Ante la escasez de vacunas contra COVID-19, estalla la ira por los privilegios

Matías A. Loewy

22 de febrero de 2021

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BUENOS AIRES, ARG. El ahora exministro de Salud de Argentina, Dr. Ginés González García, un experimentado médico sanitarista que durante 12 de los 14 meses en el cargo gestionó con luces y sombras la respuesta del país a la pandemia, renunció este viernes 20 después de que un periodista cercano al oficialismo y "viejo amigo" del funcionario confiara haber recibido una dosis de la vacuna contra COVID-19 en las instalaciones del Ministerio y sin que todavía le correspondiera según el orden de prioridad para la inmunización establecido en el país.

Al menos una decena de personas, incluyendo un empresario de Mar del Plata y dos miembros de su familia, habrían recibido la aplicación por la misma vía irregular. Una vez enterado, el presidente Alberto Fernández le pidió de inmediato que dejara el cargo.

El episodio, descrito por la Dra. Carla Vizzotti, sucesora del Dr. González García, como una "situación puntual que no puede empañar la gestión" del ahora exministro, causó indignación en médicos, enfermeros y buena parte de la población que siente que los privilegios son inaceptables cuando la campaña de vacunación en marcha ni siquiera completó los esquemas del personal sanitario y recién empezó con los adultos mayores. Asimismo, demuestra un inusual grado de sensibilidad pública en Argentina y el resto de la región frente a las violaciones de las normas, las transgresiones éticas y el amiguismo en una situación de pandemia que demandó tantos esfuerzos, costó tantas vidas y todavía está lejos de controlarse.

Dr. Lenin de Janon Quevedo

Muchos médicos expresaron su enojo e irritación a través de las redes sociales. "Soy médico de la [Unidad de Terapia Intensiva] y hace unos días recibí la dosis 1. Por semanas dijeron no tener vacunas mientras seguimos asistiendo a enfermos de COVID. Ahora veo que había privilegiados. ¿Quién responde por el VacunaGate? No es una persona, sino un sistema", protestó en su cuenta de Twitter el Dr. Lenin de Janon Quevedo, médico de cuidados críticos del Hospital Santojanni y director de la carrera de Medicina y profesor de ética biomédica de la Pontificia Universidad Católica Argentina, en Buenos Aires.

"Ya que hay varios 'vacunados VIP', propongo que esa lista de 'notables' vayan a los HOSPITALES y realicen TAREAS ADMINISTRATIVAS y de LIMPIEZA hasta tanto se vacune el último de los argentinos. Desde el ministro renunciante hasta el último ‘acomodado’ de esa lista”, sugirió en un tuit el Dr. Pablo Corral, médico internista y profesor de Farmacología en la Universidad FASTA, en Mar del Plata.

"Desde hace un par de meses los profesionales de la salud estamos lidiando con sistemas de turnos y aguardando pacientemente en la fila para vacunarnos. Que haya gente que se vacune por amiguismo y sin criterio es muy doloroso", expresó vía Twitter el Dr. Pablo Richly, psiquiatra del Centro de Salud Cerebral, en Buenos Aires.

El Dr. Adolfo Rubinstein, médico de familia y exsecretario y ministro de Salud de la Argentina durante el anterior gobierno, sostuvo que la renuncia del Dr. González García es el corolario de una "cadena de equivocaciones, errores y negligencias" que comenzaron antes de la pandemia.

"Por un lado hablan de equidad e igualdad, mientras por otro lado los amigos del poder acceden por izquierda a beneficios que no están disponibles para todos, como si el Estado fuera su negocio personal", denunció.

"El capitán es el último que abandona el barco"

No es el primer caso en la región. En Perú, estalló un llamado #VacunaGate cuando se difundió una lista de 487 personas, incluyendo varios funcionarios de distinto rango y algunos de sus familiares más cercanos, quienes recibieron como "cortesía" y de manera secreta las dos dosis de la entonces vacuna candidata de Sinopharm. 

Entre los beneficiados estaban el expresidente, Martín Vizcarra, y la ministra de Salud, Dra. Pilar Mazzetti, quien en dos ocasiones negó públicamente haber sido vacunada. El 10 de febrero, la funcionaria había asegurado en rueda de prensa: "El capitán es el último que abandona el barco. Una vez que todas las personas que trabajan en el sistema estén vacunadas, recién será nuestro momento, como debe ser. Los que estamos a la cabeza de las instituciones tenemos que dar el ejemplo para esperar nuestro momento”.

Pero no lo hizo. Cuando días después se reveló el engaño, la Dra. Mazzetti, quien ya había dejado el cargo, admitió que había sido "el mayor error" de su vida, que nada justifica lo que había hecho, pero que cedió "ante la inseguridad y los miedos" cuando la segunda ola afectó al país en enero, tal como reflejó Gestión

El Colegio Médico de Perú declaró en un comunicado su "indignación" ante la "infame noticia (…) en circunstancias donde los médicos, enfermeras, técnicos y otros profesionales de la salud enfermaban y morían en la lucha contra la pandemia". Y señaló que iniciará "los procesos indagatorios éticos que correspondan" para evaluar la conducta de los médicos-cirujanos que aparecieron en esa lista.

En otros países también se han denunciado episodios puntuales.

En México, en diciembre se separó al director de un centro médico de Toluca luego de que se comprobara que inscribió a su esposa y a dos hijas para que recibieran la vacuna contra COVID-19. También se informaron otros casos de funcionarios o médicos que no atienden pacientes con COVID-19 que se "saltaron la fila". "Actuemos con igualdad, nada de influyentismo, nada de que: 'Yo tengo dinero y a mí me toca, a mí me corresponde' o 'yo tengo influencias, tengo agarraderas, conozco al médico que maneja la salud en un estado' o (…) 'tengo un amigo que es político o líder sindical', eso ya se terminó", dijo el 17 de enero el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

En España, hacia fines de enero, la cadena Antena 3 señaló que alrededor de 500 funcionarios y hasta el líder militar de mayor rango en el país se habían administrado la vacuna de forma irregular y varios tuvieron que dimitir, aunque en muchos casos adujeron que lo hicieron para dar el ejemplo y mostrar que la vacuna era segura.

"La tradición picaresca española salió a relucir, tan fresca como en los tiempos del Lazarillo de Tormes y del conde Lucanor", criticó un columnista de Cambio 16.

"Un privilegio de casta"

En muchos países del mundo, presidentes y otros altos funcionarios se inmunizaron de manera pública para transmitir confianza en las vacunas y por sus responsabilidades de Estado. Y quizás puede tener lógica en una primera instancia. Pero expertos sostienen que, salvo contadas excepciones, como las máximas autoridades políticas del poder ejecutivo elegidos por voto popular, solo deberían hacerlo si tienen indicación y a su debido turno, porque el riesgo de generar una sensación de discrecionalidad es muy grande.

"En general, si quieres que las personas apoyen el racionamiento y respalden la idea de que tienen que esperar su turno porque hay otras personas con más riesgo o más esenciales que tienen que ir antes que ellos, entonces tienes que decir que el sistema es justo. Y que todos tienen las mismas oportunidades", comentó para Medscape Arthur Caplan, Ph.D., de la División de Ética Médica de la Escuela de Medicina de New York University, en Nueva York, Estados Unidos.

La Dra. Vizzotti señaló este domingo 22 que los llamados "funcionarios estratégicos" para el funcionamiento del Estado están incluidos dentro de los grupos objetivos de la campaña de inmunización. Pero que, dado el "contexto de alta sensibilidad", ella y muchos otros habían decidido recibir las dosis cuando hubiera más vacuna en existencia.  

Pero la situación de quienes no cumplen esas funciones ejecutivas y son meros allegados o familiares beneficiados por la proximidad al poder resulta particularmente irritante.

"El que ciertos individuos reciban vacunas por la mera condición de ser amigos del poder, cuando aún quedan trabajadores de primera línea sin vacunar y apenas se comenzó con los vulnerables, no solo habla de su falta de solidaridad e insensibilidad social, sino de que conciben como derecho lo que realmente es un privilegio de casta contrapuesto al principio de universalidad que indica que a los cuidado de salud se accede sin distinción de sexo, raza, posición social, ideas políticas o religiosas", dijo el Dr. De Janon Quevedo a Medscape en español.

El especialista también fustigó la idea de que los famosos se vacunen para producir un "efecto de contagio", como hizo Elvis Presley en 1956 cuando fue vacunado contra la polio frente a las cámaras de televisión y en solo seis meses se incrementó la aplicación de 0,6% a 80%.

"Han transcurrido más de 60 años desde entonces y los logros de la inmunización masiva hablan por sí solos, habiendo hecho desaparecer una enfermedad que otrora diezmaba a la humanidad, como la viruela. Segundo, todas las vacunas están en fase 3, lo que quiere decir que hasta el momento ninguna ha concluido el periodo de investigación. Estrictamente hablando, no hay para qué generar ningún efecto contagio por cuanto la persona debe ser libre para aceptar o rechazar su participación en cualquier estudio de investigación. Tercero, en la historia de la salud pública no existen experiencias previas de una inmunización masiva a la escala planetaria. Esto representa un verdadero desafío para los sistemas de salud y exige el respeto estricto de los cronogramas de vacunación por parte de todos los ciudadanos, sean famoso o privilegiados", puntualizó el Dr. De Janon Quevedo.

"La virtud no se enuncia, se muestra"

Algunos creen que los #VacunaGates en la Argentina y la región son el emergente de una gestión improvisada y desprolija de la pandemia, combinada con una cultura que tolera o hasta celebra la violación de las reglas.

Para el Dr. Ignacio Katz, director de la Maestría de Salud Pública de la Universidad del Aconcagua, en Mendoza, y coautor del libro Por una reconfiguración sanitaria pospandémica: epidemiología y gobernanza (2020), el episodio de las vacunas irregulares refleja un estado de "indefensión sanitaria" y realza la necesidad de fortalecer la salud pública y la gobernanza en la planificación de la respuesta al virus, con un tablero de comando multidisciplinario y permanente, según dijo a Medscape en español.

El Comité de Ética y Derechos Humanos COVID-19, creado en el seno del Ministerio de Salud de Argentina durante 2020, también emitió un comunicado donde criticó los privilegios "de unos ciudadanos sobre otros", tal como publicó Página/12.   

"Toda estrategia de vacunación en un contexto de escasez de vacunas y de excepcionalidad pandémica requiere priorizar a quienes deberán vacunarse primero y explicitar los criterios sobre los que se ha realizado dicha elección considerando los principios éticos de igualdad, equidad, autonomía, beneficencia, respeto a la vulnerabilidad y justicia para determinar las condiciones de acceso a la vacuna", señalaron sus integrantes, quienes también repudiaron la conducta de quienes solicitan y se ven beneficiados por privilegios "sabiendo que la moralidad de los actos no es solo individual".

Dr. Juan Carlos Tealdi

Uno de los integrantes de ese comité, el Dr. Juan Carlos Tealdi, un médico especializado en bioética que dirige el Comité de Bioética del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires, dijo a Medscape en español que, así como ocurrió una falta ética muy grave, ocurrió un gesto ético "muy serio y responsable" cuando el presidente ordenó la dimisión del ministro responsable.

El bioeticista pidió que se expliciten los detalles de qué funciones o cargos desempeña el personal "estratégico" que puede ser inmunizado, algo que se comprometió a transparentar la Dra. Vizzotti, al igual que un mejor esquema de "monitoreo y seguimiento" de la distribución de las vacunas.

Para el Dr. Tealdi, no solo ha habido vacunas irregulares en el Ministerio. Y añadió que uno de los "nudos del problema" en Argentina es que no se hizo una campaña para aclarar la lógica que subyace al orden de prioridad de modo tal de sumar a la población "al esfuerzo colectivo y solidario" de la inmunización.

"¿Y habría que haber hecho una campaña para explicar que saltear la cola le quita la vacuna a quién más lo necesita? ", preguntó Medscape en español. "No estoy seguro… el principio de que tenemos que respetar la fila lo conocemos. Pero la virtud no se enuncia, se muestra. Por eso es importante que los dirigentes muestren a la población a través de sus actos el respeto a las prioridades. Y por eso se vive como una traición cuando el depositario mayor de las expectativas actúa mal y en contra de la actitud virtuosa de millones de ciudadanos y militantes políticos”, respondió el Dr. Tealdi.

Los doctores De Janon Quevedo, Katz y Tealdi han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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