Ictus de grandes vasos relacionado con la vacuna contra la COVID-19 de Oxford/AstraZeneca

Conflictos de interés

27 de mayo de 2021

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En Reino Unido se han descrito los primeros casos de ictus por oclusión arterial de grandes vasos relacionados con la vacuna contra la COVID-19 de University of Oxford/AstraZeneca.[1]

Los tres casos (uno de los cuales fue fatal) ocurrieron en dos mujeres y un hombre de entre 30 y 40 años, e involucraron bloqueos de la arteria carótida y cerebral media. Dos de los tres pacientes también tenían trombosis venosa que afectaba los sistemas venosos portal y cerebral. Los tres también tenían recuentos de plaquetas extremadamente bajos, anticuerpos confirmados contra el factor 4 de plaquetas y niveles elevados de dímero D, todos característicos de la reacción de trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna asociada con la vacuna de Oxford/AstraZeneca.  

Se describen en detalle en una carta publicada en versión electrónica el 25 de mayo en Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry.

"Estos son los primeros informes detallados de ictus de grandes vasos que se cree que fue causado por la reacción de trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna después de la vacuna de Oxford/AstraZeneca, aunque el ictus se ha mencionado anteriormente en estos casos", comentó a Medscape Noticias Médicas el autor principal, Dr. David Werring, Ph. D.

"La trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna se ha presentado más comúnmente como trombosis del seno venoso cerebral que es un ictus causado por una trombosis venosa; estos casos muestran que también puede causar ictus por trombosis arterial", explicó el Dr. Werring, profesor de neurología clínica en el Stroke Research Center del University College London Queen Square Institute of Neurology, en Londres, Reino Unido.  

"En los pacientes que presentan un ictus isquémico, especialmente los pacientes más jóvenes, y que han recibido la vacuna de Oxford/AstraZeneca en el último mes, los médicos deben considerar la trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna como una posible causa, ya que se necesita un tratamiento específico para este síndrome", dijo.  

Los pacientes jóvenes que presentan un ictus isquémico después de recibir la vacuna de Oxford/AstraZeneca deben ser evaluados urgentemente para trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna con pruebas de laboratorio, que incluyen recuento de plaquetas, dímero D, fibrinógeno y anticuerpos anti-PF4, escriben los autores, y luego deben ser manejados por un equipo multidisciplinario que incluya hematología, neurología, neurocirugía, neurorradiología, para un acceso rápido a tratamientos que incluyen inmunoglobulina intravenosa, metilprednisolona, plasmaféresis y anticoagulantes sin heparina como fondaparinuxargatrobán o anticoagulantes orales directos.

El Dr. Werring señaló que estos informes no agregan nada al riesgo-beneficio general de la vacuna, ya que solo describen tres casos.

"Si bien la trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna es muy grave, el beneficio de la vacuna aún supera sus riesgos", dijo. Alrededor de 40% de los pacientes hospitalizados con COVID-19 experimentan algún tipo de trombosis y alrededor de 1,5% tienen un ictus isquémico. Mientras que las últimas cifras del Reino Unido estiman la incidencia de trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna de Oxford/AstraZeneca de 1 en 50.000 a 1 en 100.000.

"Nuestro informe no sugiere que la trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna sea más común de lo que estiman estas últimas cifras, pero solo estamos llamando la atención sobre una presentación alternativa", agregó.

En el primer caso de la serie actual la paciente, de unos 30 años, experimentó un dolor de cabeza intermitente en el lado derecho y alrededor de los ojos 6 días después de la vacunación. Cinco días después se despertó somnolienta y con debilidad en la cara, el brazo y la pierna izquierdos.

Las imágenes revelaron una arteria cerebral media derecha bloqueada con infarto cerebral y coágulos en la vena porta derecha. Se sometió a una cirugía cerebral para reducir la presión en el cráneo, extracción y reemplazo de plasma, y recibió el anticoagulante, fondaparinux, pero lamentablemente falleció.

En el segundo caso la paciente, de unos 30 años, presentó dolor de cabeza, confusión, debilidad en el brazo izquierdo y pérdida de visión del lado izquierdo 12 días después de haber recibido la vacuna. Las imágenes mostraron oclusión de ambas arterias carótidas, así como embolia pulmonar y trombosis del seno venoso cerebral izquierdo.  Su recuento de plaquetas aumentó después de la extracción y el reemplazo de plasma y corticoesteroides intravenosos, y su condición mejoró después del tratamiento con fondaparinux.

El tercer caso, un paciente de unos 40 años presentó problemas para hablar 3 semanas después de recibir su vacuna. Las imágenes mostraron un trombo en la arteria cerebral media izquierda, pero no había evidencia de trombos en los senos venosos cerebrales. Recibió una transfusión de plaquetas, plasma y fondaparinux, y permanece estable.

En un comentario relacionado el Dr. Hugh Markus, Ph. D., profesor de medicina en la University of Cambridge, en Cambridge, Reino Unido, escribió:[2] "Este informe enfatiza que la coagulopatía inmunomediada también puede causar trombosis arterial, incluido ictus isquémico, aunque la trombosis venosa y especialmente la trombosis del seno venoso cerebral parece ser más frecuente".

"Durante el periodo actual de vacunación contra la COVID-19 se requiere un alto índice de sospecha para identificar los episodios trombóticos posteriores a la vacunación. Sin embargo, es importante recordar que estos efectos secundarios son raros y mucho menos comunes que la trombosis venosa cerebral y el ictus isquémico asociados con la infección por SARS-CoV-2 en sí", agregó.

Varios expertos que comentaron estos informes para el Science Media Center estuvieron de acuerdo con los doctores Werring y Markus en que estos informes no alteran las estimaciones actuales de riesgo-beneficio con la vacuna.

Ian Douglas, Ph. D., profesor de farmacoepidemiología en la London School of Hygiene & Tropical Medicine, en Londres, Reino Unido, que forma parte del Grupo Asesor de Expertos en Farmacovigilancia de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido, dijo: "El panorama sobre el raro síndrome de trombosis combinado con trombocitopenia asociados con la vacuna de Oxford/AstraZeneca se están volviendo más claro. Hasta ahora, los casos descritos han tendido a involucrar trombos en las venas, como la trombosis de la vena cerebral. En esta serie de tres informes de casos, ahora tenemos alguna evidencia de que los tipos de vasos sanguíneos afectados incluyen tanto las arterias como las venas".  

"Es importante enfatizar que estos casos siguen siendo muy raros y ciertamente es mucho más raro en personas que han recibido la vacuna de Oxford/AstraZeneca que en personas afectadas por la COVID-19", enfatizó Douglas.

"La descripción de los casos sugiere que los pacientes involucrados presentaban el mismo tipo de síntomas que los ya descritos en los casos de trombosis de las venas cerebrales y no sugieren que los pacientes deban estar alerta ante algo diferente", agregó.

"Sin embargo, el surgimiento de detalles como este ayudará a guiar a los profesionales de la salud que puedan enfrentarse a casos similares en el futuro; cuanto antes se reconozcan estos casos, más posibilidades de que reciban rápidamente el tipo de tratamiento adecuado, lo que con suerte conducirá a mejores resultados".

El Dr. Will Lester, Ph. D., hematólogo consultante, de University Hospitals Birmingham NHS Foundation Trust, dijo: "La trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna sigue siendo una complicación poco común y los pacientes con antecedentes de trombosis, incluido ictus, no deben considerarse en mayor riesgo de este tipo de trombosis poco común después de la vacunación, la infección por COVID en sí misma es un riesgo significativo de ictus y otros tipos de trombosis".

Muchos países han detenido el uso de la vacuna de Oxford/AstraZeneca debido a su vínculo con la trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna o han restringido su uso a personas mayores, ya que la reacción parece ser un poco más común en personas más jóvenes. En el Reino Unido, la recomendación actual es que a las personas menores de 40 años se les debe ofrecer una alternativa a la vacuna de Oxford/AstraZeneca siempre que sea posible.

Los autores declararon no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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