Estado actual del desabasto de fármacos oncológicos para niños en México

Preocupación real y denunciada por diversos sectores, incluido el gremio médico

Nelly Toche

Conflictos de interés

29 de septiembre de 2020

Debido a las irregularidades en el abasto de fármacos oncológicos a nivel nacional, el pasado 3 de marzo más de 150 oncólogos, hematólogos y pediatras enviaron una carta a las autoridades de Salud mexicanas, a la Cámara de Diputados y a la Cámara de Senadores.

"En el documento, cada uno de los profesionales de la salud, con nombre y apellido, manifiesta la necesidad de que las autoridades apoyen al respecto y encuentren una solución, pues las consecuencias pueden ser fatales", expresó la senadora Josefina Vázquez Mota durante el panel Consecuencias del desabasto de medicamentos en el cáncer infantil.

La carta también denuncia las consecuencias de la falta de fármacos y señala que se han tenido que modificar los esquemas de quimioterapia para los pacientes oncológicos, afectando su índice de sobrevida; esta puede ser consultada desde la Comisión de Derechos de la Niñez y de la Adolescencia del senado.

Posteriormente, el 23 de mayo el Colegio Mexicano de Oncología Médica denunció el desabasto de fármacos oncológicos, tanto en hospitales públicos como privados, destacando la importancia del suministro en las quimioterapias, lo que también se ve reflejado en el documento Los casos de desabasto en México, creado por la asociación Nosotrxs.org, y que realizó un mapeo nacional del desabasto de fármacos, incluyendo el cáncer como uno de los principales rubros.[1]

En respuesta, el Instituto Mexicano del Seguro Social reconoció dicho desabasto, atribuyéndolo a una situación de tipo global por falta de producción, asegurando que trabajaría para solucionar el problema mediante la importación.

Para el 28 de mayo de 2020, la Agrupación Mexicana de Oncohematología Pediátrica publicó nuevamente una carta suscrita por un número importante de especialistas, solicitando que se atendiera de manera inmediata el desabasto de fármacos pediátricos oncológicos, reiterando que esto ponía en riesgo la vida de los pacientes.

Aunado a ello, el pasado 6 de mayo la Agrupación Mexicana de Oncohematología Pediátrica presentó un amparo por el cual el 18 de agosto el Tribunal Federal ordenó a la Secretaría de Salud garantizar el abasto de fármacos e insumos en hospitales públicos que atienden pacientes con cáncer.

Luis Fernando Reyes Guzmán es padre de un menor diagnosticado con retinoblastoma bilateral, que es atendido en el Hospital Federico Gómez desde hace tres años, y asegura que este año el desabasto se ha agudizado a tal grado que hay menores que fallecen por esta causa. También denunció que su hijo dejó de recibir tres sesiones de quimioterapia, después de lo cual ahora es legalmente ciego, y tiene posible metástasis.

Reyes Guzmán, junto con otros padres, creó el Movimiento Nacional de Mamás y Papás de Niños con Cáncer, para ser escuchados por las autoridades, pues de acuerdo con su testimonio, se dio el desabasto de ciclofosfamida, citarabina y vincristina.

Los padres de estos pacientes señalaron que desde 2018 el desabasto se repite aproximadamente cada tres meses, pero con la pandemia de COVID-19 el problema se ha agudizado; aseguran que al menos 20.000 niños estarían afectados por esta crisis, y que "la única forma de conseguir el fármaco es que la sociedad civil vea qué tan grave es este problema y se sume a la causa, porque esto no solo ocurre con los fármacos oncológicos".

Por su parte, Israel Rivas, padre de una menor con cáncer, fue de los primeros en poner un amparo ante la justicia federal: "No quise arriesgarme a que la niña no recibiera los tratamientos", declaró, sin detallar los hechos, asegurando que gracias a ello, cuando les niegan un fármaco, mágicamente aparece cuando las autoridades hospitalarias se enteran de que tienen la protección de un amparo; "ha sido una carga extra al infortunio de tener un hijo con este tipo de enfermedad; el cáncer barre con todo: las emociones, la economía familiar, las relaciones personales, el trabajo, y encima no contar fármacos y tener que salir a las calles a manifestarse. Es algo muy complicado". Agregó que sin embargo, es una lucha digna por sus hijos y los demás niños.

Diversas causas de desabasto

Dra. Martha Zapata Tarrés

En el análisis de las causas y consecuencias del desabasto, la Dra. Martha Zapata Tarrés, presidenta de la Agrupación Mexicana de Oncohematología Pediátrica, aseguró que esto es real y complicado; por un lado están la oferta y la demanda (cuántos pacientes lo necesitan y cuántos laboratorios lo producen), la materia prima con la cual se fabrican los fármacos, el interés que haya por parte de las autoridades, y la regulación de estos fármacos.

Dijo que se ha tratado de minimizar el tema argumentando que los pacientes oncológicos solo son 10% de la totalidad del cáncer, sin embargo, el cáncer en edad pediátrica es la primera causa de muerte, por tanto, es un problema de salud pública, "de esa forma se ha visto también de manera internacional, y así es como debemos verlo".

El Gobierno Federal ha tenido distintas posturas respecto al tema. Se ha aducido que dicho desabasto es implicación del combate frontal contra la corrupción; el secretario de salud, Jorge Alcocer, ha indicado que el desabasto de metotrexato no representa ningún problema, y que este puede ser sustituido por otros fármacos. Por otro lado, el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, justificó el hecho diciendo que esto responde a un tema de carácter internacional y no es responsabilidad total del gobierno en turno.

En este sentido, la representante de la Agrupación Mexicana de Oncohematología Pediátrica dijo que se ha postulado que no hay materia prima para realizar el fármaco, y que existen diversos laboratorios que se han especializado en algunos fármacos, ya que afortunadamente no son tantos los niños que enferman de cáncer.

Esto en algún momento ha representado un problema, ya que si un laboratorio decide no fabricar algún fármaco, este deja de existir, "algo que ha pasado en la historia, como la escasez de actinomices (actinomicina) o cuando ciclofosfamida solo era abastecida por Sanfer; sin embargo, este no es el caso, pues incluso con la biología molecular se pueden fabricar de manera sintética".

Agregó que de los fármacos que se emplean actualmente, la mayoría se usa desde hace más de 50 años, por lo que muchos ya no son de patente, y tienen excelente efectividad y seguridad. "El éxito del tratamiento se basa en la combinación de fármacos, cirugía, radioterapia, y tratamiento de soporte. Si falta un fármaco no vamos a lograr el mismo resultado… si faltan dos, todavía menos".

Cabe mencionar que la Agencia Nacional para la Seguridad de Medicamentos y Productos Sanitarios en Francia ya ha advertido del alarmante aumento de escasez de fármacos y vacunas a nivel mundial, por ejemplo, dijo que en 2017 80% de los fármacos faltantes correspondía a aquellos de mayor interés terapéutico, incluyendo antineoplásicos, inmunomoduladores y oncológicos.

El sindicato profesional de empresas farmacéuticas Leem indicó que la duración media de las pausas observadas en 2017 fue de aproximadamente 14 semanas, con una mediana de 7,5 semanas.

Enrique Martínez, director del Instituto Farmacéutico, explicó que China e India, principales fabricantes de fármacos, han enfrentado problemas de producción, y puede ser que la oferta no logre cubrir la demanda; aseguró que a esto se agrega que el gobierno federal tardó demasiado en emitir las licitaciones de los fármacos de patente y fuente única para 2020,por lo que las primeras adquisiciones se hicieron hasta abril.

Finalmente se habla de la regulación, donde instituciones como la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), así como el exceso o falta de normas regulatorias cuando hay que solucionar un problema de manera urgente, han demostrado carencia de procesos sistematizados.

En marzo se documentaba que al menos un fármaco para tratamiento de cáncer comprado en 2018 por el Gobierno Federal para combatir el desabasto se administró a pacientes sin contar con el registro sanitario de la COFEPRIS. Metotrexato fue traído de Francia, pero no tenía el permiso normativo para ser administrado en México; a pesar de ello fue distribuido por las autoridades, de acuerdo con una investigación de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.[2]

El 28 de enero de 2020 se publicó en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo de la Secretaría de Salud para importar fármacos aunque no cuenten con los permisos sanitarios. El acuerdo otorgaba cinco días hábiles después de la importación para iniciar el proceso para obtener el registro sanitario. La nueva regla provocó reacciones de la industria farmacéutica, ya que eso implica que nadie en el país verifique la calidad y seguridad de los fármacos.

Alberto Torres, presidente de la Casa de la Amistad, asociación para niños con cáncer, comparte la versión de que los desabastos son reales, y que dentro de sus orígenes se tiene que mencionar que no ha habido planeación suficiente para la compra de fármacos; aseguró que "las consecuencias ya no son solo para fármacos oncológicos, también se están viendo en antibióticos o antieméticos, además de insumos, entre otros".

Como asociación que apoya a pacientes pediátricos con cáncer, en los últimos meses ha enfrentado precios de importación a precios exorbitantes, "10 a 15 veces más caros de lo que se pagaba a nivel nacional; además son fármacos que no tienen registro sanitario que permita a los usuarios tener la certeza de que han sido aprobados; en opinión de los médicos, es un grave riesgo, pues el registro asegura el rastreo".

Por su parte, José Carlos Gutiérrez-Niño, director general de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer, dijo que las consecuencias mismas del desabasto de fármacos son resultado de un sistema de salud fragmentado, pues no se han logrado reunir todas las capacidades del Sistema Nacional de Salud para atender cabalmente a los niños con cáncer.

Explicó que en 2005 comenzó el apoyo de fármacos para las leucemias; "fue el primer cáncer atendido por el Estado mexicano". Antes de ello la sociedad civil era la encargada de conseguir los tratamientos de niños sin seguridad social. El 15 de febrero de 2008 fue un momento importante, pues se determinó que todos los niños con cáncer recibirían tratamientos por parte del Estado; este fue un gran avance, pero también hubo faltantes de fármacos complementarios.

Agregó que en su momento se señalaron desvíos de recursos y baja calidad de los servicios, y que aun cuando el modelo era mejorable bajo el esquema del Seguro Popular, "era loable en su diseño de financiamiento. Cuando se avizoraba la eliminación del Seguro Popular por parte de las autoridades gubernamentales actuales se advirtió de un enorme problema de desabasto, pues en estos temas no se puede cerrar una llave y abrir otra".

Consecuencias fatales

La Dra. Zapata destacó que los médicos tienen el conocimiento para poder ayudar a sistematizar el problema, y las cosas estén en tiempo para los pacientes, pero este no ha sido el caso. Por lo que advirtió que las consecuencias de este desorden originan que a nivel internacional y nacional no se tengan las mismas oportunidades. "Se requiere tratamiento completo para pacientes y trato digno para médicos, que también tienen ética, así como compromiso y educación para poder seguir atendiendo a los niños de manera estrecha".

La especialista agregó que la responsabilidad es compartida, pero faltan algunas partes del engranaje. "Aumentar la tasa de curación en la edad pediátrica de niños con cáncer es una prioridad internacional y todos deben asumir el compromiso de participar".

Por otro lado, destacó que el tratamiento debe ser total, sin minimizar la falta de ninguno; "el uso de uno de ellos en cierto momento de la secuencia de aplicación es el que podrá ayudar a hacer sinergia entre los fármacos; las fechas son fundamentales, pues la intensidad del tratamiento también cuenta".

Confirmó que las consecuencias son impredecibles, pero se puede hablar de mayor toxicidad en los pacientes y no poder obtener los mismos resultados que con los protocolos; "esto no se ve de inmediato, pero sí en unos meses con recaídas y muertes de los pacientes. Efectivamente puede ser porque faltaron una o dos dosis del fármaco, o porque el paciente estuvo algunas semanas sin recibirlo".

Al complementar la información, concluyó que el cáncer pediátrico es biológicamente diferente al de los adultos; "la tasa de curación ha aumentado significativamente, incluso actualmente se describen enfermedades con tasas de curación de 100%, y esto se ha realizado gracias a los ensayos médicos controlados con protocolos de tratamiento específicos y con resultados en base a tratamientos que no pueden sufrir modificaciones".

Actualmente padres de familia, diversas asociaciones civiles, legisladores y médicos de diversas asociaciones han promovido el Hashtag #UnDíaMásSinQuimio; hasta el domingo 20 de septiembre este registro contabiliza 689 días sin fármacos oncológicos.

La Dra. Martha Zapata Tarrés ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente,.

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