COMENTARIO

Datos del registro de enfermedad cardiovascular COVID-19 de la American Heart Association

Dra. Cecilia Bahit

Conflictos de interés

23 de noviembre de 2020

Nota de la editora: Encuentre las últimas noticias y orientación acerca de la COVID-19 en el Centro de información sobre el coronavirus (SARS-CoV-2).

En respuesta a la emergencia en salud pública impuesta por la pandemia de COVID-19 la American Heart Association se propuso desarrollar y lanzar rápidamente un recurso para la comunidad médica y de investigación para acelerar avances científicos a través de tareas compartidas de aprendizaje, mejora de calidad e investigación.

En menos de 4 semanas, luego de ser anunciado el 3 de abril de 2020, el Registro de enfermedad cardiovascular COVID-19 de American Heart Association impulsada por Get With the Guidelines recibía sus primeros registros.[1] Los 109 hospitales participantes reclutaron hasta la presentación más de 22.000 pacientes consecutivos con COVID-19 sin tener en cuenta la historia cardiovascular. Los programas de mejora de calidad hospitalaria permitieron a los hospitales y sistemas de salud evaluar la tasa de mortalidad a nivel de pacientes, días cama en unidad coronaria y días de respirador.

El análisis basal de 14.899 pacientes mostró que aproximadamente 17% no tenía factores de riesgo, 58% tenía hipertensión, 37% diabetes, 42% obesidad y 37% dislipidemia. La ocurrencia de muerte cardiovascular, infarto, ictus e insuficiencia cardiaca fue de aproximadamente 9%.

Más de 20% requirió respirador y 20% falleció o fue derivado a un centro de cuidados paliativos. La causa de muerte dominante fue respiratoria en más de 70%. Las complicaciones cardiovasculares y trombóticas resultaron menos comunes de lo inicialmente esperado; la ocurrencia de infarto de miocardio, ictus, trombosis venosa/embolia pulmonar fue menor a 5% cada una.

Diferencias étnico/raciales en la evolución de pacientes hospitalizados por COVID-19

Debido a que la pandemia de COVID-19 ha puesto en evidencia las inequidades étnico/raciales en riesgos de salud y evolución en Estados Unidos, se realizó un análisis para identificar dichas diferencias en la presentación y evolución de pacientes hospitalizados por COVID-19.[2] En este análisis se incluyeron 7.868 participantes, de los cuales 33% era de raza hispana, 25,5% no hispanos de raza negra, 6,3% asiáticos y 35,2% de raza blanca no hispanos.

Los hispanos y no hispanos de raza negra eran más jóvenes que los de raza blanca y asiáticos, y más frecuentemente no tenían cobertura de salud. Los pacientes no hispanos de raza negra tenían la mayor prevalencia de obesidad, hipertensión y diabetes; también la tasa más elevada de necesidad de ventilación mecánica (23,3%) y requerimiento de diálisis (6,6%).

En contrapartida, este grupo fue el que recibió menos frecuentemente remdesivir (6,1%), comparado con 8% a 9,5% en los otros grupos. La mortalidad global fue de 18,4% con 53% de los decesos en hispanos y no hispanos de raza negra. Los odds ratio ajustados para mortalidad fueron 0,93 (IC 95%: 0,76 a 1,14) para no hispanos de raza negra, 0,90 (IC 95%: 0,73 a 1,11) para hispanos y 1,31 (IC 95%: 0,96 a 1,80) para asiáticos, en comparación con pacientes de raza blanca. Los resultados para eventos cardiovasculares adversos mayores fueron similares. Los pacientes asiáticos tuvieron la gravedad más alta de compromiso cardiorrespiratorio en admisión (OR ajustado: 1,48; IC 95%: 1,16 a 1,90).

Asociación de índice de masa corporal y edad en morbilidad y mortalidad en pacientes hospitalizados por COVID-19

Debido a que la obesidad puede contribuir a evolución adversa en pacientes con COVID-19, se analizaron datos de pacientes en 88 hospitales enrolados en el registro de enfermedad cardiovascular COVID-19 de la American Heart Association hasta julio de 2020. El índice de masa corporal (IMC) fue estratificado según la Organización Mundial de la Salud, tomando como grupo de referencia a los individuos con peso normal.[3]

Las categorías de índice de masa corporal fueron bajo peso (< 18,5 kg/m2), peso normal (entre 18,5 y 24,9 kg/m2), sobrepeso (25 a 29,9 kg/m2), obesidad clase I (30 a 34,9 kg/m2), obesidad clase II (35 a 39,9 kg/m2) y obesidad clase III (> 40 kg/m2). Obesidad y en particular obesidad clase III, estuvo subrepresentada en el registro, en comparación con la población de Estados Unidos, con la mayor diferencia entre adultos ≤ 50 años.

Entre los 8.519 pacientes hospitalizados por COVID-19 de los primeros datos del registro, 7.606 (89%) tenían datos sobre índice de masa corporal disponible para el análisis. La edad mediana de la cohorte fue de 63 años con leve predominancia de hombres (55%) y étnico/racial diversa con alta prevalencia de diabetes e hipertensión arterial.

Las proporciones de cada categoría de índice de masa muscular en el registro fueron: bajo peso (3%), peso normal (24%), sobrepeso (30%), obesidad clase I (21%), obesidad clase II (11%) y obesidad clase III (11%). Muerte intrahospitalaria o ventilación mecánica ocurrió en 2.109 (27,7%), muerte intrahospitalaria en 1.302 (17,1%) y ventilación mecánica en 1.602 (21,1%).

En análisis multivariado ajustado la obesidad clases I a III fue asociada a mayor rriesgo de muerte intrahospitalaria o ventilación mecánica (OR: 1,28; IC 95%: 1,09 a 1,51; OR 1,57; IC 95%:1,29 a 1,91 y OR: 1,80; IC 95%: 1,47 a 2,20, respectivamente), y obesidad clase III se asoció con la mayor mortalidad intrahospitalaria (HR: 1,26; IC 95%: 1,00 a 1,58).

Los individuos con sobrepeso y obesidad clases I a III tuvieron mayor riesgo de necesitar ventilación mecánica (OR: 1,28; IC 95%: 1,09 a 1,51; OR: 1,54; IC 95%: 1,29 a 1,84; OR: 1,88; IC 95%: 1,52 a 2,32 y OR: 2,08; IC: 1,68 a 2,58, respectivamente). Se observó interacción significativa entre índice de masa corporal y edad para todos los puntos finales primarios (p de interacción < 0,05 para cada uno), de tal manera que la asociación de índice de masa corporal con muerte o ventilación mecánica fue la más alta en adultos de 50 años o menos, intermedia en adultos entre 51 y 70 años y la menor en adultos de más de 70. La obesidad de clase III (IMC ≥ 40 kg/m2) se asoció con aumento del riesgo de muerte intrahospitalaria solo en adultos de 50 años o menos (HR: 1,36; IC 95%: 1,01 a 1,84). En un análisis ajustado, índice de masa corporal más elevado se asoció con inicio de diálisis y con tromboembolismo venoso, pero no con eventos cardiovasculares adversos mayores.

Conclusiones

El registro de enfermedad cardiovascular COVID-19 de la American Heart Association desarrollado brinda mejor entendimiento del impacto de COVID-19 en la enfermedad cardiovascular y permitirá informar las mejores prácticas para la evaluación y manejo de estos pacientes.

Aunque la mortalidad intrahospitalaria y los eventos cardiovasculares adversos mayores no fueron diferentes según raza/etnia luego de ajuste, los pacientes afroamericanos e hispanos tienen mayor carga de mortalidad y morbilidad debido a su desproporcionada representación entre las hospitalizaciones por COVID-19.

Los pacientes con obesidad tienen más probabilidad de ser hospitalizados por COVID-19 y mayor riesgo de muerte intrahospitalaria o de necesitar ventilación mecánica, en particular si tienen ≤ 50 años. Estos pacientes también tienen alto riesgo de tromboembolismo venoso y diálisis.

Estas observaciones ameritan el mensaje de salud pública y la implementación de estrategias rigorosas de adherencia en todos los individuos con obesidad, sin importar la edad.

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