COMENTARIO

Inhibidores de las cinasas Janus como objetivo terapéutico

Dr. Javier Merayo Chalico

Conflictos de interés

25 de febrero de 2021

El texto ha sido modificado para su mejor comprensión.

Hola, soy el Dr. Javier Merayo Chalico, especialista en medicina interna y reumatólogo, grabando para Medscape en español; el día de hoy hablaremos sobre inhibidores de cinasas de la familia Janus (JAK) en artritis reumatoide.

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica, inflamatoria, de origen autoinmune, cuya manifestación clínica más importante es la afección del sistema osteoarticular. La padece aproximadamente 1 % de la población mundial y es causa importante de discapacidad funcional, deterioro en la calidad de vida y ausentismo laboral en adultos entre la tercera y quinta décadas de la vida.[1]

El tratamiento de la artritis reumatoide se rige desde hace varios años bajo la estrategia "tratamiento por objetivos" (treat to target), que propone que el objetivo primario es la remisión clínica y como alternativa, lograr un nivel bajo de actividad clínica.[2]

Hasta hace 20 años las opciones terapéuticas para el tratamiento de la artritis reumatoide eran muy limitadas. El advenimiento de los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad tipo biológico, principalmente aquellos anticuerpos involucrados en la cascada inflamatoria patológica de la artritis reumatoide (es decir, los bloqueantes del factor de necrosis tumoral principalmente) revolucionó el tratamiento de la enfermedad para siempre.[3]

Sin embargo, aunque son altamente efectivos, tienen una desventaja, que consiste en su vía de administración parenteral, bien sea subcutánea o intravenosa, lo cual puede asociarse con disminución del cumplimiento terapéutico.

Es ahí donde surgen nuevos fármacos para el manejo de la artritis reumatoide, como los inhibidores de JAK, que incluso actualmente se posicionan como terapia de segunda línea.[4]

Los inhibidores de JAK son pequeñas moléculas cuya principal ventaja es la administración oral frente a la vía subcutánea o intravenosa de los anticuerpos monoclonales, además de facilitar el cumplimiento terapéutico y la disposición del paciente a recibir el tratamiento. Su mecanismo de acción es la inhibición de las proteínas cinasas Janus, que disminuyen la producción de diversas citocinas proinflamatorias (y no una sola sustancia, como el anti-factor de necrosis tumoral), que se encuentran en estrecha relación con el proceso de inflamación que se presenta en la artritis reumatoide.

Actualmente contamos con tres fármacos en este grupo: tofacitinib, que se toma dos veces por día, así como baricitinib y upadacitinib, una vez al día. Sus principales efectos adversos son los infecciosos, por lo que se debe tener especial atención con el riesgo de padecer herpes zóster, y generalmente se recomienda vacunar antes de iniciar con este fármaco en pacientes con artritis reumatoide.

Con lo anterior, los inhibidores de JAK, aunados al anti-factor de necrosis tumoral y otros fármacos de avanzada, como los bloqueantes de interleucina-6, son los fármacos más modernos y en general, más efectivos, para controlar la enfermedad, sobre todo cuando hubo falla al tratamiento con metotrexato.

Si desea obtener más información puede consultar una revisión basada en evidencia sobre el papel de los inhibidores de JAK en la artritis reumatoide.[5]

Muchas gracias por su atención, soy el Dr. Javier Merayo Chalico, para Medscape en español.

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