Nueva comprensión de los intentos de suicidio

Megan Brooks

Conflictos de interés

6 de enero de 2022

Los investigadores han identificado un locus de riesgo en el cromosoma 7 que contiene variaciones del ADN que aumentan el riesgo de que una persona intente suicidarse, incluso en ausencia de un trastorno psiquiátrico.[1]

Este hallazgo sugiere que los fundamentos genéticos de los intentos de suicidio son parcialmente similares y parcialmente distintos de los de los trastornos psiquiátricos relacionados, señalaron los investigadores.

"Este estudio nos acerca un paso más a la comprensión de la neurobiología del suicidio, con el objetivo final de desarrollar nuevos tratamientos y estrategias de prevención", indicó a Medscape Noticias Médicas Niamh Mullins, Ph. D., del Departamento de Psiquiatría y del Departamento de Genética y Ciencias Genómicas de la Icahn School of Medicine de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.

El estudio fue publicado en versión electrónica el 30 de noviembre en Biological Psychiatry.

El estudio más grande hasta la fecha

En el estudio de asociación genética de intentos de suicidio más grande publicado hasta la fecha, los investigadores llevaron a cabo un estudio de asociación del genoma completo (GWAS) de 29.782 casos con intentos de suicidio y 519.961 controles en el Suicide Genetics Consortium (ISGC).

Dos loci alcanzaron la significancia en todo el genoma para el intento de suicidio: el complejo principal de histocompatibilidad y un locus intergénico en el cromosoma 7, el último de los cuales continuó asociado con el intento de suicidio después del condicionamiento por trastornos psiquiátricos y se replicó en una cohorte independiente de más de 14.000 veteranos del Million Veteran Program.

"Este es el primer locus genético replicado que contribuye más al intento de suicidio que a los trastornos psiquiátricos relacionados", comentó Mullins a Medscape Noticias Médicas.

"El estudio encontró una superposición en la base genética del intento de suicidio y la de los trastornos psiquiátricos relacionados, en particular la depresión mayor, pero también con la de los factores de riesgo no psiquiátricos como tabaquismo, dolor, conducta arriesgada, trastornos del sueño y peor salud en general", destacó Mullins.

"Estas relaciones genéticas entre el intento de suicidio y los factores de riesgo no psiquiátricos no fueron resultado de una enfermedad psiquiátrica comórbida, lo que sugiere que existe una base biológica compartida entre el intento de suicidio y los factores de riesgo no psiquiátricos", agregó.

Mullins advirtió que los hallazgos no tienen ningún impacto inmediato en la atención al paciente.

"El objetivo final de esta investigación es obtener información sobre las vías biológicas subyacentes involucradas en los intentos de suicidio o pensamientos suicidas, proporcionando vías potenciales para tratamientos y estrategias de prevención", manifestó a Medscape Noticias Médicas.

"Los hallazgos del estudio también señalan la importancia de estudiar las posibles rutas causales directas entre estos factores de riesgo y el intento de suicidio en pacientes con y sin enfermedad psiquiátrica", agregó Douglas Ruderfer, Ph. D., cofundador y copresidente del consorcio y autor principal del artículo de Vanderbilt University Medical Center, en Nashville, Estados Unidos.

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