Ochenta por ciento de los productos alimenticios en México es poco saludable y 40% ya no podrá anunciar declaraciones nutrimentales

Amapola Nava

23 de septiembre de 2021

En el mundo la mayoría de las enfermedades no transmisibles, como enfermedades cardiacas, cáncer y diabetes de tipo 2 es ocasionada por dietas con un alto contenido de sodio, azúcares añadidos y grasas saturadas. Es por esto que en México, en octubre de 2020 entró en vigor una nueva reglamentación para el etiquetado frontal de los productos alimenticios. Esta nueva Norma Oficial Mexicana (NOM-051-SCFI/SSA1-2010) tiene como objetivo informar a los consumidores sobre los ingredientes y nutrimentos en alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasadas, cuyo consumo excesivo representa riesgos para la salud.

La norma establece que cuando un producto contenga exceso de calorías, sodio, grasas trans, azúcares y grasas saturadas, con base en el perfil de nutrientes recomendado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) deberá presentar en su etiquetado frontal un sello de advertencia por cada componente que sobrepase los límites.

Asimismo, los alimentos que contengan uno solo de estos sellos de advertencia no podrán declarar propiedades nutrimentales ni saludables en el etiquetado frontal ni podrán anunciar el aval de profesionales de la salud.

"Las declaraciones nutrimentales y saludables son mensajes sobre el contenido de energía y nutrientes en el producto, por ejemplo: 'Aporta 20 g de proteína'; sobre sus efectos en el organismo, por ejemplo: 'Con calcio, que mantiene tus huesos fuertes'. En salud pública son un elemento muy importante porque constituyen una fuente de información para los consumidores", explicó el Dr. Víctor Ríos Cortázar, coordinador de Primer Nivel y Salud Comunitaria de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco.

Según un artículo, publicado en el International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, la nueva reglamentación mexicana evitará que 40% de todos los productos alimenticios en México y 50% de los alimentos ultraprocesados realicen declaraciones nutrimentales o de propiedades saludables en su etiquetado frontal.[1]

Lizbeth Tolentino Mayo, Ph. D.

"El uso de declaraciones nutrimentales y saludables no está asociado de manera positiva con la calidad nutrimental. Muchos productos agregan algunos nutrimentos o ingredientes que pudieran resaltar el valor nutrimental, como vitaminas o fibra. Sin embargo, son productos que siguen teniendo cantidades excesivas de azúcares, grasa o sal, especialmente en el caso de los cereales para el desayuno", explicó a Medscape en español Lizbeth Tolentino Mayo, Ph. D., autora del estudio e investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública.

El grupo de científicos analizó 17.264 productos alimenticios en supermercados y tiendas de conveniencia y encontró que 80% era poco saludable, 72% era integrado por alimentos ultraprocesados, 45% tenía exceso de sodio y 40% tenía exceso de azúcares simples, según los parámetros de la nueva regulación; 71% de estos productos ultraprocesados tenía declaraciones nutrimentales o de propiedades saludables en el etiquetado frontal.

Generalmente estas declaraciones se utilizan en forma de mensajes positivos para resaltar nutrimentos que podrían presentar un beneficio, como vitaminas, fibra y proteínas, o bien para señalar el bajo aporte de componentes asociados con daños a la salud, como azúcares, grasa y sodio, agregó el Dr. Ríos, experto externo a la investigación.

El problema se presenta cuando los consumidores se guían solo por estas afirmaciones sin considerar la composición del alimento en su conjunto, pues muchas veces las declaraciones nutrimentales se utilizan solo como estrategias de mercado, como se señala en diferentes estudios y en los resultados de la investigación publicada por Tolentino y sus colaboradores.[2,3]

Declaraciones nutrimentales que desorientan al consumidor

En este estudio el equipo de investigación encontró que en el mercado mexicano más de 68,4% de todos los productos tenía declaraciones nutrimentales o de propiedades saludables en el etiquetado frontal. La proporción era mayor para las bebidas endulzadas artificialmente (96,7%) y para la comida de bebé (93,0%).

Las declaraciones nutrimentales pueden hacer parecer a un producto más saludable de lo que en realidad es y así malinformar a los consumidores. Algunos ejemplos de estas declaraciones son las leyendas: "Con fibra para una mejor digestión" o "Incluye vitamina C para fortalecer tu sistema inmune". Según algunas investigaciones, los alimentos y bebidas con declaraciones nutrimentales o de propiedades saludables tienen más probabilidad (75%) de ser elegidos por un comprador que los productos que no las tienen.[4]

De hecho, en un estudio publicado en Salud Pública, en el que participó el Dr. Ríos, encuestaron a una muestra representativa de la población mexicana y encontraron que 10% de los hombres y 20% de las mujeres usa o le han servido las declaraciones nutrimentales para elegir sus alimentos.[5]

"Lo anterior se ha estudiado ampliamente y se ha denominado como efecto health halo (halos saludables) e influye directamente en las percepciones, decisiones de compra e ingesta. Los consumidores más interesados en cuidar su alimentación orientan sus compras utilizando declaraciones nutrimentales y saludables, que anteriormente era muy frecuente encontrar en productos poco saludables".

El especialista explicó que anteriormente las declaraciones estaban alineadas a otras normas, susceptibles a sesgos y pone el ejemplo de productos que se anunciaban con la leyenda: "Sin azúcar", porque no contenían la forma química de la sacarosa, sin embargo, en la lista de ingredientes se leía que contenían jarabe de maíz de alta fructosa. Es decir, no contribuían a disminuir la ingesta de azúcares y podían representar un riesgo para personas en que esto es crítico, como aquellas que viven con diabetes.

La nueva normativa mexicana

A diferencia de Chile, Perú, Uruguay y otros países que han implementado un sistema de etiquetado de advertencia en los alimentos, el sistema de etiquetado de México incluye las leyendas de advertencia para productos que contienen cafeína y edulcorantes y especifica que no son recomendables para los niños.

Además esta nueva regulación utiliza como parámetro el perfil de nutrientes de la OPS, que es más restrictiva que la de los países mencionados y clasifica a todos los alimentos ultraprocesados como poco saludables, detallaron Tolentino y sus colaboradores en su publicación.

"A nivel mundial, incluyendo a México, los productos ultraprocesados contribuyen con la mayor ingesta de azúcares y grasas en las dietas de las personas, por lo que el riesgo de desarrollar obesidad y otras enfermedades no transmisibles se encuentra elevado. Es por esto que muchas políticas públicas, como impuestos a alimentos no saludables, etiquetado, regulación de la publicidad, entre otras, se centran en los productos ultraprocesados", puntualizó el Dr. Ríos.

Para el Dr. Ríos esta es la primera vez que se armonizan diferentes regulaciones para mejorar la consistencia en el reporte de la información para los consumidores y evitar los mensajes contradictorios.

El especialista añadió que la reducción de las declaraciones nutrimentales y de propiedades saludables en 50% de los productos en el mercado mexicano es un cálculo conservador. Todavía habrá que esperar otros efectos positivos promovidos por el nuevo etiquetado, por ejemplo, la reformulación de productos y la mayor oferta de productos saludables.

Tolentino concordó en que la nueva regulación tendrá un efecto positivo para los consumidores, pero habrá que seguir trabajando para que la población tenga todavía mejores herramientas para cuidar su salud. Y pone el ejemplo de las declaraciones que no se encuentran contempladas en la normativa. Es el caso de las declaraciones relacionadas con los procesos de producción como orgánico, natural, sin pesticidas ni conservadores, las cuales podrían aumentar en los alimentos menos saludables.

"Por último, es importante mencionar que hay productos que contienen leyendas que no están relacionadas con su contenido nutrimental y que por su naturaleza no presentan el ingrediente aludido en la leyenda. Por ejemplo, hay aceites que mencionan: 'Sin colesterol', lo cual es engañoso", añadió la experta.

Los investigadores se encuentran optimistas ante las nuevas modificaciones en el etiquetado frontal de los productos alimenticios y consideran que habrá que esperar para ver reflejados los cambios esperados y los inesperados en los productos alimenticios del país.

El Dr. Ríos y Tolentino, Ph. D., han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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