En México los cambios propuestos por el Gobierno actual en el sistema de compras públicas para adquirir fármacos ha derivado en problemas de desabasto, sobrecosto y falta de transparencia en los procesos de compra; cambiar todo un sistema incluye desafíos regulatorios y mayor entendimiento con el sector farmacéutico si se quiere garantizar el acceso oportuno de la población a fármacos de calidad. Sin embargo, las implicaciones de esta falla se han acentuado durante la pandemia por COVID-19.
Ante este escenario, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) facilitó un foro de discusión estructurada y plural entre Gobierno, iniciativa privada, academia y sociedad civil, a fin de identificar los retos más sobresalientes del sector y generar propuestas, que culminó con distintos hallazgos en un documento: El mercado de medicamentos en México: Retos y oportunidades.[1]

Fátima Masse
De acuerdo con Fátima Masse, maestra en administración pública y directora de Sociedad Incluyente en el Instituto Mexicano para la Competitividad, se encontró que existen tres temas recurrentes para el acceso a fármacos: compras públicas, regulación y política industrial.
Compras públicas: se carece de presupuesto, planeación y mecanismos de control y vigilancia
En el caso de compras públicas de fármacos los especialistas señalaron que en primer lugar se carece de presupuesto, planeación y mecanismos de control y vigilancia. "Con las reformas de 2019 y a partir de 2020, en teoría todos los mexicanos tenemos acceso a fármacos gratuitos, sin embargo, el presupuesto no ha crecido históricamente de la misma forma que los derechohabientes o quienes tienen acceso en el papel a la salud". Si bien entre 2019 y 2020 vimos ligero incremento de gasto en fármacos per capita al pasar de 5.630 a 5.926 pesos, seguimos por debajo de las cifras que se dieron antes de 2014, cuando el gasto era de 6.044 pesos.
Figura 1.
Figura 1. Estimación del presupuesto per cápita en salud. Fuente: Instituto Mexicano para la Competitividad elaborado con información del Presupuesto de Egresos de la Federación
También se encontró falta de planeación alrededor de las necesidades de fármacos.
Un caso que estudió el Instituto Mexicano para la Competitividad fue el relativo a las compras ante la pandemia de COVID-19, donde el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) hicieron las primeras compras en marzo 2020, ya con casos registrados en el país.
"Este tipo de evidencia coincide con los comentarios que indican que las unidades de salud difícilmente planean cuáles son los fármacos que requieren para satisfacer las necesidades que están teniendo en sus centros de salud, lo que jala desabastos históricos", señaló Masse.
Para generar este documento final, el Instituto Mexicano para la Competitividad realizó 22 entrevistas a expertos por el método de Chatham House; posteriormente se dio un foro con 25 asistentes especialistas. En el análisis también se determinó que como respuesta a muchos problemas de desabasto se modificó la Ley de Adquisiciones, pero esto ha generado otros riesgos de transparencia y de operación de las compras públicas.
Por ejemplo, la compra de fármacos e insumos en el extranjero se considera fuera de esta ley y es una excepción, por lo que faltan mecanismos de control y transparencia para dar seguimiento a las compras; no se incentiva mayor planeación para las compras recurrentes ni para las de emergencia. Esto también genera grandes dudas alrededor de la capacidad de distribución de fármacos que puede tener Birmex para llegar a más de 26.000 unidades médicas.
"Hoy parece desaprovecharse la capacidad que ya se había desarrollado para la distribución de fármacos", dijo la representante de Instituto Mexicano para la Competitividad.
Otro gran problema es que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) carece de presupuesto y recursos humanos para agilizar la entrada de fármacos, "su función es primordial y su objetivo principal es proteger la salud de la población ante riesgos sanitarios, esto lo hace a través de la regularización de la comercialización, producción, exportación y publicidad de fármacos, también emite los certificados de buenas prácticas".
Antes de 2020 este organismo estaba descentralizado de la Secretaría de Salud, pero hoy depende incluso de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud.
A pesar de todas las atribuciones que tiene, su presupuesto se redujo 47% en los últimos 4 años y la tendencia se mantiene; en 2017 se tenían 744 millones de pesos; en 2018, 739,33 millones; en 2019, 705,10 millones, y en 2020, 705,04 millones. Este bajo presupuesto también se refleja en bajas capacidades técnicas; un ejemplo es que en un escenario ideal el trámite de los registros sanitarios debería tomar 169 días hábiles y hoy el trámite promedio dura 358 días hábiles.
Figura 2.
Figura 2. Presupuesto de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) Fuente: Instituto Mexicano para la Competitividad, elaborado con información del Presupuesto de Egresos de la Federación
Política industrial sin una visión para el abastecimiento
El tercer problema detectado es que no hay una política integral que facilite mayor acceso a fármacos a través de un mercado más eficiente. No se tiene una visión de hacia dónde va esta industria y hacia donde se deberían orientar los esfuerzos con el fin de abastecer mejor los fármacos en el país.
Desde la visión de Instituto Mexicano para la Competitividad, el objetivo de la política farmacéutica debería ser incrementar el acceso a los fármacos, basado en un diagnóstico profundo de las industrias local y regional, y con base en el diagnóstico, detectar las ventajas competitivas para el país y fomentar las capacidades de producción local. Además se debe generar mayor certidumbre con mejor planeación con visión de mediano y largo plazos.
Por último, el tema de investigación científica requiere un nuevo impulso. "Hoy lo que sucede en el mercado de fármacos difícilmente tendrá solución unilateral y dictada por el gobierno; es importante considerar las oportunidades de coordinación que ya se considera en el Programa Sectorial de Economía 2020-2024 y aterrizarlo en el caso de desabasto de fármacos", concluyó Masse.
Regulación: las reglas no están claras

Juana Ramírez
Juana Ramírez, psicóloga, maestra en administración de negocios, con especialidad en salud, primera ejecutiva del Grupo SOHIN (Soluciones Hospitalarias Integrales), empresa que trabaja en modelos de atención en salud para pacientes, aseguró que hay un problema histórico y heredado, pues no existen registros nacionales para las enfermedades ni para los fármacos. Por ejemplo, el cáncer, que implica 60% del presupuesto, todavía no cuenta con un registro nacional.
Lo histórico respecto de los fármacos que se requieren en realidad está basado en lo que se pudo entregar el año anterior, no en la epidemiología o cómo se comporta la enfermedad y qué fármacos se requieren para atender a esos pacientes. Agregó que "existe [una brecha] importante entre las necesidades de la población y las que pudieron ser atendidas con lo que hubo. Mientras no haya un punto de partida con base en registros de enfermedades, el desabasto continuará".
Otra preocupación para la especialista es que la conversación se politice; asegura que esta debe ser técnica y científica, pues la polarización de la conversación no favorece a nadie y menos al paciente.
"Hoy no hay atención médica ni fármacos en las farmacias de las instituciones públicas. Un regulador fuerte no solo debería estar enfocado en la regulación de las farmacéuticas y los productos, también se debería revisar y denunciar que los pacientes están tomando meses para su tratamiento, que se verifique la atención médica. ¿Hoy dónde van médicos o pacientes, a quién denuncian? Hay un sector público asustado porque también a quien denuncia lo corren. ¿Dónde están los órganos reguladores que defienden los derechos de la salud de pacientes y trabajadores?".

Carolina Agurto
Carolina Agurto, maestra en administración pública, socia de Fundación IDEA y especialista en temas de regulación, comercio y desarrollo económico en temas de salud, comentó que la premisa de cambiar todo el sistema de compras por eliminar la corrupción generó un ambiente regulatorio en donde las reglas no están claras y hay disposiciones que van en contra de algunas ya establecidas en el mercado; "esta subjetividad y arbitrariedad generan más corrupción", y preocupa sobre el nuevo modelo, y lo más grave es el impacto en los pacientes, pero en términos comerciales podría llevar a una disputa, con incertidumbre para la industria y las instituciones operadoras del sistema.
Señaló que el tema del desabasto integra problemas muy específicos, pero también algunos muy generales. "En este momento el principal sería un tema de visión de cadena de logística, pues el acceso o abasto no tiene que ver solo con lo último de la cadena hay una serie de pasos anteriores donde la planeación estratégica es importante", también las reglas del juego, no solo en las leyes, sino en las regulaciones secundarias, y la forma en que estas terminan siendo operativizadas es un tema fundamental.
Agregó que con el cambio de los últimos dos años la claridad se ha visto más afectada para el modelo de compras y se ha relajado la vigilancia respecto a las disposiciones que establecen las Normas Oficiales Mexicanas. "Existe mucha incertidumbre con el uso de reglas anteriores y nuevas; tiene que existir un tema de fortalecimiento institucional". También en estos momentos hay un desafío muy interesante en cuanto a la capacidad de las personas que están en las instituciones cooperativizando estas reglas del juego, pero también en las capacidades de cómo los entes reguladores dan cumplimiento a todas sus atribuciones y competencias.
Agurto también señaló: "Hemos hecho mucho énfasis a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, y esto es muy importante, ya que se tiene que prever como un órgano de vigilancia que cumpla con su tarea como organismo evaluador de la conformidad, pero se están dejando de lado otros factores también importantes para visualizar esto como una política industrial".
Por ejemplo, la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), por el lado de competencia económica, para asegurar que existan precios justos; la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER), para asegurar que se tenga un marco regulatorio de calidad y que pase por ciertos procesos, además de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), para la parte de usuarios. "Estos tres entes darían un componente importante para que baje el nivel de incertidumbre que existe para los jugadores en este momento y para dar claridad de la situación más allá de un año".

Arturo Manríquez Martínez
Arturo Manríquez Martínez, maestro en administración pública, director general de la Asociación Nacional de Distribuidores y Laboratorios de Medicamentos Genéricos (DILAMEG), indicó que la industria farmacéutica es esencialmente logística, por lo que existe la necesidad de realizar un análisis prospectivo industrial, tecnológico y de innovación de fármacos que contenga esfuerzos tanto del sector público como del privado, para analizar cada uno de los eslabones en la cadena de valor desde la fabricación, importación hasta la prescripción y dispensación de los fármacos. Con este estudio se podrían mapear los retos y alternativas que deben ser tomados a la brevedad.
Refiriéndose a la fabricación, dijo que hoy los ingredientes activos farmacéuticos de fabricación nacional son muy reducidos; "la industria atraviesa por una situación muy complicada de falta de apoyo y fomento, y eso explica que menos de 5% de los ingredientes farmacéuticos activos que se emplean en la industria farmacéutica sea de fabricación nacional. La mayor parte de las materias primas vienen de China, India, Corea del Sur y algunos países de Sudamérica".
Sobre la parte final de la cadena, dijo que tiene que ver con el combate frontal al tema de distribución, falsificación y venta ilegal de fármacos, algo que debería formar parte de la política de visión integral y a lo que muchas veces no se le da el seguimiento requerido. "Recientemente se dio a conocer que México es el sexto mercado más importante de falsificación o tráfico ilegal de fármacos; esta visión debe ser integrada".
Desde el 8 de marzo Medscape en español solicitó entrevista a la COFEPRIS para conocer su opinión respecto al documento del Instituto Mexicano para la Competitividad y sus hallazgos, y hasta la publicación de esta nota no se ha tenido respuesta a dicha solicitud.
Siga a Nelly Toche de Medscape en español en Twitter @NellyToche.
Para más contenido siga a Medscape en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.
Medscape Noticias Médicas © 2021 WebMD, LLC
Citar este artículo: Compras públicas, regulación y política industrial: tres problemas clave en el desabasto de fármacos en México - Medscape - 26 de marzo de 2021.
Comentario