A pesar de su importancia terapéutica en enfermedades respiratorias, faltan centros de rehabilitación pulmonar en Latinoamérica

Gabriela Navarra

14 de julio de 2021

Pese a que la rehabilitación pulmonar aporta importantes beneficios, el número de centros de rehabilitación pulmonar en Latinoamérica es insuficiente, tan solo hay 217 centros en 14 países, según un estudio publicado en Journal of Chronic Obstructive Pulmonary Disease.[1]

No está determinada la proporción recomendada de centros de este tipo para cada 100.000 habitantes. Sin embargo, Panamá, Guatemala, Belice y Nicaragua no tienen ninguno.  Solo 5 países tienen 4 o más (Brasil, Argentina, Colombia, Chile y México). Y aún en Brasil, donde existen 124 o 1 por cada 4.000 pacientes, la proporción está por debajo.

Dr. José R. Jardim

"Esperábamos aumento de los centros de rehabilitación pulmonar, pero nos preocupa que haya países que aún no tienen ninguno o muy pocos", comentó a Medscape en español el Dr. José R. Jardim, autor principal del estudio, profesor sénior de neumología en la Escola Paulista de Medicina da Universidade Federal de São Paulo (Unifesp), en San Pablo, Brasil.

Un recurso clave

La Asociación Latinoamericana de Tórax (ALAT) estimula este tipo de centros para convertirlos en modelos de difusión y entrenamiento. En ese contexto, el artículo tuvo como objetivo identificarlos y evaluar su perfil, incluyendo tipo de administración, enfermedades atendidas, personal, evaluaciones, rutinas de cuidado, duración de los programas, equipamiento y asociación con el cuidado cardiaco.

El Dr. Jardim agregó que desde 1992 está demostrado con nivel de evidencia A que la rehabilitación pulmonar brinda numerosos beneficios porque disminuye la disnea y mejora la capacidad respiratoria.[2] El especialista dirige un centro de este tipo en Unifesp desde 1993.

"Hoy está muy claro que hay que entrenar a los pacientes a 80% de su capacidad máxima, porque así se ven los mejores beneficios. Además, la rehabilitación no es solo ejercicio, comprende nutrición, oxigenoterapia, educación y apoyo psicosocial. El ejercicio debe ser bien estructurado, planeado, repetitivo y con objetivos. La rehabilitación pulmonar siempre debe acompañar a la terapia farmacológica porque ofrecen los mismos resultados: son distintos, pero se suman".

La rehabilitación no es solo ejercicio, comprende nutrición, oxigenoterapia, educación y apoyo psicosocial. Dr. José R. Jardim

Equipos y estilos de trabajo

La información fue recabada mediante un cuestionario electrónico de 20 preguntas enviado a sociedades científicas, neumólogos y fisioterapeutas.  

Los investigadores identificaron 217 centros en Latinoamérica y 160 (73,7%) respondieron el cuestionario. Casi 66% era operado por administración privada, incluyendo universidades, hospitales y clínicas ambulatorias. La mayoría de los servicios de hospitales privados (casi 82%) estaba cubierta por seguros de salud, en tanto se pagaba por los tratamientos en las clínicas privadas. En cambio, en las universidades públicas no tenían costo.

Gracias a que los programas eran reembolsados por las compañías aseguradoras o los gobiernos, la mayoría de los pacientes podía asistir.

"Si los centros están asociados a una universidad pública u hospital público los pacientes tienen más acceso. No obstante, difícilmente podría haber tantos centros de rehabilitación en el mundo como los que se requieren para atender a todos los pacientes", comentó el Dr. Jardim.

Según la investigación, aproximadamente 70% de los centros atiende a pacientes con enfermedades cardiovasculares. La patología pulmonar más frecuente fue enfermedad pulmonar obstructiva crónica (casi 95%), seguida de asma (72%) y bronquiectasias (70%). La mediana del número de sesiones fue de 24, con frecuencia mínima semanal de 2 o 3 sesiones y máxima de 3 o 4.

Los equipos incluyen fisioterapeutas (97%), médicos (78%), especialistas en nutrición (45,6%), psicólogos (42%), enfermeras (34%), profesores de educación física (23%) y terapeutas ocupacionales (7,5%).

Aproximadamente 90% de los pacientes es evaluado a través de la prueba de marcha de 6 minutos, índice de masa corporal (87,5%), espirometría (76,3%) y prueba de máximo esfuerzo cardiopulmonar (66,3%). Apenas 9% de los centros no aplica cuestionarios y los más utilizados fueron la Escala Modificada de Disnea, el Cuestionario Respiratorio Saint George y la prueba de Evaluación de enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Los equipamientos más utilizados son cinta aeróbica, bicicletas fijas, mancuernas, tobilleras, bandas elásticas, equipos de musculación, bastones y cicloergómetros de miembros superiores. Más de la mitad de los centros ofrece un programa educativo y casi 37% un programa de ejercicios para el hogar.

Dr. Alejandro Videla

"Varios indicadores muestran que centros trabajan acorde a las guías de práctica clínica de las sociedades internacionales: la gran mayoría cuenta con equipos multidisciplinarios, evalúa formalmente la situación de sus pacientes con cuestionarios e incluye ejercicios de miembros superiores e inferiores. Además dominan la muestra los programas basados en hospitales", explicó a Medscape en español el Dr. Alejandro Videla, neumólogo, vicepresidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), quien no participó de la investigación.

En cuanto al equipamiento, si bien la cinta aeróbica es más fisiológica que la bicicleta fija, algunos centros prefieren la bicicleta porque ocupa menos lugar, permite entrenar a mayor número de pacientes y es costo-efectiva.

"Hay que trabajar miembros superiores e inferiores para desarrollar la mayor capacidad de todos los músculos. Realizamos una importante proporción de ejercicios con los brazos, relevantes para la respiración, y también antigravitacionales", destacó el Dr. Jardim.

Programas de rehabilitación asequibles

Los autores indicaron que hay mucho trabajo por hacer para difundir la importancia de estos centros de rehabilitación.

"Deberían crearse tanto unidades de rehabilitación de bajo costo como programas para el hogar. Solo pocos centros tenían programas bien estructurados para monitorear a los pacientes en sus casas. Una actividad muy simple (pero muy saludable) es caminar 40 minutos 4 o 5 días a la semana. Y en los países con pocos centros deberían funcionar como espacios de formación multidisciplinaria", dijo el Dr. Jardim.

Deberían crearse tanto unidades de rehabilitación de bajo costo como programas para el hogar. Dr. José R. Jardim

En tanto, el Dr. Videla concluyó: "Es muy alentador que aumenten los programas de rehabilitación y la rigurosidad y multidisciplina con la que se trabaja, pero es probable que la oferta esté muy por detrás de la potencial demanda. Existen experiencias prometedoras de rehabilitación usando telemedicina, aunque siempre serán limitadas, no equiparables a los programas presenciales".

Los autores y el comentarista han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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