienne.
Según la hoja de ruta actualizada para el establecimiento de prioridades de vacunación del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mujeres embarazadas figuran como un grupo de "prioridad alta", la misma categoría de los adultos con comorbilidades, y deberían completar el esquema primario y el refuerzo. El documento no especifica en qué momento de la gestación realizar la inoculación, pero la Dra. Etienne precisó que "cuando la transmisión del virus SARS-CoV-2 es limitada, las mujeres embarazadas deben ser vacunadas después de su primer trimestre".
"La morbilidad y mortalidad por COVID-19 entre mujeres embarazadas son muchos más altas en las Américas en comparaciones con otras regiones de la OMS, lo que indica que los beneficios de la vacunación son mucho mayores que los riesgos", insistió.
Hasta el momento, la OMS recomienda para su administración en embarazadas las vacunas de Pfizer/BioNTech, Moderna, University of Oxford/AstraZeneca, Janssen, Sinopharm, Sinovac, Bharat Biotech y Novavax, aunque, en este último caso, aclara que todavía hay poca experiencia con el adyuvante utilizado y que en la evaluación de riesgo-beneficio debería considerarse si hay alternativas disponibles.
Los autores del nuevo estudio, que incluyen autoridades de ministerios de salud de los ocho países participantes, aclaran que, por el diseño de la investigación y la falta de un grupo de comparación, no pudieron calcular el riesgo de muerte o de complicaciones obstétricas en mujeres con COVID-19.
La Psic. Colomar y el Dr. De Mucio han declarado no tener ningún conflicto de interés económico.
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CRÉDITO
Imagen principal: Dreamstime
Figuras 1 y 2: CLAP/WR (OPS)
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Citar este artículo: En Latinoamérica, barreras de acceso a cuidados intensivos influyen en muertes maternas por COVID-19 - Medscape - 3 de marzo de 2022.
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