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BUENOS AIRES, ARG. En vísperas del Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, que tiene lugar este 28 de mayo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) difundió que 200 mil mujeres embarazadas han enfermado de COVID-19 en las Américas desde el comienzo de la pandemia y al menos mil han muerto por complicaciones del virus, lo que reactualiza el debate sobre la necesidad de considerar la gestación una condición de riesgo por sí misma que justifica la vacunación prioritaria contra SARS-CoV-2 en esa población.
"Si esto continúa, se espera que la pandemia haga desaparecer más de 20 años de avances en la región en la ampliación del acceso de las mujeres a la planificación familiar y en la lucha contra la mortalidad materna [que en Latinoamérica y el Caribe descendió de 96 a 74 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos entre 2000 y 2017]. Casi todas las muertes maternas son evitables e incluso volver a los niveles de mortalidad materna anteriores a la pandemia, que ya eran altos, podría llevar más de una década", advirtió la Dra. Carissa F. Etienne, directora de la OPS, durante la sesión informativa semanal del 26 de mayo.
Los datos sobre embarazo y COVID-19 surgen de un relevamiento de fuentes oficiales, como las páginas web de ministerios de Salud o información compartida por los Centros Nacionales de Enlace para Reglamento Sanitario Internacional (RSI).
Entre enero de 2020 y el 17 de mayo de 2021, Estados Unidos notificó 88.880 casos de infección por SARS-CoV-2 en embarazadas, seguido por Perú (46.524, aunque la cifra también incluye puérperas), México (16.132, incluyendo puérperas), Argentina (12.103), Colombia (9.995), Chile (9.764) y Brasil (5.931). En total, son 202.101 casos sobre 24 países relevados, tal como consta en la última Actualización Epidemiológica: Enfermedad por Coronavirus (COVID-19) de la OPS, publicada el 18 de mayo.
En los países con más de 1.000 casos, las tasas de letalidad rondaron entre 0,05% (Chile) y 7,22% (Brasil), según los datos registrados.
Por otra parte, en una submuestra de 18 países, entre enero y abril de este año, se ha observado un incremento en el número de casos y defunciones de embarazadas. En México, por ejemplo, en los primeros cuatro meses de 2021 hubo una cantidad de casos que equivale al 50% de todos los registrados durante 2020 (5.438 vs 10.530), con una razón de mortalidad materna que saltó de 10,1 a 20,9, la más alta de todos los países relevados. "De continuar la tendencia, el número de casos y defunciones superará a lo observado el año anterior", afirmó el informe de la OPS.

Dr. Bremen de Mucio
"Este año el comportamiento está siendo mucho más alarmante que en el pasado, probablemente por la entrada de otras variantes del virus, que ha aumentado la contagiosidad y llevó a que haya más mujeres embarazadas infectadas por COVID-19. Hay países que a esta altura del año tienen muertes maternas que igualan o superan las que se produjeron en todo 2020”, señaló a Medscape en español el Dr. Bremen de Mucio, asesor regional en salud materna de la OPS.
"No tenemos datos precisos de que estas variantes sean más letales, pero al sobrecargarse los servicios por mayor afluencia de personas infectadas probablemente la atención se resienta y eso provoque el incremento en las muertes maternas", agregó.
¿Vacunación para todas?
El impacto de COVID-19 en las embarazadas, que al comienzo de la pandemia no parecía ser un grupo particularmente vulnerable, fue siendo dimensionado con el correr de las investigaciones. Para septiembre de 2020, ya había evidencias de que, aunque las tres cuartas partes de las gestantes infectadas estaban asintomáticas al momento del diagnóstico, podían tener mayor riesgo de partos prematuros y de requerir ventilación mecánica invasiva.
Hacia fines de abril de 2021, un estudio calculó que las mujeres embarazadas con COVID-19 tienen 20 veces más probabilidades de morir que aquellas que no contraen el virus, un riesgo que se exacerba si tienen más de 35 años o comorbilidades como hipertensión, diabetes o sobrepeso.
Un estudio sobre 559 mujeres embarazadas con sospecha de COVID-19 en 15 maternidades de Brasil que integran la iniciativa Rede Brasileira em Estudos da Covid-19 em Obstetrícia (Rebraco), constató que aquellas con test positivo de SARS-CoV-2 confirmado tienen significativamente mayor riesgo de síndrome de distrés respiratorio agudo, de ingreso a cuidados intensivos, de intubación y de muerte materna. Y en aquellos casos positivos con distrés respiratorio agudo, aumenta entre dos y cinco veces el riesgo relativo de preeclampsia, cesárea, partos prematuros, ventilación mecánica y mortalidad neonatal, según datos preliminares aún no publicados que presentó este jueves 27 la Dra. María Laura Costa, ginecóloga y obstetra de la Universidade Estadual de Campinas (UNICAMP), en Campinas, Brasil. durante un seminario web.
Frente a este escenario, México, Chile y Brasil incorporaron en sus prioridades de vacunación a las mujeres embarazadas, aunque los últimos dos países lo hicieron en un principio para aquellas con condiciones de salud subyacentes.
La Dra. Etienne recordó este miércoles que el Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha examinado los datos disponibles sobre las cinco vacunas hasta ahora aprobadas en su lista de emergencia (Pfizer/BioNTech, Moderna, Janssen, AstraZeneca y Sinopharm) y concluyó que no existe aún suficiente evidencia para recomendar la vacuna en todas las embarazadas, aunque han señalado que pueden recibir la vacuna cuando los beneficios sean superiores a los riesgos potenciales.
"Por eso instamos a las mujeres embarazadas y lactantes en grupos de alto riesgo, como las que son trabajadoras de salud o aquellas con comorbilidades, para que hablen con sus médicos y otros proveedores de servicios de salud sobre riesgos y beneficios de vacunarse. Mientras tanto, es muy importante que mantengan el cumplimiento de medidas de salud pública, como usar mascarilla, limitar el contacto con otras personas que viven fuera de su casa y evitar los sitios cerrados sin ventilación", señaló la funcionaria.
Para la Dra. Florencia Cahn, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), la cuestión de vacunar a todas las embarazadas "es actualmente un tema de fuerte discusión". "Hace muchos meses se quitó el embarazo y la lactancia como contraindicación. Y a medida que se genera más evidencia la recomendación cambia. Ahora se sabe que las gestantes tienen un riesgo incrementado…. por lo que todo tiende a hacer pensar que va a ser como la vacuna contra la influenza y va a estar indicada para todas las embarazadas, tomando el embarazo per se como factor de riesgo", pronosticó durante un seminario web este miércoles 26.
La Dra. Cahn añadió que cualquiera de las vacunas actualmente aplicadas en Argentina (AstraZeneca, Gamaleya Institute y Sinopharm) son aptas para esa población "porque ninguna de ellas es de virus vivo atenuado".
Más allá del virus
De acuerdo con especialistas, el aumento en la mortalidad materna registrado por muchos países cuando comparan datos de 2020 y 2019 no necesariamente se relaciona con el efecto biológico del virus SARS-CoV-2. Y amerita nuevas investigaciones para documentar ese impacto.
"Además de las mujeres que murieron por neumonía o complicaciones de la COVID-19, hubo muertes por complicaciones propias del embarazo en mujeres sin COVID-19 al no haber sido controladas en tiempo y forma, porque no se advirtieron los riesgos y no consiguieron la atención correcta en el momento de la aparición de la emergencia, lo que tiene que ver con la disrupción de los servicios y con el temor que se le generó a la población de que no se acercaran a los hospitales", precisó el Dr. De Mucio, quien trabaja en el Centro Latinoamericano de Perinatología/ Salud de la Mujer y Reproductiva (CLAP/SMR) de la OPS, con sede en Montevideo, Uruguay.
"Algunos lugares desarrollaron estrategias de telemedicina (para la atención del embarazo) pero, como siempre, los grupos más vulnerables suelen ser los que no acceden a esa herramienta y, por lo tanto, quedaron más desprotegidos", añadió.

Dra. Jackeline Alger
Desde el inicio de la pandemia, los servicios de atención aguda y crítica en muchos países se han sobrecargado, lo que ha llevado a la redistribución de muchos profesionales sanitarios a la primera línea y ha provocado una reducción de la prestación de servicios "no urgentes", señaló a Medscape en español la Dra. Jackeline Alger, de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en Tegucigalpa, Honduras, en nombre del Maternal, Newborn and Child Health Working Group de la COVID-19 Clinical Research Coalition.
La coalición ha llamado a examinar el efecto de esos cambios en las mujeres y su capacidad para acceder a los servicios de salud materna, sexual y reproductiva durante este tiempo, incluyendo miembros vulnerables como las adolescentes y mujeres solteras de poblaciones migrantes y refugiadas
"Los responsables políticos y los financiadores deben procurar proporcionar una financiación y recursos adecuados para permitir el acceso continuo a servicios de salud sexual y reproductiva (incluido servicios anticonceptivos y procedimientos médicos y quirúrgicos de aborto) en toda la pandemia y más allá", señalaron la Dra. Alger y sus colegas.
Los doctores de Mucio y Alger han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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Citar este artículo: Más de 1.000 embarazadas con COVID-19 fallecidas en las Américas reabren debate sobre vacunación - Medscape - 28 de mayo de 2021.
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