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Desde los nuevos estudios sobre el cáncer colorrectal y la mortalidad por cualquier causa (ver infografía) hasta las interrogantes en torno al papel que desempeña la vitamina D en la lucha contra la COVID-19, una amplia variedad de hallazgos importantes dieron lugar al tema de la Tendencia clínica de esta semana.
Un estudio observacional reciente mostró que las mujeres que consumen más cantidades de vitamina D, en particular la proveniente de fuentes dietéticas, tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal de aparición temprana. En el estudio participaron 94.205 mujeres (de 25 a 42 años de edad) a las que se efectuó seguimiento entre 1991 y 2015. Las mujeres que consumían un total en promedio más alto de vitamina D (450 UI al día) mostraron un riesgo significativamente menor que las que consumían < 300 UI al día. Las asociaciones entre los niveles de vitamina D y el cáncer colorrectal se han documentado en el curso de los años y se están estudiando en 10 ensayos clínicos recientemente finalizados o en curso. Sin embargo, pocos estudios se han centrado en el cáncer colorrectal en fase temprana y la ingesta de vitamina D.
La deficiencia grave de vitamina D se ha relacionado con mala salud ósea y muscular, absorción del calcio, inmunidad y función cardiaca, al igual que con cánceres de colon, sangre e intestino. Esto concuerda con un reciente estudio prospectivo en hombres basado en la población que reveló que las concentraciones más bajas de vitamina D se asociaban a un aumento de la mortalidad por todas las causas. En la investigación se concluyó que la evaluación de la 25-hidroxivitamina D libre ofrece pocos beneficios adicionales al estándar actual de la 25(OH)D total, la principal forma circulante de vitamina D, porque las deficiencias de una y otra se asocian a un riesgo similar. Los hombres tenían entre 40 y 79 años de edad y un seguimiento medio de 12,3 años. Durante ese tiempo, casi una cuarta parte (23,5%) de ellos falleció. Después de ajustar respecto a factores de confusión clave, como índice de masa corporal, tabaquismo, consumo de alcohol, función renal, número de trastornos concomitantes al inicio y otros factores, los hombres con una concentración total de 25(OH)D < 20 µg/l tenían un riesgo de mortalidad significativamente mayor que los que tenían valores normales de vitamina D, definidos como > 30 µg/l (hazard ratio: 2,03; p < 0,001).
Dados los beneficios potenciales de la vitamina D, han surgido preguntas en torno a si los pacientes con COVID-19 deberían recibir suplementos. Los resultados de un ensayo aleatorizado controlado realizado a principios de este año mostraron que el tratamiento con dosis altas de vitamina D no tenía un efecto significativo sobre la mortalidad u otros parámetros clave en pacientes con COVID-19 moderada o grave. Por el momento, los expertos recomiendan la incorporación de suplementos regulares para la salud y el bienestar general durante la pandemia, pero no han llegado a recomendar el uso generalizado del tratamiento con vitamina D en el contexto agudo de la COVID-19.
La administración de suplementos de vitamina D también puede recomendarse a las personas de ascendencia afrocaribeña que viven en latitudes más altas con menos exposición a la luz solar. En una revisión sistemática y metanálisis se incluyeron 19 artículos publicados entre 2005 y 2019 con 5.670 participantes afrocaribeños de seis países. Los estudios mostraron que los valores promedio de 25(OH)D en general eran de 67,8 nmol/l, considerándose como suficientes las concentraciones > 50 nmol/l. Sin embargo, las poblaciones que habitan en latitudes altas, como Estados Unidos o Reino Unido, tenían concentraciones medias insuficientes de 40,9 nmol/l, lo que parece indicar una posible necesidad de suplementación.
En lo que respecta a la vitamina D generada por la exposición a la luz solar, un nuevo estudio con más de 3.000 hombres y mujeres reveló que la protección solar no disminuye la densidad mineral ósea en general ni aumenta las fracturas osteoporóticas. El estudio va un paso más allá de las investigaciones anteriores, que descubrieron que el uso de protectores solares no compromete la síntesis de vitamina D y tiene escaso efecto sobre los niveles circulantes de 25-hidroxivitamina D. En el nuevo estudio, los investigadores analizaron tres conductas relacionadas con la protección solar: el uso de protector solar, la permanencia en la sombra y el uso de mangas largas. Observaron que los tres comportamientos no se relacionaban con las puntuaciones z de densidad mineral ósea totales o específicas, ni con un mayor riesgo de fracturas osteoporóticas.
El potencial rol del déficit de vitamina D en relación con el SARS-CoV-2 y la asociación de este déficit con un mayor riesgo de fracturas osteoporóticas se abordaron en varias sesiones celebradas en el marco del 62 Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). "Los estudios demuestran que unos niveles adecuados pueden reducir cerca de 30% el riesgo de fractura, de ahí la importancia de asegurar un aporte óptimo de vitamina D en pacientes con riesgo de osteoporosis. Esta suplementación, sin embargo, no está tan clara en el caso de otras enfermedades", destacó la Dra. María Rosa Alhambra, especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Reina Sofía, de Córdoba.
Durante el Congreso Anual del American College of Rheumatology Convergence 2021 se presentaron los resultados de un ensayo prospectivo aleatorizado a gran escala que sugieren que lo mejor para prevenir enfermedades autoinmunes podría ser la suplementación con vitamina D y ácidos grasos omega-3 derivados del aceite de pescado. Entre casi 26.000 adultos inscritos en un ensayo aleatorizado diseñado principalmente para estudiar los efectos de la suplementación con vitamina D y omega-3 sobre la incidencia de cáncer y enfermedad cardiovascular, 5 años de suplementación con vitamina D se asociaron con una reducción de 22% en el riesgo de enfermedades autoinmunes confirmadas y la suplementación con ácidos grasos omega-3 por 5 años se asoció con una reducción de 18% en las enfermedades autoinmunes incidentes confirmadas y probables, informó la Dra. Karen H. Costenbader, maestra en salud pública del Brigham & Women's Hospital, en Boston, Estados Unidos.
Desde los estudios enfocados en las asociaciones con el cáncer y la mortalidad hasta los hallazgos relacionados con la administración de suplementos y la protección solar, el interés por la nueva información sobre la vitamina D dio lugar al tema de la Tendencia clínica de esta semana.
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CRÉDITO
Imagen principal: Medscape
Medscape © 2021
Citar este artículo: Vitamina D - Medscape - 12 de nov de 2021.
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