NUEVA YORK. La vacuna contra el virus de la fiebre amarilla podría no neutralizar tan bien las cepas de Sudamérica como neutraliza las cepas de África, según una reciente investigación.[1]
"Existen diferencias genéticas entre los virus de la fiebre amarilla que circulan en África frente a los de Sudamérica que reducen la potencia de la respuesta de anticuerpos neutralizantes contra las cepas en América del virus de la fiebre amarilla", comentaron a Reuters Health los doctores Kartik Chandran y Denise Haslwanter, ambos del Albert Einstein College of Medicine, en Nueva York, Estados Unidos.
"En la actualidad la actividad neutralizante que tienen los anticuerpos en la sangre obtenida de las personas vacunadas se utiliza como un sustitutivo de la protección, aunque probablemente sea una medida imperfecta. Sin embargo, esta medición se realiza utilizando la cepa de África y no la de Sudamérica. La discordancia de la cepa podría llevar a una sobreestimación de cómo los anticuerpos desarrollados por la vacunación actuarán contra las cepas víricas en América a las que estos individuos pueden estar expuestos", señalaron.
"Creemos que los laboratorios de salud pública de Sudamérica deberían reevaluar cómo se realiza esta medición. Nuestro trabajo muestra que el uso de una cepa sudamericana debería proporcionar una evaluación más realista de la respuesta de anticuerpos provocada por la vacuna", destacaron.
Como señalaron los doctores Chandran y Haslwanter, la inducción de anticuerpos neutralizantes o bloqueantes de la entrada del virus, dirigidos a la proteína E de la envoltura, se considera el marcador indirecto más importante de la protección inducida por la vacuna y puede ser el principal mecanismo que confiere protección perdurable contra la enfermedad por flavivirus.
En Cell Host & Microbe el equipo publicó sobre la potencia de neutralización de la respuesta a anticuerpos policlonales y monoclonales humanos inducidos por la vacuna, contra la cepa endémica de Brasil YFV 2017-19, es sustancialmente menor que la prevista por los ensayos clásicos de potencia que utilizan las cepas de la vacuna o una cepa silvestre de África del virus de la fiebre amarilla.
Los análisis de las respuestas de anticuerpo de los donadores vacunados mostraron que la reducción era atribuible en gran medida a los cambios genéticos en los dos sitios en el dominio central II de la proteína E de la cepa YFV 2017-19.
Un análisis filogenético de las secuencias del genoma del virus de la fiebre amarilla mostró que estos cambios no estaban presentes en las secuencias africana y asiática (exafricana). Sin embargo, son compartidos esencialmente entre todas las secuencias sudamericanas que datan de 1977.
Los análisis de la respuesta de anticuerpos neutralizantes a la vacuna sudamericana mostraron una actividad de neutralización reducida poco después de la vacunación y una potencia de neutralización "sustancialmente reducida" en relación con la cepa de la vacuna en momentos posteriores en tres de cinco donadores.
Los análisis de sueros de donadores de grupos más grandes de vacunados estadounidenses y brasileños corroboraron la tendencia al revelar reducciones significativas en la neutralización de la cepa de la vacuna.
Los doctores Chandran y Haslwanter agregaron: "No estamos diciendo que la vacuna sea más eficaz en Sudamérica que en África, no hay prueba de ello y no analizamos la eficacia de la vacuna en nuestro estudio. Es muy posible que la actividad neutralizante existente, aunque menor, sea suficiente para bloquear la infección por el virus. Además, es posible que otras ramas de la respuesta inmunitaria, como las células T efectoras, no se vean afectadas".
"Esto es paralelo al debate actual sobre la relación entre la actividad neutralizante de los anticuerpos y la eficacia de la vacuna contra el SARS-CoV-2 y sus variantes. Al igual que en caso de la COVID-19, también hay que distinguir entre las infecciones posteriores a la vacunación y la enfermedad. La reducción de los anticuerpos neutralizantes puede afectar a las primeras, pero no a la segunda, simplemente no lo sabemos", señalaron.
El Dr. Mark Heise, profesor de Genética, Microbiología e Inmunología en la University of North Carolina, manifestó a Reuters Health: "El estudio tiene importantes implicaciones para los esfuerzos de vacunación contra el virus de la fiebre amarilla. Ilustra la importancia de utilizar el virus indicador antigénicamente apropiado cuando se mide la eficacia de la vacuna contra el virus de la fiebre amarilla en Sudamérica".
"Se necesitan estudios adicionales para evaluar otros aspectos de la inmunidad inducida por la vacuna, incluidos los efectos de las mutaciones víricas en los epítopos de las células T. Asimismo, es necesario realizar estudios para evaluar las tasas de infección posterior a la vacunación que den lugar a la enfermedad clínica en la región", añadió.
"La estrategia más sencilla para utilizar la vacuna probablemente implique la introducción de las mutaciones identificadas por los autores en la variante 17-D de la vacuna, aunque esto probablemente requeriría considerables pruebas de tolerabilidad y eficacia. Otra posibilidad es incluir el antígeno derivado del virus de la fiebre amarilla sudafricano en otras plataformas de vacunas, como las de ARN mensajero. Sin embargo, creo que esto sería prematuro hasta que se obtengan los resultados de los estudios de eficacia".
"Mientras tanto, los médicos deben estar atentos a las infecciones que se produzcan en personas vacunadas que vivan o viajen a Sudamérica", puntualizó.
Traducido y adaptado por el equipo de Medscape en español.
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CRÉDITO
Imagen principal: iStock Images
Reuters Health Information © 2022
Citar este artículo: Respuesta atenuada de anticuerpos neutralizantes a la vacunación contra la fiebre amarilla en Sudamérica - Medscape - 25 de enero de 2022.
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