Infecciones por estreptococos y tics en niños: nuevos datos

Pauline Anderson

Conflictos de interés

18 de febrero de 2022

La infección por estreptococos del grupo A no está asociada con trastornos de tics de nueva aparición en niños en riesgo, muestran los hallazgos de un gran estudio prospectivo.[1]

Dra. Anette Eleonore Schrag

Los resultados significan que si los preadolescentes presentan un nuevo tic "es poco probable que lo tengan como resultado de una infección de garganta por estreptococos del grupo A", indicó a Medscape Noticias Médicas la autora del estudio, Dra. Anette Eleonore Schrag, Ph. D., profesora del Departamento de Neurociencia Clínica del Institute of Neurology, University College London, en Londres, Reino Unido.

Por tanto, los médicos no deben recetar automáticamente antibióticos a los niños con tics, lo que a veces ocurre, destacó la Dra. Schrag.

El estudio fue publicado en versión electrónica el 2 de febrero en Neurology.

Controversia en curso

Las investigaciones muestran que los factores genéticos y ambientales contribuyen a los trastornos de tics crónicos y al síndrome de Tourette. La exposición prenatal al tabaquismo materno y a los estimulantes del sistema nervioso central, así como al estrés psicosocial, pueden desempeñar un papel.

Ha habido una controversia en curso con respecto al posible papel de los estreptococos del grupo A en los tics, con algunos estudios que muestran una asociación y otros que no muestran un vínculo. Sin embargo, los estudios previos han sido retrospectivos, basados en registros o con un tamaño de muestra limitado.

Este nuevo estudio prospectivo es el primero en niños sin tics pero que tenían un riesgo relativamente alto de desarrollar uno. Los niños tuvieron seguimiento para evaluar el desarrollo de infecciones estreptocócicas y tics, añadió la Dra. Schrag.

El estudio incluyó a 259 niños de 3 a 10 años (edad inicial promedio: 6,8 años; más de la mitad de sexo femenino) que tenían un familiar de primer grado, como un padre o un hermano, con síndrome de Tourette o trastornos de tics crónicos.

La edad promedio de inicio del síndrome de Tourette es de 7 años, con un pico de prevalencia y gravedad entre los 9 y los 12 años. Las infecciones de garganta por estreptococos del grupo A son comunes en este grupo de edad.

Aunque los participantes del estudio no tenían tics, representaban "un grupo enriquecido. Debido a que tenían antecedentes familiares, sabíamos que presentaban un mayor riesgo de desarrollar tics", señaló la Dra. Schrag.

Los participantes fueron evaluados cada 2 meses, alternando entre visitas programadas al hospital y entrevistas telefónicas. Los padres mantuvieron un diario semanal y recibieron instrucciones de llevar a su hijo para una evaluación si mostraba signos de tics.

El periodo de seguimiento promedio fue de 1,6 años, pero algunos de los niños fueron seguidos hasta por 48 meses. Durante el estudio hubo un total de 1.944 evaluaciones, incluidas 939 entrevistas telefónicas y 1.005 visitas clínicas.

Más común en niños

Los investigadores definieron el inicio de los tics como la primera aparición de cualquier movimiento o vocalización involuntarios repentinos, rápidos, recurrentes y no rítmicos en al menos tres días separados dentro de un periodo de 3 semanas.

Los investigadores evaluaron la exposición a estreptococos del grupo A utilizando parámetros de frotis faríngeos, títulos séricos de antiestreptolisina O y títulos de anti-DNasa B.

Se utilizaron múltiples definiciones y combinaciones de exposiciones a estreptococos del grupo A "para asegurarse de que no nos perdiéramos ninguna asociación porque no usamos la definición correcta", dijo la Dra. Schrag. Explicó que una infección estreptocócica definitiva no siempre es clara.

Al inicio del estudio, 17,0% de los participantes dio positivo para estreptococos del grupo A y 78,8% dio negativo. No se disponía de frotis de garganta de 4,2% de los participantes.

Durante el seguimiento, el número de exposiciones positivas confirmadas a estreptococos del grupo A fue de 59, 102, 125 y 138, según la definición.

Los investigadores identificaron 61 casos de tics durante el periodo de estudio. No hubo evidencia de una asociación entre la aparición de tics y la exposición a estreptococos del grupo A después de ajustar por edad, sexo y nivel de educación de los padres.

Sin embargo, hubo una fuerte asociación entre el inicio de los tics y el sexo, siendo las niñas 60% menos propensas a desarrollar tics que los niños (hazard ratio: 0,4; intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 0,2 a 0,7; p < 0,01).

Este resultado no fue particularmente sorprendente, ya que se sabe que más niños que niñas desarrollan tics. "Acabamos de confirmar eso de manera prospectiva", comentó la Dra. Schrag.

Los resultados de los análisis de sensibilidad confirmaron los resultados. Este también fue el caso con los análisis que excluyeron las visitas con datos faltantes sobre la exposición a estreptococos del grupo A y que se ajustaron aún más para el sitio clínico y el uso de fármacos psicotrópicos.

¿Otros patógenos?

Aunque los resultados no mostraron una asociación entre el estreptococo y los tics en esta población, no se "cierra la puerta por completo" a una posible relación, indicó la Dra. Schrag.

"En general el desarrollo de tics en los niños no está asociado con el estreptococo del grupo A, pero las diferencias en pequeños subgrupos nunca pueden ser excluidas por un estudio como este".

Los participantes en este estudio formaban parte de los European Multicentre Tics in Children Studies (EMTICS), un estudio de cohorte prospectivo que explora el papel de los factores ambientales y genéticos en los trastornos de tics crónicos pediátricos. Ese proyecto también está analizando los factores del sistema inmunitario, "que podrían desempeñar un papel en el desarrollo de tics crónicos y las afecciones asociadas", agregó la Dra. Schrag.

Todavía es posible que otros patógenos puedan desempeñar un papel en el desarrollo de los tics. "Eso va a ser objeto de más análisis y estudios futuros", agregó la especialista.

Al comentar para Medscape Noticias Médicas, Tamara Pringsheim, profesora de neurociencias clínicas, psiquiatría, pediatría y ciencias de la salud comunitaria de la University of Calgary, en Alberta, Canadá, elogió la investigación.

"Este fue un estudio bien diseñado, con una gran muestra de 260 niños seguidos durante hasta 4 años, utilizando un protocolo estandarizado para evaluar la infección por estreptococos del grupo A y la aparición de nuevos tics".

El estudio, que no descubrió una asociación entre la exposición a estreptococos del grupo A y la aparición de tics, "proporciona evidencia de alto nivel de que la exposición al estreptococo del grupo A no es un factor de riesgo importante para la nueva aparición de tics en niños con antecedentes familiares de trastornos de tics".

El estudio recibió financiación del Séptimo Programa Marco de la Unión Europea para investigación, desarrollo tecnológico y demostración. La Dra. Schrag ha declarado haber recibido honorarios por consultoría o consejo asesor de Biogen, Abbvie, Bial y Neurotechnology, apoyo a la investigación del Instituto Nacional de Investigación en Salud, Parkinsons UK, el Consejo de Investigación Económica y Social y la Comisión Europea y regalías de Oxford University Press. Pringsheim ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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