TENDENCIA CLÍNICA

Aceite de pescado

Ryan Syrek

Conflictos de interés

27 de noviembre de 2020

Semanalmente identificamos un término de búsqueda frecuente, analizamos qué causó su popularidad y presentamos una infografía relacionada. Si tiene una sugerencia sobre cuál es la Tendencia Clínica destacada y por qué compártala con nosotros en Twitter o Facebook.

Hallazgos de varios estudios en que se investiga la relación entre los ácidos grasos omega-3 y la salud cardiovascular fueron presentados en el Congreso de la American Heart Association (AHA) de 2020 y dieron lugar a que el aceite de pescado se convirtiera en la Tendencia clínica de esta semana.

Resultados primarios del estudio VITAL-Rhythm no mostraron datos que respaldaran el empleo de cápsulas de aceite marino o vitamina D3 para la prevención de la fibrilación auricular (ver infografía). En el estudio a gran escala, a largo plazo, aleatorizado, controlado con placebo, participantes sin un antecedente de fibrilación auricular, enfermedades cardiovasculares o cáncer, fueron aleatorizados para tomar diariamente 1 gramo de ácidos grasos omega-3, 2.000 UI de vitamina D3 o un placebo. No se observó beneficio en lo que respecta a la presentación de fibrilación auricular y expertos afirman que los ácidos grasos omega-3 de hecho pueden haberse asociado con una mayor incidencia de dicho trastorno.

Las malas noticias para el aceite de pescado no terminaron con los hallazgos del estudio VITAL. Los resultados del estudio STRENGTH demostraron que un producto de ácidos grasos omega-3 en dosis altas no tuvo efecto positivo sobre las tasas de eventos cardiovasculares. Un producto que contiene una combinación de ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) en dosis altas no demostró ningún beneficio, pero también se asoció con más efectos adversos en el grupo asignado a tratamiento activo en el estudio, observándose una mayor tasa de síntomas digestivos y fibrilación auricular. Cabe hacer notar que los resultados negativos del estudio STRENGTH se contraponen a los resultados positivos del estudio previo REDUCE-IT, que demostró una reducción de 25% del riesgo relativo de eventos cardiovasculares adversos mayores con el producto de ácido eicosapentaenoico purificado, etilo de icosapento, en dosis altas.

Sin embargo, otro resultado desalentador fue notificado en el estudio aleatorizado OMEMI. Los investigadores observaron que los ácidos grasos omega-3 aunados al tratamiento estándar no redujeron los eventos cardiovasculares mayores o la muerte en pacientes de edad avanzada que habían tenido infarto de miocardio agudo previo. De un modo similar a lo que se observó en el estudio STRENGTH, la combinación de ácido eicosapentaenoico y ácido docosahexaenoico se asoció con un aumento no significativo de nueva fibrilación auricular. A diferencia del estudio STRENGTH, los resultados del estudio OMEMI son muy esclarecedores para las poblaciones de edad más avanzada, que a menudo se excluyen de estudios clínicos y cuyo riesgo de eventos cardiovasculares es considerable.

Sigue siendo incierto el grado en que el aceite de pescado tiene algún beneficio cardiovascular, aunque muchos médicos están muy convencidos de ello. A medida que se cuente con más evidencia (sea en pro o en contra de su utilización) los ácidos grasos omega-3 probablemente seguirán siendo un tema que atraiga la atención.

Para más información sobre ácidos grasos omega-3, lea aquí.

Para más contenido siga a Medscape en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Comentario

3090D553-9492-4563-8681-AD288FA52ACE
Los comentarios están sujetos a moderación. Por favor, consulte los Términos de Uso del foro

procesando....