El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, positivo para SARS-CoV-2: ¿paciente de riesgo?

Zosia Chustecka 

2 de octubre de 2020

Nota de la editora: Encuentre las últimas noticias y orientación acerca de la COVID-19 en el Centro de información sobre el coronavirus (SARS-CoV-2).

El mundo se despertó esta mañana con la noticia de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su esposa Melania dieron positivo para SARS-CoV-2.

Trump tuiteó la noticia la madrugada del viernes y dijo que él y su esposa están ahora en cuarentena.

https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1311892190680014849

Su médico, el Dr. Sean Conley Do confirmó la prueba positiva y dijo que la pareja se encuentra "bien en este momento. Y espero que el presidente continúe desempeñando sus funciones sin interrupciones mientras se recupera".[1]

El perfil del presidente

Según las características del presidente: masculino, 74 años, obesidad, tres factores que se sabe aumentan el riesgo de desarrollar COVID-19 grave.

Sin embargo, también hay muchos factores que entran en juego, comentó Naveed Sattar, profesor de medicina metabólica de la University of Glasgow, en Glasgow, Reino Unido, en respuesta a las noticias en el Science Media Centre.[2]

"Donald Trump tiene algunos factores de riesgo, como ser hombre, mayor (aún el factor de riesgo más fuerte) y sobrepeso, pero si no tiene enfermedades crónicas y es razonablemente activo (parece probable, ya que juega mucho golf y parece caminar rápido) entonces estos pueden compensar o atenuar sus riesgos para que pueda recuperarse rápidamente de la infección", comentó Sattar.

"El riesgo de enfermedad grave y muerte depende de muchos factores, algunos inconmensurables, por lo que siempre hay incertidumbre, y no es tan simple como hacer inferencias a partir de uno o dos solos", agregó.

Pero otro experto señaló que muchas personas de 70 años también tendrán más comorbilidades que aumentan los riesgos de una enfermedad más grave.

Se ha especulado que Trump puede tener alguna forma de enfermedad cardiaca, lo que también aumentaría el riesgo de desarrollar COVID-19 grave.

El New York Times informó en septiembre que "una tomografía computarizada de calcio coronario en 2018 registró una puntuación de 133, lo que significa que tiene una forma de enfermedad cardiaca común en los hombres de 70 años".

Sin embargo, el mismo artículo también señaló que el presidente de los Estados Unidos había negado con vehemencia que tuviera algunas (misteriosas) estancias cortas en el hospital por esta época el año pasado porque había sufrido eventos cerebrovasculares menores.

Los registros de salud de Trump, publicados en junio, mostraron que su peso era de 110 kg, para una altura de 1,90 m, por tanto, con un índice de masa corporal de 30,5 kg/m2, clasificándolo como un individuo obeso, como alrededor de 40% de los estadounidenses, según un artículo de Sky News.[3]

Según el Dr. Aseem Malhotra, cardiólogo y experto en los riesgos de la obesidad, "es probable que Donald Trump tenga síndrome metabólico que lo coloca en el mayor riesgo de muerte u hospitalización" como resultado de COVID-19. El presidente tendría así "un riesgo de muerte 3 veces mayor y un riesgo de hospitalización 5 veces mayor", agregó.

Para el Dr. David Strain, profesor y consultor de la Facultad de Medicina de la University of Exeter, en Exeter, Reino Unido, "Donald Trump probablemente se encuentre en las primeras etapas de la enfermedad, suponiendo que haya contraído el virus recientemente. Es probable que tenga pocos síntomas durante los próximos 4 a 5 días, posiblemente perdiendo el sentido del olfato a principios de la semana que viene. Los síntomas respiratorios clásicos podrían ocurrir a mediados de la próxima semana".[2]

"Su edad y obesidad, además de ser hombre, lo ponen en mayor riesgo de mal pronóstico en esta etapa, lo que también significa que tiene mayor riesgo de presentar coinfecciones. Durante este periodo, se espera que se recupere, pero sus médicos deben ser conscientes del mayor riesgo de daño alrededor del décimo día. Como fue el caso del primer ministro británico Boris Johnson. Si eso sucediera, a su edad tendría que ser hospitalizado y estaríamos preocupados por su sobrevida", agregó el Dr. Strain.

"Si bien el presidente de los Estados Unidos sin duda recibirá la mejor atención del mundo, SARS-CoV-2 sigue siendo un virus para el que no existe un tratamiento eficaz. Donald Trump es parte de un grupo demográfico de alto riesgo. Las próximas semanas van a ser muy difíciles para la administración estadounidense".

¿Quién más está infectado? ¿Se puede rastrear la cadena de infección? 

Un día antes de que Trump anunciara su prueba positiva, una de sus asesoras más cercanas, Hope Hicks, había dado positivo por el nuevo coronavirus y, según los informes, se quejó de los síntomas de la enfermedad, mostró un informe de Bloomberg News.[4]

Hicks había viajado con Trump a bordo del Air Force One hacia y desde el debate presidencial de Cleveland el martes 29 de septiembre y a un mitin en Minesota el miércoles 30 de septiembre. "Se sintió mal en Minesota y fue puesta en cuarentena a bordo del avión presidencial de camino a casa, según los círculos internos", informó Bloomberg.

"Esto plantea dudas sobre si Hicks fue la fuente o si todos estaban infectados al mismo tiempo de una fuente diferente", comentó el Dr. Trish Greenhalgh, profesor de Servicios Primarios de Salud en la University of Oxford.[2]

"La cadena de infección es importante porque afecta la probabilidad de que Trump también haya infectado a Joe Biden y otros durante el debate presidencial del martes. Hay pruebas sólidas de muchas fuentes de que el virus del SARS-CoV-2 se transmite a través del aire, así como a través de gotitas y contacto directo (es decir, las personas en la misma habitación, incluso si están a más de 2 metros de distancia, están en riesgo porque el virus en el aire eventualmente llega a todas las partes de la habitación", agregó.

"En el escenario improbable, pero no imposible, del peor de los casos (donde Trump fue contagioso cuando habló en voz muy alta durante el debate de 90 minutos), esto podría resultar un experimento natural interesante, como en la transferencia de aerosol y el controvertido papel de las mascarrillas en la protección del usuario", comentó.

"La infección de Donald Trump no fue inevitable, pero tampoco improbable. Es un candidato de alto riesgo de infección, en parte debido a su aparente aversión a las medidas de protección personal (como mantener la distancia física y las mascarillas)", comentó otro experto británico, Rowland Kao, profesor de Epidemiología Veterinaria y Ciencia de Datos en la University of Edinburgh, en Edimburgo, Reino Unido.[2]

"Por otro lado, porque es una persona pública que tiene contacto con muchas personas en muchos lugares diferentes, con quienes a menudo permite una mayor proximidad. También es preocupante que estos mismos aspectos hagan más probable que pueda infectar a otros si es contagioso, por lo que sus acciones ahora tienen una gran importancia. Por un lado, para reducir el riesgo de propagar el virus aún más, pero lo más importante, quizás, como un ejemplo para otros, sea bueno o malo", concluyó Kao.

Para más contenido siga a Medscape en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Comentario

3090D553-9492-4563-8681-AD288FA52ACE
Los comentarios están sujetos a moderación. Por favor, consulte los Términos de Uso del foro

procesando....