COMENTARIO

Impacto de la pandemia de COVID 19 en los programas de trasplante hepático en el mundo

Dra. Ylse Gutiérrez Grobe

Conflictos de interés

17 de febrero de 2022

Encuentre las últimas noticias y orientación acerca de la COVID-19 en el Centro de información sobre el coronavirus (SARS-CoV-2).

El texto ha sido modificado para su mejor comprensión.

Hola, soy la Dra. Ylse Gutiérrez Grobe, gastroenteróloga y endoscopista, desde la Ciudad de México, grabando para Medscape en español.

La alteración creada por la pandemia de COVID-19 ha impactado de una forma sin precedentes a los diferentes sectores de los sistemas de salud en el mundo. A casi 2 años de su inicio, los efectos causados por la saturación de los servicios de salud comienzan a salir a la superficie.

La pandemia no solo ha hecho más evidentes las vulnerabilidades de las instituciones de salud, sino que han quedado más que claras las profundas implicaciones en la economía, los gobiernos e incluso en la respuesta de los individuos como sociedad. En países como Estados Unidos permitió hacer más evidente la brecha de desigualdad económica y racial, mientras que en países como México se convirtió en la primera causa de mortalidad general, incluyendo mortalidad materna.

El efecto de COVID-19 en el acceso al trasplante hepático ha sido indiscutible y las brechas de disparidad que ya se conocían entre los diferentes grupos raciales o socioeconómicos se hicieron más grandes y evidentes.

Por un lado, mientras los servicios electivos fueron cancelados, aquellos servicios considerados indispensables, como los programas de trasplante, continuaron principalmente en pacientes con indicación urgente y el trasplante hepático no fue la excepción.

Sin embargo, en pacientes en quienes el procedimiento no era cuestión de vida o muerte, los servicios de trasplante sufrieron retrasos, exponiendo constantemente a los pacientes a situaciones de urgencia.

Algunos reportes epidemiológicos estimaron que la actividad de trasplante hepático en Estados Unidos disminuyó 25% y más de 80% en Reino Unido e India entre febrero y mayo de 2020.

Sin embargo, los programas de trasplante más importantes en el mundo adoptaron un abordaje escalonado de disminución en sus actividades, con una disminución progresiva que se ajustó al avance de la pandemia de acuerdo a cada región.

En países europeos y en Estados Unidos se establecieron restricciones, como el hecho de limitar el trasplante a pacientes con puntaje MELD > 20, > 25 o > 30 de acuerdo a la institución, falla hepática aguda o en pacientes con riesgo de salir de criterios para trasplante por patología oncológica.

En el caso particular de México, el Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) decidió reducir los trasplantes de órganos sólidos únicamente a situaciones de urgencia y los trasplantes electivos fueron cancelados durante los periodos de gran actividad de la pandemia; asimismo, se reiniciaron de manera paulatina a partir de junio de 2020 en aquellas instituciones con capacidad para tener áreas libres de COVID-19.

Cabe destacar que según los datos publicados recientemente por las mayores clínicas de trasplante del país, el número de trasplantes realizados en la medicina privada fue mayor, en comparación con aquellos realizados en la medicina pública, invirtiéndose por primera vez la tendencia que se tenía en la era pre-COVID-19. En este sentido, en las instituciones públicas se observó una reducción de 90%, mientras que en la medicina privada una reducción de 35% solo en trasplante hepático, con una reducción global de 89% y 62% en todos los trasplantes, en las instituciones públicas y privadas, respectivamente.[1]

Además de qué ocurrió con pacientes enlistados para trasplante, otro punto relevante para considerar se refiere a aquellos pacientes que fueron trasplantados antes de la pandemia y que se contagiaron de COVID-19. En un estudio publicado por Webb y sus colaboradores, en el que informaron sobre la serie más grande de pacientes con trasplante hepático en 18 países, se observó que 82% requirió hospitalización, 28% admisión a una unidad de cuidados intensivos y la mortalidad fue de 19%, aunque de forma interesante se reporta que la mortalidad fue menor que en aquellos pacientes controles no trasplantados (19% frente a 27%, respectivamente).[2]

Los predictores de mortalidad que se han reportado para los pacientes con trasplante hepático fueron: edad mayor, sexo masculino, linfopenia, aumento en el dímero D y niveles de ferritina elevados. Además los pacientes con comorbilidades, como hipertensión, diabetes, obesidad o enfermedad cardiovascular, tuvieron mayor riesgo de presentar lesión renal aguda y mayor mortalidad. Otras series realizadas en Europa y Estados Unidos mostraron desenlaces semejantes a lo reportado por Webb.

Finalmente, cabe mencionar que aunque estrictamente esto no generó un impacto en la necesidad de trasplante, múltiples estudios reportaron que la presencia de una hepatopatía crónica al momento de contagiarse con COVID-19 fue un factor predictor independiente para necesidad de hospitalización en una unidad de cuidados intensivos, así como la necesidad de ventilación mecánica. Sin embargo, se encontraron diferencias importantes en cuanto a desenlaces de mortalidad y desenlaces adversos en aquellos pacientes con cirrosis, frente a los pacientes con hepatopatía crónica sin cirrosis.

Sin duda la pandemia de COVID-19 no deja de darnos lecciones que deberían ser tomadas en cuenta para mejorar los servicios de trasplante, reducir brechas y permitir que se tenga mayor acceso al que se tenía en la era prepandemia. La información presentada a nivel internacional, pero también a nivel regional en México, nos invita a reflexionar y a poner las cartas sobre la mesa con los servicios de salud, para realizar mayores esfuerzos en conjunto con la población, el gobierno y las instituciones de salud.

Soy la Dra. Ylse Gutiérrez, desde la ciudad de México para Medscape en español.

Siga a la Dra. Ylse Gutiérrez Grobe de Medscape en español en Twitter @draylsegastro.

Para más contenido siga a Medscape en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Comentario

3090D553-9492-4563-8681-AD288FA52ACE
Los comentarios están sujetos a moderación. Por favor, consulte los Términos de Uso del foro

procesando....