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Hola, soy la Dra. Zaira Medina, grabando para Medscape en español y el día de hoy hablaremos sobre un síntoma relacionado con COVID-19: la cefalea.
Sabemos que más de 35% de los pacientes con COVID-19 desarrolla síntomas neurológicos, algunos de ellos como manifestación inicial de la enfermedad, y en otras ocasiones como consecuencia de hipoxia cerebral e insuficiencia respiratoria.
La cefalea es uno de los síntomas más frecuentes relacionados con el sistema nervioso central; su prevalencia varía de 6,5% a 23% en diferentes estudios.[1]
En primer lugar analizaremos la cefalea como síntoma de COVID-19. Los virus respiratorios causan cefalea como parte de la infección viral en ausencia de meningitis o encefalitis; las causas pueden ser atribuidas a fiebre o a pirógenos endógenos o exógenos, efectos directos de los microorganismos y activación de mediadores de neuroinflamación (citocinas, glutamato, ciclooxigenasa, sistema de prostaglandina E2, sistema del óxido nítrico y especies reactivas de oxígeno); particularmente SARS-CoV-2 puede causar cefalea de forma indirecta mediante hipoxia, deshidratación, inflamación sistémica y alteraciones metabólicas.
Otra consideración importante es el síndrome de liberación de citocinas, el cual es una respuesta suprafisiológica después del uso de inmunoterapia y se asocia con neurotoxicidad. En pacientes con SARS-CoV-2 grave las concentraciones elevadas de citocinas causan daño tisular y promueven la cascada inflamatoria.
En inmunoterapia los síntomas neurotóxicos observados con el receptor de células T para el antígeno quimérico incluyen cefalea (42%), encefalopatía, somnolencia, obnubilación, temblor, crisis epilépticas y focalización. De hecho, algunos pacientes incluso llegan a la muerte por edema cerebral como consecuencia de la neurotoxicidad.[2]
Otro posible mecanismo que explica la cefalea es la invasión directa por el virus de las terminales del trigémino en las cavidades nasal u oral, lo cual se relaciona de forma directa con la presencia de anosmia y ageusia.
En cuanto al patrón clínico de la cefalea, la distribución bilateral, la duración igual o mayor de 72 horas, el sexo masculino, la resistencia a los analgésicos, los síntomas gastrointestinales y anosmia/ageusia son variables que se relacionan con la cefalea ocasionada por COVID-19, de acuerdo con lo reportado en un estudio de cohorte. Cabe resaltar que en este mismo estudio se evaluaron también pacientes que ya padecían cefalea primaria tipo migraña y tensional, es decir, cuyas características permitían diferenciar entre cefalea relacionada con la infección y aquella secundaria a exacerbación de un cuadro de cefalea primaria preexistente.
Asimismo, es llamativo que la cefalea por COVID-19 fue más prevalente en varones (56% a 73%); algunas hipótesis que podrían explicar esto incluyen mayor frecuencia de aterosclerosis e hipertensión en varones o quizá un papel protector de las hormonas femeninas.
Por otro lado, el tipo de dolor referido por los pacientes en algunos fue pulsátil, en otros opresivo y en algunos punzante, lo cual podría estar en relación con más de un mecanismo implicado en la fisiopatogenia, como ya fue descrito. Dentro de los síntomas acompañantes, hasta 71% refirió náusea y más de la mitad (60%) tuvo anosmia o disgeusia.[3]
Si bien no existe tratamiento específico para este tipo de cefalea, inicialmente hubo controversia sobre el uso de ibuprofeno por la probabilidad de aumentar la expresión de la enzima convertidora de angiotensina 2, el receptor mediante el cual penetra al cuerpo el SARS-CoV-2. Sin embargo, este incremento se ha observado solo en un estudio experimental en ratones con diabetes y únicamente en el corazón, por lo cual no existe evidencia científica contundente en contra del uso de este fármaco como antiinflamatorio en el caso de pacientes con cefalea.
Paracetamol es un buen analgésico en los adultos como tratamiento de primera línea, y como recomendación importante, debemos evitar el uso indiscriminado de esteroides.[4]
Finalmente quiero mencionar que la cefalea se puede presentar como síntoma principal de COVID-19 en ausencia de meningitis en personas que ya padecen alguna cefalea primaria, y en ese caso puede tener características migrañosas (sobre todo en quienes ya padecen migraña) o bien, quizá aparezca como un síntoma nuevo en quienes no tienen cefalea. Por ello, un alto índice de sospecha durante la pandemia nos puede ayudar a diagnóstico temprano y tratamiento efectivo al identificar cefalea en un paciente.
Muchas gracias por su atención, soy la Dra. Zaira Medina, para Medscape en español.
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Citar este artículo: Cefalea relacionada con COVID-19: ¿síntoma o patología preexistente? - Medscape - 12 de abr de 2021.
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