El tratamiento de la apnea del sueño reduce el riesgo de infarto de miocardio y de ictus

Megan Brooks

Conflictos de interés

24 de junio de 2021

El tratamiento de la apnea obstructiva del sueño mediante presión respiratoria positiva continua protege contra infarto de miocardio, ictus y otros eventos cardiovasculares, en particular a pacientes con apnea obstructiva del sueño moderada a grave y a aquellos que cumplen más el tratamiento mediante presión respiratoria positiva continua (CPAP), señala nuevo estudio.[1]

Diego Mazzotti

"Hasta ahora, la mayoría de los estudios clínicos sobre el efecto de la presión respiratoria positiva continua en las enfermedades cardiovasculares se ha enfocado en la prevención cardiovascular secundaria. Este estudio contribuye con datos adicionales sobre la función del tratamiento mediante presión respiratoria positiva continua para prevenir enfermedades cardiovasculares", manifestó a Medscape Noticias Médicas Diego R. Mazzotti, Ph. D., del Departamento de Medicina Interna del University of Kansas Medical Center, en Kansas, Estados Unidos.

"Nuestro estudio, aunque es observacional, indica que son necesarios los estudios clínicos centrados en comprender cómo mantener el cumplimiento de la presión respiratoria positiva continua a largo plazo en pacientes con apnea obstructiva del sueño y podrían ser decisivos para optimizar la reducción del riesgo de comorbilidad", destacó Mazzotti.

El estudio fue presentado en el 35º Congreso Anual de las Associated Professional Sleep Societies: SLEEP 2021.

Es importante un buen cumplimiento

Los investigadores analizaron las historias clínicas electrónicas de adultos derivados para un estudio del sueño a través del sistema de salud Kaiser Permanente Southern California.

La muestra incluyó 11.145 adultos sin apnea obstructiva del sueño, 13.898 con apnea obstructiva del sueño que utilizaban presión respiratoria positiva continua y 20.884 adultos con apnea obstructiva del sueño que no la utilizaban. Ninguno de ellos tenía enfermedad cardiovascular al inicio. La mediana de seguimiento fue de 262 días.

El criterio principal de valoración fue la primera presentación de infarto de miocardio, ictus, angina inestableinsuficiencia cardiaca o muerte debida a enfermedad cardiovascular.

En modelos ajustados, adultos con apnea obstructiva del sueño moderada a grave (índice de apnea-hipopnea ≥ 15) que no utilizaban presión respiratoria positiva continua tuvieron 71% más probabilidades que aquellos sin el trastorno de tener un primer evento cardiovascular (hazard ratio [HR]: 1,71; intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 1,11 a 2,64).

Sin embargo, el riesgo de un evento cardiovascular durante el seguimiento fue 32% más bajo en pacientes con apnea obstructiva del sueño con cualquier uso de presión respiratoria positiva continua (HR: 0,68; IC 95%: 0,50 a 0,93; p = 0,016).

El efecto estuvo determinado principalmente por quienes utilizaban presión respiratoria positiva continua por un mínimo de cuatro horas por noche (HR: 0,60; IC 95%: 0,39 a 0,95). Esta asociación fue más potente para aquellos con apnea obstructiva del sueño moderada o grave (HR: 0,56; IC 95%: 0,39 a 0,81).

"Este estudio resalta la importancia del manejo a largo plazo de la terapia con presión respiratoria positiva continua en pacientes con apnea obstructiva del sueño moderada-grave", comentó Mazzotti a Medscape Noticias Médicas.

"Esto indica que mantener buen cumplimiento de la presión respiratoria positiva continua podría ser beneficioso para la salud cardiovascular, además de los beneficios ya establecidos sobre calidad de vida, somnolencia y otras funciones cardiometabólicas", añadió.

Mazzotti dijo que varios mecanismos podrían explicar la asociación entre el uso de presión respiratoria positiva continua y el menor riesgo de eventos cardiovasculares.

"La presión respiratoria positiva continua trata la apnea obstructiva del sueño previniendo pausas respiratorias que ocurren durante el sueño y, por consiguiente, evitando despertares, fragmentación del sueño y disminución del oxígeno sanguíneo. Estas mejores funciones cardiorrespiratorias pueden beneficiarse de evitar determinados cambios moleculares que contribuyen al riesgo cardiovascular, como lesión oxidativa e inflamación", explicó.

"Sin embargo, se necesitan estudios específicos para dilucidar plenamente estos mecanismos", añadió Mazzotti.

Al pedirle su comentario, el Dr. Nitun Verma, portavoz de la American Academy of Sleep Medicine, indicó: "Las reducciones frecuentes de los niveles de oxígeno y el sueño fragmentado por la apnea conllevan trastornos cardiovasculares. Sabemos esto por múltiples estudios. Sin embargo, este fue un estudio grande y fortalece la asociación entre mejorar la apnea y reducir los eventos cardiovasculares graves".

La financiación del estudio fue proporcionada por la American Academy of Sleep Medicine Foundation y la American Heart Association. Mazzotti, Ph. D., y el Dr. Verma han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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