Los receptores de trasplante de hígado o riñón que son positivos al virus de inmunodeficiencia humana (VIH) muestran resultados similares a los que no tienen virus de inmunodeficiencia humana a los 15 años posteriores al trasplante, en una nueva investigación que representa uno de los seguimientos más prolongados de estos pacientes hasta la fecha.[1]
Los hallazgos respaldan la provisión de trasplantes a pacientes con virus de inmunodeficiencia humana, dicen los investigadores.

Dr. Peter Stock
"En general, los excelentes resultados después de los receptores de trasplantes de hígado y riñón en receptores infectados por el virus de inmunodeficiencia humana justifican la utilización de un recurso escaso", dijo a Medscape Noticias Médicas el autor principal, Dr. Peter G. Stock, Ph. D., director quirúrgico del Programa de Trasplante de Riñón y Páncreas y director quirúrgico del Programa de Trasplante Renal Pediátrico de la University of California en San Francisco (UCSF), Estados Unidos.
"Muchos centros todavía ven el virus de inmunodeficiencia humana como una contraindicación estricta para el trasplante. Estos datos muestran que no lo es", enfatizó.
El estudio, publicado en JAMA Surgery, involucró a pacientes con virus de inmunodeficiencia humana que recibieron trasplantes de riñón o hígado entre 2000 y 2019 en UCSF, con el acceso único a algunos de los datos a más largo plazo sobre esos resultados.
"La UCSF fue el primer centro de EE. UU. en realizar trasplantes de forma rutinaria en personas con virus de inmunodeficiencia humana y, en función del gran volumen de trasplantes que se realizan, pudimos utilizar la coincidencia de propensión para abordar la comparación de receptores de trasplantes de hígado y riñón con y sin virus de inmunodeficiencia humana en un solo centro", explicó el Dr. Stock.
"Hasta donde sabemos, no hay informes a largo plazo [más de 10 años] sobre los resultados [del trasplante] en la población seropositiva".

Dr. David Klassen
Comentando sobre el estudio, el Dr. David Klassen, director médico de la Red Unida para el Intercambio de Órganos (UNOS), señaló que los hallazgos "confirman investigaciones previas realizadas en la UCSF y reportadas en The New England Journal of Medicine", en 2010, comentó a Medscape Noticias Médicas.[2] "Amplía los hallazgos anteriores".
"El mensaje final es que estos pacientes que viven con virus de inmunodeficiencia humana pueden ser trasplantados con éxito con los buenos resultados esperados y obtendrán un beneficio sustancial del trasplante", afirmó el Dr. Klassen.
Menor sobrevida en el paciente trasplantado de riñón, similar supervivencia del injerto
Para el análisis del trasplante de riñón, 119 receptores con virus de inmunodeficiencia humana se equipararon por propensión con 655 receptores seronegativos a virus de inmunodeficiencia humana, con una edad media de los pacientes de alrededor de 52 años y aproximadamente 70% de hombres.
A los 15 años posteriores al trasplante, la sobrevida de los pacientes fue de 53,6% entre los pacientes seropositios, frente a 79,6% de los seronegativos (p = 0,03).
La supervivencia del injerto entre los pacientes trasplantados de riñón fue proporcionalmente mayor entre los pacientes con virus de inmunodeficiencia humana después de 15 años (75% frente a 57%); sin embargo, la diferencia no fue estadísticamente significativa (p = 0,77).
La primera autora, Dra. Arya Zarinsefat, del Departamento de Cirugía de la UCSF, especuló que la sobrevida a largo plazo más baja de los pacientes entre los receptores de trasplantes de riñón con virus de inmunodeficiencia humana puede reflejar riesgos cardiovasculares conocidos entre esos pacientes.
"Postulamos que parte de esto puede deberse al hecho de que los pacientes con virus de inmunodeficiencia humana ciertamente tienen comorbilidades adicionales, específicamente cardiovasculares", dijo a Medscape.
"Al observar la curva de supervivencia, la supervivencia fue casi idéntica a los 5 años, y solo comenzó a divergir a los 10 años después del trasplante", anotó.
Una evaluación adicional de pacientes con virus de inmunodeficiencia humana que estaban coinfectados con hepatitis C (VHC) mostró que aquellos con coinfección virus de inmunodeficiencia humana/virus de hepatitis C antes de la introducción del centro de medicamentos antivirales de acción directa contra el virus de hepatitis C en 2014 tenían la menor tasa de supervivencia de todos los subgrupos, del 57,1 % a los 5 años del trasplante (p = 0,045 frente a los tratados después de 2014).
Sobrevida del paciente con trasplante de hígado similar
En cuanto a los resultados del trasplante de hígado, entre los 83 receptores seropositivos que fueron equiparados por propensión con 468 receptores seronegativos, la edad media fue de aproximadamente 53 años y aproximadamente 66% eran hombres.
Las tasas de sobrevida de los pacientes a los 15 años no fueron significativamente diferentes entre los grupos, con 70% para los seropositivos y 75,7% para los seronegativos (p = 0,12).
Al igual que los receptores de trasplante de riñón, la peor sobrevida entre todos los subgrupos de trasplante de hígado fue entre los pacientes coinfectados por el virus de inmunodeficiencia humana y el virus de hepatitis C antes del acceso a los antivirales de acción directa contra el virus de hepatitis C en 2014, con una sobrevida a los 5 años de 59,5% (p = 0,04).
"Desde el advenimiento de los antivirales de acción directa contra el virus de hepatitis C, los resultados del trasplante de hígado en pacientes monoinfectados con virus de hepatitis C son comparables a los de los receptores coinfectados por virus de hepatitis C/virus de inmunodeficiencia humana", dijo el Dr. Stock.
Mayores tasas de rechazo agudo con seropositividad
Sin embargo, las tasas de rechazo agudo al cabo de 1 año en los grupos de trasplante de riñón e hígado, seropositivos (alrededor de 20% y 30%, respectivamente) fueron más altas que las tasas de incidencia media nacional de alrededor de 10% al cabo de 1 año.
Los datos a largo plazo de esos pacientes mostraron que el rechazo agudo afectó los resultados de supervivencia del injerto con los receptores de trasplante de riñón: los receptores de trasplante de riñón con virus de inmunodeficiencia humana que tuvieron al menos un episodio de rechazo agudo tuvieron una supervivencia del injerto de solo el 52,8% a los 15 años posteriores al trasplante, en comparación con el 91,8% entre los receptores sin rechazo agudo.
Estas diferencias no se observaron entre los receptores de trasplantes de hígado con virus de inmunodeficiencia humana.
Los autores señalan que el mayor riesgo de rechazo agudo en pacientes con trasplante de riñón con virus de inmunodeficiencia humana es consistente con estudios previos, con causas que pueden ser multifactoriales.
Las principales teorías incluyen interacciones farmacológicas con los inhibidores de la proteasa, lo que da como resultado que algunos centros hagan la transición de los pacientes infectados por el virus de inmunodeficiencia humana de esos esquemas a esquemas basados en la integrasa antes del trasplante.
"Por lo tanto, el manejo y la prevención del rechazo agudo en pacientes con trasplante de riñón con virus de inmunodeficiencia humana seguirán siendo un componente clave en la atención de estos pacientes", señalaron los autores en su estudio.
El estudio fue apoyado en parte por National Institutes of Health. Los autores del estudio y el Dr. Klassen han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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CRÉDITOS
Imagen principal: Dreamstime
Figura 1: University of California San Francisco
Figura 2: United Network for Organ Sharing
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Citar este artículo: Buenos resultados a largo plazo del trasplante de riñón e hígado en adultos con virus de inmunodeficiencia humana - Medscape - 19 de enero de 2022.
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