Las guías de Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos señalan que los pacientes pueden vacunarse contra la COVID-19 y contra la influenza al mismo tiempo. Si se administran conjuntamente las vacunas aumenta la probabilidad de reacción local y, por tanto, deben aplicarse en extremidades diferentes si es posible. La vacuna contra la influenza debe retrasarse en los pacientes con sospecha de COVID-19 o enfermedad confirmada, con independencia de que presenten síntomas o no, hasta que cumplan los criterios para finalizar el aislamiento.
Los pacientes con COVID-19 pueden tardar más tiempo en presentar síntomas que los pacientes con influenza. Aunque el intervalo entre la infección y los síntomas puede ser de solo 1 día en ambas enfermedades, los pacientes con influenza empiezan a tener síntomas en 1 a 4 días y los pacientes con COVID-19 pueden tardar hasta 14 días en presentar síntomas. La COVID-19 y la influenza pueden contagiarse un día antes de la aparición de los síntomas.
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Citar este artículo: Mini-examen clínico: Aspectos prácticos esenciales de la influenza - Medscape - 26 de nov de 2021.
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