Un ensayo novedoso que utilizó monitoreo en tiempo real encontró que beber café no aumentaba las arritmias auriculares, sino que se asociaba con más contracciones ventriculares prematuras.[1]
No hubo un aumento en las contracciones auriculares prematuras o taquicardia supraventricular con el consumo de café y de hecho, hubo menos taquicardia supraventricular en los análisis por protocolo.
El consumo de café también se asoció con un "aumento clínicamente significativo de la actividad física, así como con una reducción clínicamente significativa del sueño", informó el coinvestigador principal, Dr. Gregory M. Marcus, University of California, en San Francisco, Estados Unidos, en el Congreso de la American Heart Association (AHA) 2021.
Aunque algunas guías clínicas de sociedades profesionales advierten contra el consumo de cafeína para evitar arritmias, señaló que los datos han sido contradictorios y que la creciente evidencia sugiere que el consumo de café en realidad puede reducir el riesgo de arritmias, diabetes e incluso la mortalidad. Sin embargo, la relación exacta ha sido difícil de probar, ya que la mayoría de los estudios sobre el café es observacional y se basa en autoinformes.
El ensayo Coffee and Real-time Atrial and Ventricular Ectopy (CRAVE) aprovechó las herramientas de salud digitales para examinar el efecto del consumo de cafeína en la carga de ectopia cardiaca en 100 voluntarios sanos utilizando un diseño N = 1. Los desenlaces primarios fueron contracciones auriculares prematuras diario y recuentos de contracciones ventriculares prematuras.
Los participantes consumieron tanto café como quisieron durante 1 día y evitaron toda la cafeína al siguiente, alternando la asignación en bloques de 2 días durante 2 semanas. Utilizaron una aplicación de teléfono inteligente para recibir asignaciones diarias de café y recordatorios y usaron un monitor de electrocardiografía de grabación continua (ZioPatch, iRhythm Technologies), un monitor continuo de glucosa (Dexcom) y Fitbit Flex 2, que registró el recuento de pasos y la duración del sueño.
Al inicio del estudio, 21% de los participantes bebía de 6 a 7 tazas de café al mes, 29% 1 taza al día, 21% de 2 a 3 tazas al día y 3% de 4 a 5 tazas al día. La Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos ha citado 400 mg por día o aproximadamente 4 o 5 tazas de café, como generalmente seguros para adultos sanos.
Para evaluar el cumplimiento se pidió a los participantes que presionaran el botón en el ZioPatch por cada bebida de café y se les preguntó diariamente con respecto al consumo real de café el día anterior. Se reembolsaron los recibos sellados con la fecha de las compras de café y se utilizó la geolocalización de teléfonos inteligentes para rastrear las visitas a las cafeterías. La gran mayoría de las veces, los participantes siguieron su asignación en todas las medidas, dijo el Dr. Marcus.
Análisis por intención de tratar y por protocolo
Los datos de ZioPatch recopilados durante una mediana de 13,3 días mostraron una mediana diaria de 12,8 contracciones auriculares prematuras, 7,5 contracciones ventriculares prematuras, 1 taquicardia supraventricular no sostenida y 1 taquicardia ventricular no sostenida.
En los análisis por intención de tratar no hubo evidencia de una relación entre el consumo de café y los recuentos diarios de contracciones auriculares prematuras (relative risk [RR]: 1,09; intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 0,98 a 1,20; p = 0,10).
Por el contrario, los participantes tenían un promedio de 54% más de contracciones ventriculares prematuras en los días asignados al azar al café por análisis por intención de tratar (RR: 1,54; IC 95%: 1,19 a 2,00; p = 0,001) y según el protocolo, los que consumían más de 2 tazas de café por día tuvieron una duplicación de contracciones ventriculares prematuras (RR: 2,20; IC 95%: 1,24 a 3,92; p = 0,007).
No se observó asociación entre el consumo de café y los episodios de taquicardia supraventricular en los análisis por intención de tratar (RR: 0,84; IC 95%: 0,69 a 1,03; p = 0,10) pero según el protocolo, cada bebida de café adicional consumida en tiempo real se asoció con un riesgo 12% menor de tener un episodio de taquicardia supraventricular (RR: 0,88; IC 95%: 0,79 a 0,99; p = 0,028).
No se observaron asociaciones significativas con los episodios de taquicardia supraventricular, que ciertamente eran raros, indicó el Dr. Marcus.
En los análisis por intención de tratar que se ajustaron por día de la semana, los participantes tuvieron en promedio 1.058 pasos más los días que bebieron café (IC 95%: 441 a 1.675 pasos; p = 0,001) pero durmieron 36 minutos menos (IC 95%: 22 a 50 minutos; p < 0,001).
Según el protocolo, cada bebida de café adicional se asoció con dar 587 pasos más al día (IC 95%: 355 a 820 pasos; p < 0,001) y 18 minutos menos de sueño (IC 95%: 13 a 23 minutos; p < 0,001).
No se observaron diferencias significativas en los niveles de glucosa. Los análisis genéticos revelaron 2 interacciones significativas: los metabolizadores rápidos del café tenían un mayor riesgo de contracciones ventriculares prematuras y los metabolizadores lentos experimentaron más privación del sueño, destacó el Dr. Marcus.
¿Pacientes típicos?
La comentarista, Dra. Sana Al-Khatib, M. H. S., de Duke University Medical Center, en Durham, Estados Unidos, indicó que CRAVE es un "ensayo informativo y bien realizado" que utilizó de manera muy buena y eficaz una plataforma de salud digital.
Sin embargo, señaló que en el ensayo se inscribieron voluntarios sanos que no solo tenían un teléfono inteligente, sino que también podían interactuar con el equipo de estudio que lo usaba. También tenían una edad promedio de 38 años, un índice de masa corporal promedio de 24 kg/m2 y no tenían arritmias ni problemas cardiovasculares previos. "Estos no son representativos del paciente promedio que vemos en la práctica clínica".
"Otro factor a considerar es que el criterio de valoración principal que analizaron, aunque relevante, no es adecuado en mi opinión para ayudarnos a derivar conclusiones definitivas sobre cómo el consumo de café afecta las arritmias clínicamente significativas. Sí, las contracciones auriculares prematuras desencadenan la fibrilación auricular, pero no lo hacen en todos los pacientes y se ha demostrado que se asocian con un aumento de la mortalidad y con un empeoramiento de los resultados cardiovasculares, pero eso ocurre principalmente en pacientes con cardiopatía estructural", agregó la Dra. Al-Khatib.
Elogió a los investigadores por incluir datos genéticos en su análisis. "Merece un estudio conocer si los resultados relacionados con la actividad física y el sueño se traducen en algún efecto importante sobre los resultados clínicos".
Los hallazgos generales deben ser replicados por otros grupos, en otras poblaciones y examinando los desenlaces concretos durante un seguimiento más prolongado, concluyó la Dra. Al-Khatib.
El Dr. Marcus comentó a Medscape Noticias Médicas que los participantes eran bebedores de café "bastante comunes", de todas las edades y que el estudio destaca la complejidad del consumo de café, además de proporcionar datos únicos que infieren la causalidad con respecto al aumento de la actividad física.
"Debido a que el café se consume con tanta frecuencia, es importante resaltar los efectos reales y la esperanza es que comprender esos verdaderos efectos causales y minimizar los factores de confusión ayudará a adaptar las recomendaciones con respecto al consumo de café. Para aquellos preocupados por la fibrilación auricular, por ejemplo, estos datos sugieren que evitar el café no necesariamente tiene sentido para reducir el riesgo de fibrilación auricular. Para aquellos con arritmias ventriculares, la abstinencia o minimizar el consumo de café puede ser un experimento que valga la pena", concluyó.
El Dr. Kalyanam Shivkumar, Ph. D., director del Cardiac Arrhythmia Center de la University of California, en Los Ángeles, Estados Unidos, manifestó a Medscape Noticias Médicas: "CRAVE es un estudio importante y muy necesario que proporciona datos tranquilizadores y objetivos para una pregunta clínica común".
"Encaja con el consenso emergente de que, en sí mismo, el café no es problemático. Y proporciona un marco agradable para lo que veremos en el futuro: más estudios que utilicen este tipo de registros de electrocardiografía y que interconecten esos datos con lecturas biológicas", señaló.
Aunque es demasiado pronto para sacar conclusiones con respecto a los análisis genéticos, "los estudios futuros podrían utilizar esto como base para explorar más a fondo lo que pasa entre los metabolizadores rápidos y lentos. Este es un trampolín muy útil para poner los datos en contexto para un paciente individual".
A menos que el consumo de café sea excesivo, como más de 5 tazas por día en los jóvenes, toda la evidencia apunta a que el café y la cafeína son seguros, indicó a Medscape Noticias Médicas el Dr. Chip Lavie, investigador del café y director médico de rehabilitación y prevención cardiaca en John Ochsner Heart and Vascular Institute, en Nueva Orleans, Estados Unidos.
"Los beneficios del café sobre la actividad física y el sueño parecen superar los riesgos, como sugiere este estudio actual. Este estudio también respalda la seguridad con respecto a las arritmias auriculares y sugiere que aquellos con contracciones ventriculares prematuras sintomáticos podrían intentar reducir el consumo de café para ver si se sienten mejor. Sin embargo, en total los beneficios de tomar una o varias tazas de café al día sobre las enfermedades cardiovasculares superan los riesgos", finalizó.
El estudio fue financiado por University of California en San Francisco, Estados Unidos. El Dr. Marcus informó realizar investigación con National Institutes of Health, Patient-Centered Outcomes Research Institute, Tobacco-Related Disease Research Program, Medtronic, Eight Sleep y Baylis, ser consultor para InCarda Therapeutics y Johnson & Johnson y tener capital en InCarda Therapeutics como cofundador.
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CRÉDITO
Imagen principal: iStock/Getty Images
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Citar este artículo: CRAVE: no hay picos en las arritmias auriculares en los consumidores de café - Medscape - 18 de nov de 2021.
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