CASO CLÍNICO

Paciente masculino con hematuria macroscópica y una hermana con lupus

Paige A. Hargis; Dra. Katie S. Murray

Conflictos de interés

20 de diciembre de 2021

Habitualmente las complicaciones del cáncer vesical están relacionadas con el volumen tumoral o los síntomas asociados al tratamiento.[3] El cáncer vesical progresivo puede causar síntomas inespecíficos como astenia, anorexia, pérdida de peso y debilidad. Las metástasis pueden causar otros síntomas según su localización. Por ejemplo, las metástasis óseas pueden causar dolor óseo localizado. Los tumores pueden causar síntomas por efecto masa, como obstrucción de la vía urinaria con hidronefrosis y por último, insuficiencia renal. Los pacientes también pueden tener síntomas relacionados con los efectos adversos de la quimioterapia o la radioterapia. Las complicaciones quirúrgicas son incontinencia urinaria, disfunción eréctil y estenosis vaginal.

Es fundamental un proceso de toma de decisiones compartido con el paciente para explicarle el tratamiento del cáncer vesical.[11] El tratamiento depende mucho del estadio del tumor, sobre todo si ha invadido el músculo, de otras características del tumor y de la idoneidad del paciente para tratamiento quirúrgico.[3] Los algoritmos pueden ayudar a estandarizar el tratamiento en pacientes con cáncer vesical.[11] En general, las opciones son cirugía, quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, terapia dirigida o, con más frecuencia, una combinación de estas.[14]

Las técnicas quirúrgicas más frecuentes son resección transuretral del tumor vesical, cistectomía parcial o cistectomía radical con derivación urinaria. El video muestra una resección transuretral del tumor vesical en otro paciente con cáncer vesical.

La quimioterapia sistémica o intravesical puede ser útil, como terapia adyuvante o neoadyuvante. La inmunoterapia intravesical con vacuna de bacilo de Calmette-Guerin se ha asociado a tasas de sobrevida altas en pacientes con riesgo alto.[15] Puede emplearse radioterapia, habitualmente combinada con quimioterapia, debido a las tasas altas de recidiva observadas en pacientes tratados solo con radioterapia.[11] La inmunoterapia, incluyendo inhibidores de puntos de control, está indicada habitualmente en pacientes con cáncer resistente al tratamiento.[11] En conjunto, el tratamiento del cáncer vesical es complejo y para elegir el plan terapéutico más apropiado para cada paciente se tienen en cuenta numerosos factores diferentes.

Este paciente fue diagnosticado de carcinoma urotelial anaplásico T1, un tipo agresivo de cáncer vesical. Se realizó una resección transuretral del tumor vesical, que se repitió a las 4 semanas y después se empleó tratamiento mediante aplicación de bacilo de Calmette-Guerin intravesical. La cistoscopia de seguimiento a los 6 meses no halló recidiva tumoral.

Este paciente es un ejemplo de un diagnóstico tardío de cáncer por la tendencia a diagnosticar una hematuria como benigna en un paciente anticoagulado. Este paciente no tenía síntomas llamativos, lo que hacía que la hematuria benigna asociada a anticoagulación fuera un diagnóstico diferencial razonable. No obstante, la hematuria indolora puede ser el único síntoma inicial en un paciente con cáncer vesical subyacente. Debido a la morbimortalidad asociada al cáncer vesical, para descartar una enfermedad grave es necesaria una evaluación inmediata y una valoración meticulosa de la hematuria, incluyendo una cistoscopia.

Comentario

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