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GUADALAJARA, MEX. Durante la pandemia por COVID-19, que ha obligado al distanciamiento social, la telemedicina es una herramienta que permite a muchos países brindar un servicio eficaz de atención a pacientes en sus hogares, llegando a zonas donde normalmente no se puede acceder con la medicina convencional.
"Muchos países se han visto en la necesidad de flexibilizar sus marcos normativos en la práctica de la telemedicina; escuchamos que países de Europa lo han hecho, pero se habla poco de Latinoamérica y del Caribe, donde algunos se han flexibilizado y otros no", señaló el Dr. Morel Orta, presidente de la Asociación Iberoamericana de Telesalud y Telemedicina al dar inicio al Conversatorio Latinoamericano de Telesalud y Telemedicina, Reflexiones sobre políticas públicas de Telesalud y Telemedicina en tiempos de COVID-19.
El conversatorio contó con la participación de cinco expertos de México, Argentina, Perú, Colombia y Brasil, que representaron la región; en estos países existen modelos de salud distintos, se aplican diversas reglamentaciones de la práctica de los profesionales de la salud, y rigen legislaciones específicas en la materia.
Los especialistas coincidieron en que el contexto latinoamericano permite fortalecer y generar nuevas políticas públicas en telemedicina a partir del ejemplo y las buenas prácticas que se tengan en la región.
Adrián Pacheco, ingeniero biomédico, director de telesalud en el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud de la Secretaría de Salud Federal en México, mencionó que desde hace 10 años ya se había desarrollado un programa de acción específico en telemedicina y telesalud que consideraba aspectos de infraestructura, equipamiento, procesos, lineamiento, estándares, regulación, capacitación de recursos humanos, investigación, y evaluación.
Pacheco remarcó que las tecnologías no son un fin en sí, sino que son solo herramientas, pero que es importante establecer políticas públicas en telemedicina y telesalud para ampliar la cobertura de servicios de salud a través de unidades móviles y el impulso de la teleatención médica.
"Debemos recordar que para generar una política pública tenemos que hacer un fuerte proceso de diagnóstico, un análisis de factibilidad, atender cuál es el problema público y contar con la participación de la ciudadanía", puntualizó.
El funcionario público indicó que el Programa de Acción Específico (PAE) Evaluación y Gestión de Tecnologías para la Salud 2013-2018 tiene como líneas de acción la atención en regiones marginales a través de la telemedicina y cerrar la brecha entre diferentes grupos sociales por medio de redes de telemedicina en zonas vulnerables.
De acuerdo al documento oficial de este programa, uno de los objetivos es impulsar las políticas e instrumentos para la ejecución y evaluación de la telesalud en México, con el fin de facilitar el acceso efectivo a la atención médica de especialidad a la población. El indicador que mide la población beneficiada con base en los proyectos de telesalud creció solamente 5% de 2013 a 2018.
"Sabemos que la telemedicina y la telesalud ofrecen grandes beneficios, pero no pueden resolverlo todo; necesitamos establecer programas integrales, más allá de la tecnología, en niveles macro, meso y micro", explicó el Dr. Pacheco, quien puntualizó que la telemedicina requiere una planeación a largo plazo, y debe estar sustentada en la mejor evidencia científica.
Asimismo, enfatizó que la telemedicina no siempre es ideal para todo, que requiere un sustento más complejo, especialmente cuando se abordan la teleconsulta o cuestiones legales respecto a la salud digital, que actualmente son aspectos fundamentales en la lucha contra la pandemia de COVID-19.
Por su parte, la Dra. María Cecilia Cruz, jefa del Departamento de Telesalud del Hospital Provincial de Neuquén de Argentina, especialista en pediatría, medicina física y rehabilitación, señaló que la pandemia ha potenciado las políticas públicas previas que existían, lo que ha permitido afrontar la situación en las áreas de telegestión, teleeducación, y teleasistencia.
"Tuvimos que dividir a la población entre pacientes de COVID-19 para su seguimiento, diagnóstico y tratamiento, y a la población que nos preocupa, con enfermedades crónicas, para también hacer un tratamiento y resguardarla para su atención en este contexto", agregó.
La Dra. Cruz indicó que durante el aislamiento preventivo obligatorio en Argentina, cuando los ciudadanos no podían salir de sus casas para prevenir el contagio, a través de la telemedicina los médicos atendieron las necesidades de la población gracias a que hubo un plan público desarrollado hace años inicialmente en el hospital de pediatría Garrahan, donde se establecieron distintos nodos de una red humana, después por vía telefónica y fax hasta las actividades asincrónicas por plataforma, y las sincrónicas a través de videoconferencias.
La especialista agregó: "Señalo el año 2007 como un hito importante, porque en la provincia en la que me desempeño se firmó el convenio con el hospital para fortalecer nuestra red asistencial, así como 2020, porque hay una política pública de telesalud del ministerio que en el contexto de la pandemia nos da herramientas para afrontar esta nueva situación".
La experta en telemedicina indicó que en Argentina no se cuenta con una ley de telesalud; "nos hemos manejado en el marco de las leyes nacionales que tienen que ver con el ejercicio profesional de la medicina y otras profesiones relacionadas con la salud, la protección de datos personales, la ley de firma digital y derechos del paciente, y con tecnologías con la Ley de Delitos Informáticos, con la resolución sobre las tecnologías y estándares de interoperabilidad, y con recomendaciones de observatorios de la Universidad Buenos Aires, con el tema de la protección de datos en esta época donde hay mucha información acumulada".
En el contexto de la pandemia se emitieron recomendaciones respecto a la receta digitalizada, ya que en Argentina solamente se permite la firma escrita, y la mayoría de la consulta en la población adulta (60% a 70%) recibía una receta escrita.
"En estos momentos contamos con una ley que tiene media sanción en diputados, que promueve la receta digital y la teleconsulta; esperamos que en un futuro se puedan aprobar propuestas de leyes de telesalud, y que después de esta tormenta se decida acelerar e implementar su uso", destacó la Dra. Cuz.
En su intervención, la Dra. Sandra Gallegos, Asesora de Telemedicina y Telesalud de la Dirección de Prestación de Servicios y Atención Primaria del Ministerio de Salud de Colombia, confirmó que la pandemia de COVID-19 ha sido un potenciador de las políticas públicas en materia de telesalud y telemedicina.
"El país ya contaba con normatividad de varios años de desarrollo; de hecho, la telemedicina es parte de la estructura de los servicios del país y del sistema obligatorio de garantía de calidad, y la telesalud es una actividad que también tiene su participación dentro de la estructura de atención del país. Tenemos leyes, tenemos una ley de telesalud", remarcó la Dra. Gallegos.
La especialista aseguró que en 2019, en Colombia se llevaron a cabo algunas acciones de fortalecimiento en telesalud y telemedicina, lo que les permitió reaccionar rápidamente en la pandemia de COVID-19 y gestionar nuevas normas para facilitar la aplicación de la telemedicina.
"A través de actos administrativos se exigieron telesalud y telemedicina entre los modelos de atención ambulatoria para todas las personas en situación de riesgo, específicamente para adultos mayores y para quienes deberían estar en confinamiento obligatorio preventivo, para incluirlas entre los planes de atención territoriales y en la restauración de servicios", destacó la Dra. Gallegos.
De acuerdo con la experta en telemedicina, las autoridades colombianas aprobaron una autorización transitoria de la prestación de servicios del sistema obligatorio de garantía de calidad para flexibilizar la aplicación de ciertos requisitos a fin de poder prestar los servicios de salud.
"Los elementos imprescindibles de la política pública de telesalud son la articulación y participación de todos los interesados: prestadores de salud, aseguradoras, industria, usuarios —que son muy importantes—, academia, sociedades científicas, estandarización de las plataformas tecnológicas, y calidad de la atención de la información y de los datos".
La asesora del Ministerio de Salud Colombiano informó que a raíz de la pandemia la oferta de servicios de salud por telemedicina se incrementó de enero a junio, 78% en las sedes que ofrecen telesalud y telemedicina, y 139% en todos los servicios ofrecidos.
La Dra. Gallegos señaló que entre los retos que se tienen en Colombia en cuanto a las políticas públicas están la divulgación y la asistencia técnica. "Necesitamos mucho más divulgación, que haya más conocimiento en todos los actores de esta forma de atención, formación del talento humano; necesitamos una formación específica, ya que por el uso de tecnologías se requieren habilidades distintas, competencias distintas, por lo que debemos enfocarnos en la formación y sensibilización del talento humano".
En el conversatorio también participó el Dr. Julio Portella, presidente de la Asociación Peruana de Telesalud y Telemedicina, quien señaló que en Perú se tiene un avance sustantivo en este rubro, señalando que "desde 2002 había políticas públicas de salud digital; en 2005 teníamos gobierno electrónico, y en 2016 se logró una nueva ley de salud".
El Dr. Portella puntualizó que telemedicina, teleenseñanza, teleconsultas y telediagnóstico crecieron exponencialmente en 2020, y resaltó que el sistema de atención telefónica ha recibido más de 3’460.000 llamadas.
En tanto, el Dr. Luiz Ary Messina, Coordinador Nacional de la Red Universitaria de Telemedicina RUTE, y Presidente de la Asociación Brasileña de Telemedicina y Telemedicina ABTms, recordó que Brasil empezó con la Red Universitaria de telemedicina en el año 2006; "en Brasil se habla de políticas públicas al menos como iniciativas, porque no hay un decreto, pero tenemos el programa nacional de Telesalud Brasil Redes, con 24 núcleos implantados en más de 2.000 de las más de 5.000 municipalidades que hay en el país, con mayor enfoque en la asistencia remota".
El doctor en ingeniería de computación, con más de 40 años de experiencia en el ramo, ironizó que fue necesario que hubiera una pandemia para que las sociedades de médicos empezaran a discutir acerca de la práctica de la telemedicina, pero que gracias a ello en Brasil ya se tiene una norma de servicios en telesalud respaldada por parte de la International Organization for Standardization, además de una ley aprobada en la Cámara de los Diputados en Brasilia, por la pandemia.
Los participantes del conversatorio declararon no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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Citar este artículo: Políticas públicas ante el establecimiento de la telemedicina en la atención médica pos-COVID-19 - Medscape - 27 de jul de 2020.
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