Las soluciones intravenosas son las terapias más utilizadas en pacientes hospitalizados
Las soluciones intravenosas deben considerarse fármacos con:
Indicaciones.
Contraindicaciones.
Información sobre efectos adversos.
Su uso data de la década de 1830 en Inglaterra durante la epidemia del cólera.[1] En diciembre de 1831 William Brooke O’Shaughnessy, a los 22 años, recién graduado de la facultad de medicina publicó en The Lancet su propuesta de un nuevo método para tratar el cólera con una solución con sales y oxígeno. Su objetivo era "regresar la sangre a su estado natural".
Thomas Latta comenzó a utilizar una solución salina rudimentaria para tratar estos pacientes; su éxito fue moderado, ya que no eran estériles. Curiosamente, esto fue publicado en mayo de 1832 en The Lancet.
Posteriormente, en 1883 Sidney Ringer creó la solución que lleva su nombre, que era más parecida al plasma que la solución salina de Latta, sin embargo, no tuvo impacto en la práctica clínica de la época.
En 1896 Hamburger creó la solución fisiológica con la concentración de sal a 0,9% que conocemos actualmente.
Finalmente, en 1932 Alexis Hartmann agregó lactato de sodio a la solución de Ringer, creado así la solución de Ringer Lactato o solución de Hartmann.
La albúmina humana fue usada por primera vez en 1941 para reanimar pacientes heridos en la batalla de Pearl Harbor.
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Citar este artículo: Soluciones intravenosas: desaprendiendo lo aprendido - Medscape - 19 de marzo de 2021.
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