Bulevirtida demuestra eficacia contra la hepatitis D, según datos del mundo real

Jim Kling

Conflictos de interés

30 de diciembre de 2021

Un análisis del mundo real sobre bulevirtida reveló un perfil de tolerabilidad y eficacia similar al observado en ensayos clínicos anteriores en el tratamiento de la infección por el virus de la hepatitis delta.[1]

El virus de la hepatitis delta sólo puede infectar a los pacientes que ya son portadores del virus de la hepatitis B, pero produce la forma más grave de hepatitis vírica ya que puede evolucionar a cirrosis en un lapso de 5 años y a carcinoma hepatocelular en 10 años.

Bulevirtida es el primer medicamento en su clase que imita al antígeno de superficie de la hepatitis B, uniéndose a su receptor en los hepatocitos e impidiendo que las partículas virales del virus de la hepatitis delta se unan a él. El fármaco recibió la aprobación condicional para comercialización por parte de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en 2020 y ha recibido la designación de tratamiento innovador por la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos.

El estudio fue presentado en el Congreso Anual de la American Association for the Study of Liver Diseases (AASLD) de 2021 por Víctor De Ledinghen, Ph. D., profesor de hepatología y jefe de la unidad de hepatología y trasplante de hígado del Centre Hospitalier Universitaire (CHU) de Bordeaux, en Burdeos, Francia.

El programa de acceso temprano se puso en marcha después de que la Agencia Nacional de Medicamentos y Productos Sanitarios de Francia aprobara bulevirtida en 2019. Se puso a disposición de pacientes con cirrosis compensada o cirrosis hepática grave (F3) o pacientes con fibrosis F2 y niveles de alanina aminotransferasa superiores al doble del límite superior de lo normal durante 6 meses o más. Los pacientes recibieron bulevirtida sola (n = 77) o en combinación con peginterferón (n = 68), según lo determinó su médico.

Los investigadores definieron la eficacia virológica como los niveles no detectables de ARN del virus de hepatitis delta o la disminución de al menos 2 log10 con respecto al valor inicial. Definieron la eficacia bioquímica como los niveles de alanina aminotransferasa inferiores a 40 UI/l.

Un análisis por protocolo incluyó a todos los pacientes del grupo asignado a bulevirtida, pero excluyó a 12 del grupo asignado a la combinación que suspendieron peginterferón (n = 56). Diecinueve pacientes en el grupo asignado a bulevirtida tuvieron una modificación del tratamiento y siete lo interrumpieron. Cinco del grupo asignado a la combinación tuvieron una modificación del tratamiento y 14 lo abandonaron. A los 12 meses hubo un mayor descenso en la mediana de log10 UI/ml en el grupo asignado a la combinación (-5,65 frente a -3,64), aunque el estudio no tenía potencia para comparar ambos. A los 12 meses, el grupo asignado a la combinación tuvo una eficacia virológica de 93,9% frente a 68,3% del grupo asignado a bulevirtida.

Los dos grupos tenían niveles medios de alanina aminotransferasa similares a los 12 meses (48,91 y 48,03 UI/ml, respectivamente), y un mayor número de pacientes del grupo asignado a bulevirtida tenían niveles normales de alanina aminotransferasa (< 40 UI/l; 48,8% frente a 36,4%). A los 12 meses, 39,0% del grupo asignado a bulevirtida y 30,3% del grupo asignado a la combinación tuvieron una respuesta combinada, definida como ARN de virus de la hepatitis delta no detectable o ≥ 2 log10 con respecto al valor inicial más niveles normales de alanina aminotransferasa.

Veintinueve pacientes del grupo asignado a bulevirtida tuvieron un efecto adverso, frente a 43 del grupo asignado a la combinación. Los dos grupos fueron similares en cuanto a la frecuencia de efectos adversos de grados 3-4 (7 frente a 6), la interrupción debida a efectos adversos (2 frente a 3), muertes (0 en ambos), reacciones en el sitio de la inyección (2 en ambos), efectos adversos relacionados con el hígado (4 frente a 2) y elevación del ácido biliar (76 frente a 68).

Durante el periodo de preguntas y respuestas que siguió a la presentación, se le preguntó a De Ledinghen si tenía un plan de tratamiento preferido para los pacientes con infección por virus de la hepatitis delta. "Creo que depende de la tolerancia al peginterferón debido a todos los efectos secundarios de este fármaco. Creo que necesitamos tener factores de predicción de la respuesta virológica con o sin interferón. En este momento no tengo una preferencia, pero creo que por ahora debemos trabajar en los factores predictivos asociados a la respuesta virológica", dijo.

Dra. Anna Lok

La aprobación condicional de bulevirtida por parte de la EMA dependía de los resultados de los ensayos clínicos de fase 2, mientras que se están realizando los estudios clínicos de fase 3. "Fue un paso muy inusual que la EMA emitiera lo que es similar a una aprobación de uso de emergencia mientras los ensayos clínicos de fase 3 están todavía en curso", dijo la Dra. Anna Lok, a quien se le pidió su comentario sobre el estudio. La Dra. Lok es profesora de medicina interna, directora de hepatología clínica y vicedecana de investigación clínica en la University of Michigan, en Ann Arbor, Estados Unidos.

Señaló que los estudios de fase 2 indicaron que la combinación con peginterferón parece tener un efecto aditivo en la supresión del virus de la hepatitis delta, mientras que la monoterapia con bulevirtida tiene un mayor efecto en la normalización de los niveles de alanina aminotransferasa. La experiencia en el mundo real confirma estos resultados.

Pero los datos del mundo real revelaron algunas inquietudes. "Lo que realmente me preocupó fue el gran número de pacientes que necesitaron modificaciones de la dosis o interrupción del tratamiento, y eso parece ser el caso en los dos grupos de tratamiento. No entraron en muchos detalles con respecto a por qué los pacientes necesitaron modificaciones del tratamiento, pero es de suponer que se debió a efectos secundarios", dijo la Dra. Lok.

También señaló que el análisis por protocolo, en lugar de un análisis por intención de tratar, es un punto débil del estudio. Además, con el paso del tiempo, el número de pacientes analizados disminuyó: hasta 40% de los pacientes no tenían resultado de las pruebas en el mes 12. "Esto hace que uno se pregunte qué pasó con esos pacientes. Muy probablemente muchos no respondieron, en cuyo caso la tasa de respuesta global será mucho menor", dijo la Dra. Lok.

El estudio fue financiado por Gilead. De Ledinghen tiene relaciones económicas con Gilead, AbbVie, Echosens, Hologic, Intercept Pharma, Tillotts, Orphalan, Alfasigma, Bristol Myers Squibb y Siemens Healthineers. La Dra. Lok ha declarado no tener conflictos de intereses económicos relevantes.

Este artículo fue publicado originalmente en MDEdge.com, parte de la Red Profesional de Medscape.

Para más contenido siga a Medscape en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Comentario

3090D553-9492-4563-8681-AD288FA52ACE
Los comentarios están sujetos a moderación. Por favor, consulte los Términos de Uso del foro

procesando....