Los pacientes con cáncer de mama tratados con quimioterapia que también tomaron probióticos como suplemento tuvieron significativamente menos síntomas de deterioro cognitivo relacionado con la quimioterapia a menudo denominado "quimiocerebro", en comparación con un grupo de control que tomó cápsulas de placebo, informa el primer estudio de su tipo.[1]

Dr. Jianbin Tong
"Nuestros hallazgos brindan una estrategia de prevención simple, económica y efectiva para los efectos secundarios relacionados con la quimioterapia, incluido el deterioro cognitivo", comentó a Medscape Noticias Médicas el autor principal, Dr. Jianbin Tong, Ph. D., del Departamento de Anestesiología del Third Xiangya Hospital en la Central South University, en Changsha, China,.
La investigación "es el primer estudio que muestra que la suplementación con probióticos durante la quimioterapia puede prevenir el deterioro cognitivo relacionado con la quimioterapia", anotó.
El estudio aleatorizado doble enmascarado se publicó en diciembre en European Journal of Cancer.
Incluyó a 159 pacientes en China con cáncer de mama en estadios I a III que requirieron quimioterapia adyuvante entre 2018 y 2019.
Los pacientes fueron aleatorizados para recibir un esquema de tres cápsulas dos veces al día que contenía probióticos (n = 80) o placebo (n = 79) durante su quimioterapia.
La cápsula probiótica BIFICO contenía Bifidobacterium longum, Lactobacillus acidophilus y Enterococcus faecalis (210 mg de cada uno).
Las reducciones en los síntomas observadas con la suplementación "superaron nuestras expectativas", manifestó el Dr. Tong a Medscape Noticias Médicas.
Especuló que esto podría tener efectos a más largo plazo, con la prevención del deterioro cognitivo inicial que podría "cambiar la trayectoria neurodegenerativa de los pacientes después de la quimioterapia".
"Los pacientes no necesitan tomar probióticos continuamente, pero es mejor tomarlos de manera intermitente", destacó.

Melanie Sekeres
Al solicitar su comentario, Melanie Sekeres, Ph. D., catedrática de investigación de Canadá y profesora asistente de la School of Psychology en la University of Ottawa, en Ottawa, Canadá, dijo que las mejoras, como las observadas en el recuerdo tardío, son especialmente interesantes.
"Esto es particularmente notable porque se sabe que una de las regiones del cerebro que está críticamente involucrada en el procesamiento de la memoria a largo plazo, el hipocampo, es muy sensible a la neurotoxicidad inducida por la quimioterapia", indicó a Medscape Noticias Médicas.
"El hallazgo de que el tratamiento con probióticos administrado junto con la quimioterapia es suficiente para, en parte, proteger contra los trastornos de la memoria en estos pacientes sugiere que el tratamiento con probióticos puede proporcionar cierta neuroprotección", señaló.
Una pregunta clave es si se verían resultados similares con otros esquemas de quimioterapia, añadió Sekeres. "Para comprender mejor la efectividad de estos probióticos en la prevención de deterioro cognitivo relacionado con la quimioterapia, deben probarse con otros tipos de quimioterapias antes de que se puedan sacar conclusiones generales".
Medición del efecto en el deterioro cognitivo por quimioterapia
El deterioro cognitivo por quimioterapia se reporta usualmente después de la quimioterapia y alrededor de 35% de los pacientes informa tener efectos a largo plazo,
Los síntomas clave incluyen deficiencias en la memoria, la atención y las habilidades ejecutivas y de velocidad de procesamiento.
En su estudio, el Dr. Tong y sus colaboradores evaluaron el estado cognitivo de las pacientes con una serie de pruebas neuropsicológicas validadas. Evaluaron 1 día antes de iniciar la quimioterapia y 21 días después del último ciclo de quimioterapia. Las pruebas incluyeron el Test de aprendizaje verbal de Hopkins para la memoria verbal en su versión revisada (HVLT-R), el Test breve de memoria visuoespacial revisado para la memoria visuoespacial (BVMT-R) y varias otras.
El equipo informó que después del ajuste por factores de confusión, la incidencia total de deterioro cognitivo relacionado con la quimioterapia fue significativamente menor en el grupo de probióticos frente al grupo de placebo 21 días después de la quimioterapia (35% frente a 81%; relative risk [RR]: 0,43).
Las tasas de deterioro cognitivo leve también fueron más bajas en el grupo de probióticos (29% frente a 52%; RR: 0,55), al igual que las tasas de deterioro cognitivo moderado (6% frente a 29%; RR: 0,22).
Las mejoras con los probióticos se observaron en la mayoría de los otros dominios neuropsicológicos, incluida la memoria verbal instantánea y la memoria visuoespacial retrasada (ambas p = 0,003) e interferencia visuoespacial y fluidez verbal (ambas p < 0,001).
Las mayores mejoras en el grupo de probióticos se observaron independientemente del uso de otros fármacos o del tipo de esquema de quimioterapia recibido, que podría haber incluido epirrubicina o docetaxel o ciclofosfamida.
El deterioro cognitivo relacionado con la quimioterapia fue más frecuente en pacientes de mayor edad y con un menor nivel educativo o un índice de masa corporal más alto. Sin embargo, las mejoras en el grupo de probióticos se observaron independientemente de esos factores, comentaron los autores.
Además de la reducción del deterioro cognitivo que se observó, el tratamiento con probióticos también se asoció con niveles más bajos de glucosa en sangre frente al placebo (media: 4,96 frente a 5,30; p = 0,02) y lipoproteínas de baja densidad (2,61 frente a 2,89; p = 0,03), mientras que no hubo diferencias significativas entre los grupos antes de la quimioterapia.
No hubo informes de emesis grave o estreñimiento (grado 3 o superior) en ninguno de los grupos. No obstante, el grupo de probióticos tuvo una incidencia significativamente menor de ambos, señalaron los autores.
¿Cómo funciona?
Se teoriza que los beneficios potenciales de los probióticos resultan de la estabilización de las alteraciones colónicas y bacterianas causadas por la quimioterapia, potencialmente compensando la neuroinflamación relacionada con el tratamiento del cáncer, especulan los autores.
Un subanálisis de 78 muestras de heces de 20 pacientes del estudio no mostró diferencias en la diversidad alfa o beta antes o después de la quimioterapia; sin embargo, hubo reducciones significativas en la abundancia de Streptococcus y Tyzzerella (p = 0,023 y p = 0,033, respectivamente) en el grupo de probióticos después de la quimioterapia.
Un análisis posterior mostró que el suplemento de probióticos moduló los niveles de nueve metabolitos plasmáticos en pacientes con cáncer de mama y los resultados sugieren que los metabolitos (incluido p-mentha-1,8-dien-7-ol) "podrían ser moduladores en la prevención de deterioro cognitivo relacionado con la quimioterapia por probióticos", señalaron los autores.
Beneficios informados más allá del cáncer de mama
Un ensayo posterior realizado por el Dr. Tong y sus colaboradores después del estudio de deterioro cognitivo relacionado con la quimioterapia mostró beneficios protectores similares con probióticos para la prevención del síndrome mano-pie y la mucositis oral asociados con la quimioterapia.
Y en un estudio publicado el año pasado, el equipo de investigación encontró evidencia de que los suplementos probióticos protegen contra el deterioro cognitivo en los adultos mayores después de una cirugía.[2]
El estudio recibió el apoyo de National Natural Science Foundation of China, Subproject of the National Key Research and Development Program Project of China, la plataforma de innovación científica y tecnológica y el plan de talento de la provincia de Hunan y Natural Science Foundation of Hunan Province.
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CRÉDITO
Imagen principal: Dreamstime
Figura 1: Dr Jianbin Tong
Figura 2: Dr Melanie Sekeres
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Citar este artículo: ¿Podrían los probióticos reducir el deterioro cognitivo por quimioterapia en pacientes con cáncer de mama? - Medscape - 20 de enero de 2022.
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