Esta reseña está orientada en hacer notar el valor de implementar políticas públicas preventivas que eviten la propagación y promuevan el diagnóstico oportuno de la enfermedad en áreas endémicas para alcanzar la curación con el tratamiento antiparasitario, ya que un paciente en fase crónica puede ser candidato a terapias completamente diversas, siendo algunas de ellas costosas, como el empleo de los nuevos fármacos de insuficiencia cardiaca con fracción de eyección del ventrículo izquierdo reducida, antiarrítmicos, implante de dispositivos de alta energía, terapia de ablación, dispositivos de asistencia ventricular y trasplante cardiaco como última alternativa.
De igual forma, se evidencia la necesidad de apostar por estudios en búsqueda de nuevos tratamientos antiparasitarios más eficaces, así como de la terapia para insuficiencia cardiaca y de los dispositivos de alta energía.
Enfermedad tropical desatendida
La endemia por enfermedad de Chagas o tripanosomiasis americana afecta aproximadamente a 8 millones de personas alrededor del mundo.[1,2] Es ocasionada cuando el protozoario flagelado Trypanosoma cruzi es transmitido e inoculado por las heces de los vectores hematófagos Rhodnius prolixus y Triatoma dimidiata. Es un problema poco reconocido en nuestro entorno a pesar de su alta prevalencia, principalmente en el sureste de México.[3,4]

En Sudamérica diversas regiones han logrado adecuado control de la transmisión del vector mediante políticas públicas de erradicación. No obstante, a nivel mundial existe creciente inquietud debido al aumento de casos detectados por fenómenos migratorios en países desarrollados, así como por notable incremento en la incidencia de adquisición por vía transplacentaria, transfusiones sanguíneas y trasplante de órganos sólidos por donadores que desconocían su estado de portador asintomático.
Pese a las medidas preventivas empleadas, en algunas zonas de Sudamérica aún se reportan brotes por la ingesta de bebidas y alimentos contaminados por las heces del vector, vía de transmisión asociada a mayor riesgo de padecer la fase aguda de la enfermedad.[2,5]
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera una de las principales enfermedades infecciosas tropicales desatendidas, asociada generalmente a poblaciones rurales con personas de estrato socioeconómico bajo.[6] Adicionalmente recibe escaso interés de la industria farmacéutica ocasionando limitado desarrollo de nuevas terapias para esta patología.
Dado el impacto en salud social y la poca divulgación de esta entidad, diversas organizaciones internacionales han realizado iniciativas que promueven conocimiento actualizado y sensato del tema; tal es el modelo propuesto por la Sociedad Interamericana de Cardiología (SIAC), un proyecto enfocado a enfermedades tropicales desatendidas y otras enfermedades que afectan al corazón (NET-Heart Project: Neglected Tropical Diseases and other Infectious Diseases affecting the Heart), el cual mediante revisiones sistemáticas amplía y expone el entendimiento de padecimientos desamparados (como la enfermedad de Chagas) e invita a reflexionar sobre las prioridades en las agendas de salud pública e investigación.[7]
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Citar este artículo: Enfermedad de Chagas y miocardiopatía chagásica: entidades olvidadas - Medscape - 15 de jun de 2021.
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