Mini-examen clínico: Efectos endocrinos de los inhibidores de puntos de control inmunitario

Dr. José Gotés Palazuelos

Conflictos de interés

26 de enero de 2022

La glándula hipófisis es otro de los sitios blanco de eventos adversos inmunes asociados a los inhibidores de puntos de control inmunitario. La hipofisitis es el proceso inflamatorio de la glándula hipófisis y tallo hipofisario que puede generar deficiencias hormonales. Las causas de hipofisitis son variadas, incluyendo la secundaria al uso de inhibidores de puntos de control inmunitario.

La hipofisitis inducida por inhibidores de puntos de control inmunitario ha sido reportada como el evento adverso endocrino más común asociado al tratamiento con inhibidores de antígeno 4 del linfocito T citotóxico como ipilimumab. De hecho, las primeras descripciones de esta entidad con inhibidores de puntos de control inmunitario fueron hechas en pacientes con melanoma metastásico tratados con ipilimumab.

La incidencia de hipofisitis con el uso de ipilimumab ronda entre 1% y 15% de los casos. Se estima que el tiempo medio de aparición de este evento es de 9 semanas después del comienzo del anticuerpo. Las manifestaciones clínicas son aquellas de las deficiencias hormonales que producen, siendo de estas las más comunes el hipotiroidismo secundario, seguida de la insuficiencia adrenal secundaria e hipogonadismo hipogonadotrófico.

Entre 70% y 85% de los pacientes con hipofisitis refieren cefalea, que asociada a los datos de hiposecreción hormonal se convierte en un síntoma relevante para detectar la enfermedad.

Una vez que se sospecha, es necesario solicitar exámenes para la evaluación del eje pituitario, que incluyen pruebas de función tiroidea, cortisol matutino y hormona adrenocorticotrofina, hormona folículoestimulante, hormona luteinizante, estradiol (mujeres), testosterona (hombres), prolactina y factor de crecimiento similar a la insulina tipo 1.

Confirmadas las deficiencias, el estudio imagenológico de elección es la resonancia magnética con secuencias para hipófisis. El hallazgo de una glándula aumentada de tamaño, con engrosamiento del tallo hipofisario (diámetro mayor a 3,5 mm) y captación homogénea de gadolinio, sugiere hipofisitis.

La evolución de los casos de hipofisitis asociada a inhibidores de puntos de control inmunitario es variable. Aproximadamente entre la mitad y tres cuartos de los pacientes presentan resolución de la enfermedad a un año del diagnóstico, por lo que una buena porción de ellos permanece con deficiencias hormonales después de un año, en especial del corticotropo (insuficiencia adrenal secundaria). En este sentido, la evaluación regular se hace necesaria para determinar aquellos que requieren de continuar tratamiento hormonal sustitutivo.

El manejo de la hipofisitis requiere la vigilancia estricta y monitoreo continuo del paciente. En caso de deficiencia adrenal secundaria es importante iniciar dosis de sustitución con glucocorticoesteroides, como hidrocortisona (10 a 15 mg al día) o prednisona (5 mg al día), las dosis altas de glucocorticoesteroides solo deben usarse en casos raros donde existan complicaciones neurológicas asociadas a la hipofisitis. Para el eje tiroideo se puede comenzar levotiroxina e ir ajustando acorde a los resultados de tiroxina libre. La vigilancia de hormona estimulante de la tiroides es importante para evaluar la recuperación del eje.

Para más información sobre hipofisitis posimunoterapia, lea aquí .

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