Encuentre las últimas noticias y orientación acerca de la vacunación contra la COVID-19 en el Centro de información sobre la vacuna contra el SARS-CoV-2.
Las vacunas de Pfizer y de Moderna contra la COVID-19 han hecho famosa la tecnología de ácido ribonucléico mensajero (ARNm), proporcionando prueba en la vida real de que esta nueva herramienta de la medicina ofrece una forma viable de salvar vidas al prevenir enfermedades infecciosas nuevas.
Ahora, científicos e investigadores están tratando de aprovechar el ARN mensajero para un propósito atractivamente mayor: tratarenfermedades crónicas.
En la última década, el ácido ribonucléico mensajero ha surgido como una tecnología de nueva generación promisoria para crear una nueva clase de fármacos a fin de tratar fibrosis quística, cardiopatía, trastornos genéticos raros e incluso algunos tipos de cáncer.
Muchas dificultades científicas y regulatorias afrontan estos nuevos tratamientos basados en el ácido ribonucléico mensajero, que probablemente son más complicados de desarrollar que las vacunas contra la COVID-19.
Pero la tolerabilidad y la eficacia de las nuevas vacunas, y la velocidad vertiginosa con la cual se desarrollaron, han puesto en la mira el potencial de otros usos medicinales del ácido ribonucléico mensajero. Y en el futuro parece promisorio, afirmaron expertos.
"Ahora que han podido demostrar su valor con tan alta eficacia contra la COVID-19, se verá florecer vacunas de ácido ribonucléico mensajero para abordar otras amenazas de enfermedades", destacó el Dr. Amesh Adalja, especialista en nuevas enfermedades infecciosas del Johns Hopkins Center for Health Security, en Baltimore, Estados Unidos.
"Creo que probablemente vamos a ver un efecto doble con el ácido ribonucléico mensajero: uno en las vacunas preventivas contra otras nuevas enfermedades infecciosas, y también como vacunas terapéuticas, se están analizando para tratar el cáncer, por ejemplo, y otras enfermedades relacionadas con el estilo de vida y enfermedades crónicas".
Ese cambio del ácido ribonucléico mensajero, de la prevención al tratamiento, ya está en camino. Por ejemplo:
Moderna tiene más de dos docenas de tratamientos prospectivos con ácido ribonucléico mensajero y vacunas en etapa de producción, algunas en asociación con compañías muy importantes de la industria farmacéutica, como Merck y AztraZeneca, dirigidas a enfermedades genéticas, influenza, virus de inmunodeficiencia humana, cardiopatía y cáncer.[1]
BioNTech tiene en curso un número similar de nuevos estudios de ácido ribonucléico mensajero y proyectos de investigación para diversos tipos de cáncer, tuberculosis e influenza.[2]
Y CureVac, otra compañía líder en biotecnología del ácido ribonucléico mensajero, ha iniciado estudios en media docena de otras aplicaciones médicas potenciales.
El presidente de Moderna, Dr. Stephen Hoge, señaló que el ácido ribonucléico mensajero ofrece tales perspectivas como agente terapéutico porque es lo que llama "el programa de la vida".[3]
Las células utilizan ácido ribonucléico mensajero para traducir los genes de ácido desoxirribonucléico (ADN) en proteínas dinámicas, que intervienen prácticamente en toda función corporal y estado de salud.
Las compañías de biotecnología elaboran algunas de estas proteínas como fármacos, utilizando células sujetas a procedimientos de ingeniería genética en fábricas. Sin embargo, en teoría los fármacos a base de ácido ribonucléico mensajero se pueden utilizar para agilizar la producción de proteínas en el cuerpo, en efecto, ubicando la fábrica de fármacos en el interior del cuerpo, destacó el Dr. Hoge.
"En última instancia se podría utilizar ARN mensajero para expresar cualquier proteína y tal vez tratar casi cualquier enfermedad. Es casi ilimitado lo que podemos hacer", señaló el Dr. Hoge a C&EN.[4]
Un interés importante de Moderna es el desarrollo de nuevas "vacunas contra el cáncer" ajustadas a pacientes individuales que aumenten sus defensas inmunitarias naturales, a menudo en combinación con otros fármacos inmunoterapéuticos. A diferencia de las vacunas tradicionales, que suelen utilizarse para prevenir las enfermedades, estas nuevas vacunas se utilizan para tratar enfermedades.
¿Cambio de paradigma para la industria farmacéutica?
Si la terapéutica con ácido ribonucléico mensajero resulta tan exitosa como las vacunas contra la COVID-19, el ácido ribonucléico mensajero podría transformar la industria farmacéutica, de la misma forma que compañías de biotecnología, como Biogen y Genentech desarrollaron los fármacos proteínicos llamados biológicos en la década de 1980.
Esos tratamientos en la actualidad son el segmento de más rápido crecimiento en la industria farmacéutica, y algunos expertos han señalado que el ácido ribonucléico mensajero podría superarlos.[4]
Los primeros datos parecen promisorios, y las vacunas contra la COVID-19, han resultado una puerta que probablemente acelerará la investigación y el desarrollo de ARN mensajero.
Por ejemplo, BioNTech, socio de Pfizer en la vacuna contra la COVID-19, recientemente dio a conocer un estudio que muestra que el ácido ribonucléico mensajero podría funcionar combatiendo la esclerosis múltiple.
La investigación, dirigida por el director general de BioNTech, Dr. Ugur Sahin, mostró que la vacuna de ácido ribonucléico mensajero calmaba significativamente los síntomas en ratones sujetos a técnicas de ingeniería para desarrollar una forma de esclerosis múltiple en roedor.[5] El estudio, publicado en Science, también demostró que la vacuna prevenía la progresión de la enfermedad.[6]
La información genética contenida en la vacuna terapéutica codifica la producción de antígenos causantes de esclerosis múltiple, modelizados siguiendo el método utilizado en las vacunas contra la COVID-19, lo que proporciona otro apoyo de prueba de concepto para la tecnología.
Tropiezos en el camino hacia el avance
Pero hay salvedades. No todas las noticias recientes sobre el ácido ribonucléico mensajero han sido positivas.
Antes que nada, ninguno de los tratamientos con ácido ribonucléico mensajero que se están estudiando se ha validado de manera concluyente en estudios clínicos en materia de tolerabilidad y eficacia de la misma forma que las vacunas de Pfizer y de Moderna contra la COVID-19.
En segundo lugar, la Food and Drug Administration de Estados Unidos todavía no ha dado luz verde a ninguno de estos tratamientos.
Además, algunos estudios tempranos sobre fármacos a base de ácido ribonucléico mensajero han tenido obstáculos importantes en el camino a la aprobación para su comercialización.
En enero CureVac informó de resultados desalentadores en un estudio clínico de su nuevo fármaco a base de ácido ribonucléico mensajero contra el cáncer de próstata.[7] El fármaco CV9014 de la compañía no aumentó las tasas de sobrevida de hombres con cáncer de próstata metastásico ni detuvo la progresión de la enfermedad, los dos objetivos principales del estudio.
El fundador de CureVac, Ingmar Hoerr, Ph. D., calificó los hallazgos como un tropiezo temporal, señalando que CV9014 ha demostrado ser seguro y las pruebas preclínicas indican que podría resultar eficaz si se utiliza con otros fármacos inmunoterapéuticos conocidos como inhibidores de puntos de control inmunitario. Estos fármacos, como pembrolizumab (Keytruda, Merck), nivolumab (Opdivo, Bristol-Myers Squibb) y atezolizumab (Tecentriq, Roche), no estaban en el mercado cuando comenzó el estudio de CV9014.
"Ya estamos en planes con nuestro socio, Boehringer Ingelheim, para comenzar estudios clínicos de ácido ribonucléico mensajero en combinación con los inhibidores de puntos de control", comentó Hoerr para Labiotech.[7]
Las dos compañías también se están asociando para producir otra vacuna de ARN mensajero prospectiva frente al cáncer de pulmón.[8]
Pero el tropiezo para CureVac, que ha sido respaldada por el cofundador de Microsoft, Bill Gates, y el empresario alemán Dietmar Hopp, entre otros, es un recordatorio de que el ácido ribonucléico mensajero afronta dificultades importantes como agente terapéutico.
Esto es verdad sobre todo en lo que respecta a crear nuevos tratamientos para los millares de diferentes tipos de cáncer, cada uno de los cuales tiene su propia serie de complejidades.
El Dr. Maurie Markman indicó que el tratamiento con ácido ribonucléico mensajero ofrece perspectivas favorables, pero recomienda cautela aunada al optimismo generado por las vacunas de Moderna y de Pfizer contra la COVID-19.
"El tratamiento del cáncer es un universo diferente a la prevención del cáncer a través de la innovación", señaló el Dr. Markman, presidente de Medicina y Ciencias en Cancer Treatment Centers of America.
"Lamentablemente hemos concluido en términos simples como ácido ribonucléico, ácido desoxirribonucléico y vacunas, y decimos: ‘Bueno, si podemos tratar un grupo de enfermedades, incluidas algunas causadas por virus, y tenemos éxito en este campo, ¿no podemos utilizar la misma tecnología, la misma estrategia, y trabajar en otra enfermedad?’. Y la respuesta es afirmativa: Sin duda deberíamos buscar, pero presuponer que estamos analizando cosas que son equivalentes es problemático".
Un vistazo al ácido ribonucléico mensajero
¿Qué es el ácido ribonucléico mensajero y cómo funciona terapéuticamente?
Gracias a la avalancha de noticias sobre la pandemia de coronavirus el término, antes desconocido, es ahora ubicuo. Una búsqueda simple del término "ARNm" en Google arroja casi 80 millones de enlaces (aproximadamente una tercera parte de lo que arroja Lady Gaga, como comparación).
En esencia, el ácido ribonucléico mensajero es una molécula monocatenaria, naturalmente presente en todas nuestras células.[9] Identificado en 1961, el ácido ribonucléico mensajero transporta instrucciones a las células para que elaboren proteínas a partir de nuestros genes que se utilizan como unidades estructurales de sus estructuras y funciones fundamentales.
Sin entrar en demasiados tecnicismos, un segmento de ácido desoxirribonucléico es copiado en un fragmento de ácido ribonucléico mensajero que da órdenes a nuestras células para que elaboren proteínas específicas, algunas de las cuales causan o previenen enfermedades.
Las vacunas contra la COVID-19, por ejemplo, contienen ácido ribonucléico mensajero del coronavirus (que no puede causar infección). Cuando se inyecta en músculo, nuestras células lo leen y sintetizan la proteína en espiga no infecciosa presente en la superficie del virus.
Esto induce a nuestros sistemas inmunitarios a crear estas proteínas inocuas y desarrollar las herramientas necesarias para abordar y destruir el virus si nos infectamos después.
La tecnología de ácido ribonucléico mensajero no es nueva. Durante décadas los investigadores han estado descifrando los misterios del ácido ribonucléico mensajero, y descubriendo el papel que pudieran desempeñar en las enfermedades.
De hecho, Moderna, BioNTech y CureVac estaban estudiando los posibles beneficios médicos del ácido ribonucléico mensajero mucho antes de que la pandemia de COVID-19 creara la oportunidad para aprovechar el ácido ribonucléico mensajero con el fin de producir una nueva clase de vacuna.
El motivo por el que el ácido ribonucléico mensajero ofrece tales perspectivas favorables es que combate la enfermedad de forma completamente diferente a la mayoría de los fármacos disponibles en el mercado.
Centenares de estudios clínicos se encuentran en diversas etapas de pruebas de ácido ribonucléico mensajero como una forma de tratar infecciones y enfermedades crónicas, de acuerdo con Clinicaltrials.gov, el centro de coordinación federal de estudios que se están realizando en todo el mundo.
Estudios más destacados en proceso:
Moderna se está asociando con Merck en un estudio clínico de un tratamiento combinado, utilizando una vacuna de ARN mensajero personalizada contra el cáncer, junto con el inmunoterapéutico pembrolizumab, para pacientes con cánceres colorrectales y de cabeza y cuello.[10] Los primeros resultados, comunicados en noviembre pasado, eran promisorios.
AstraZeneca evalúa un nuevo tratamiento a base de ácido ribonucléico mensajero para tratar la insuficiencia cardiaca.
Translate Bio Inc. estudia el ácido ribonucléico mensajero para la fibrosis quística.
La compañía editora de CRISPR Intellia Therapeutics está evaluando un tratamiento a base de ácido ribonucléico mensajero para la enfermedad hereditaria rara amiloidosis mediada por transtiretina.
Otras compañías están analizando el potencial de utilizar ácido ribonucléico mensajero para abordar los cánceres de pulmón, ovario y páncreas, entre otros.
"Cambio en toda la estrategia"
El Dr. Adalja señaló que considera que a corto plazo, la verdadera promesa del ARN mensajero radica en combatir nuevas enfermedades infecciosas, como la COVID-19, mediante vacunas seguras y eficaces que pueden crearse y aplicarse rápidamente.
"Creo que aun cuando la mayoría de las personas no haya escuchado antes sobre la tecnología de vacunas de ácido ribonucléico mensajero, es algo que muchos en este campo vimos como una forma de revolucionar la manera de desarrollar las vacunas, en especial aquellas que necesitaban elaborarse con más rapidez para una epidemia de una nueva enfermedad infecciosa", indicó.
Hace 2 años produjo un estudio importante sobre nuevas tecnologías de plataforma para vacunas que resaltaba la promesa del ácido ribonucléico mensajero.
"Las vacunas de ácido ribonucléico mensajero son una forma de realmente cambiar toda la estrategia contra las epidemias de enfermedades infecciosas nuevas, pues son muy simples de elaborar. Básicamente, lo que se necesita es saber cuál es el patógeno, cuál es el objetivo terapéutico para el sistema inmunitario, y ya con dicho conocimiento, se secuencia y se hace el fragmento de ácido ribonucléico mensajero necesario, y después se inyecta a una persona", destacó.
Pero el Dr. Adalja también consideró que la tecnología de ácido ribonucléico mensajero probablemente tendrá ventajas en el mundo de las enfermedades crónicas no infecciosas.
"Es importante recordar que mucho del interés temprano en el ácido ribonucléico mensajero fue en la secuenciación de tumores individuales y luego en la elaboración de vacunas contra esos tumores. Por ejemplo, una vacuna personalizada contra el cáncer de pulmón", agregó.
"Así que creo que es donde se va a ver mucha inversión en las vacunas de ácido ribonucléico mensajero, pues son muy lucrativas, y es donde desesperadamente necesitamos nuevas opciones de tratamiento. No soy oncólogo, pero la idea de que estas vacunas se pudieran utilizar con fines terapéuticos contra el cáncer es algo que el mundo de la oncología está buscando".
Para más contenido siga a Medscape en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.
Medscape Noticias Médicas © 2021 WebMD, LLC
Citar este artículo: Más allá de las vacunas contra la COVID-19: ¿puede el ARN mensajero tratar también otras enfermedades? - Medscape - 24 de feb de 2021.
Comentario