La firma metabólica de adherencia a la dieta mediterránea, un predictor fiable del riesgo cardiovascular

Carla Nieto Martínez

1 de junio de 2020

MADRID, ESP. La última evidencia sobre los beneficios de la dieta mediterránea viene aunada a la identificación de un importante marcador, la firma o huella metabólica que permite determinar la adherencia a este tipo de alimentación y ayuda a predecir el riesgo de enfermedad cardiovascular, independientemente de otros factores conocidos.[1]

Este hallazgo, publicado en European Heart Journal es resultado del trabajo conjunto de un grupo de investigadores españoles y estadounidenses pertenecientes al CIBER de Obesidad y Nutrición en la Universidad de Navarra, la Universitat Rovira i Virgili, la Harvard University y el Broad Institute del Massachusetts Institute of Technology.

Para llegar a la determinación de esta huella metabólica, los autores utilizaron una metodología basada en la inteligencia artificial, con la que analizaron, en primer lugar, múltiples metabolitos plasmáticos en muestras de 1.859 participantes en el estudio español PREDIMED (la investigación de referencia sobre los beneficios de la dieta mediterránea).[2]

El modelo metodológico identificó 67 moléculas que incluyen metabolitos marcadores tanto de la ingesta de alimentos típicamente mediterráneos (pescado, nueces, vegetales) como de los efectos que ejerce este patrón nutricional en el organismo.

Al ser analizada colectivamente, esta combinación o firma molecular permitió determinar qué personas eran más adherentes a la dieta mediterránea (es decir, aquellas que habían seguido mejor sus pautas durante el estudio) y también su respuesta metabólica a este tipo de alimentación.

Los resultados obtenidos se replicaron después, tanto internamente como externamente, en 6.868 participantes independientes procedentes de dos investigaciones estadounidenses: el Estudio de Salud de Enfermeras I y II, y la Encuesta de Seguimiento de Profesionales de la Salud.

Mucho más que un nuevo marcador

Los autores puntualizaron la importancia que tiene la identificación de esta huella metabólica y su utilidad, ya que ha demostrado ser un indicador objetivo que refleja de manera más sólida que otros marcadores la adherencia a la dieta mediterránea.

Dr. Miguel Ángel Martínez-González

Al respecto, el Dr. Miguel Ángel Martínez-González, director del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, e investigador principal del estudio, comentó a Medscape en español que hasta ahora toda la evaluación de patrones completos de alimentación en grandes cohortes o ensayos se apoya en datos de autonotificación por los participantes, a partir de cuestionarios y otras herramientas basadas en la memoria o en registros anotados por los voluntarios.

"En cambio, la firma o huella metabólica que hemos usado en este estudio se basa en análisis objetivos de multitud de biomarcadores medidos en sangre, sin la intervención del factor humano, de la memoria o la colaboración del voluntario", señaló.

Asimismo, el Dr. Martínez-González indicó que otros elementos diferenciales de la investigación fueron la combinación de estos biomarcadores mediante métodos de inteligencia artificial y la integración de la exposición nutricional con la respuesta metabólica del organismo frente a la dieta mediterránea.

"Hasta ahora se habían usado biomarcadores solo para elementos aislados de la nutrición (un solo nutriente o alimento), pero esta es la primera vez que se emplean biomarcadores combinados para valorar un patrón nutricional en su conjunto. Esto supone un gran paso adelante, porque hoy día los patrones alimentarios son la base de cualquier recomendación de política nutricional poblacional, y en este contexto resulta patente que el modelo mejor evaluado es la dieta mediterránea tradicional", agregó el especialista.

Un aspecto destacable fue que tanto en la muestra española como en la estadounidense la huella de la dieta mediterránea demostró efecto protector frente a los infartos de miocardio y cerebrales, lo que llevó a los autores a la conclusión de que un mayor nivel de esta firma metabólica está asociado con menor riesgo de enfermedad cardiovascular a largo plazo.

Además, incluso después de tener en cuenta otros factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular (incluyendo el índice de masa corporal, la circunferencia de la cintura, el tabaquismo, y el nivel de actividad física), la huella demostró su efectividad para predecir la posibilidad de sufrir un evento de este tipo a largo plazo, independientemente de estos factores.

Para el Dr. Martínez-González estas evidencias nuevamente avalan la protección cardiovascular asociada a mayor adherencia a la dieta mediterránea.

Valor predictivo a nivel cardiovascular

Asimismo, el estudio incluyó como ensayo secundario el análisis genético de la firma metabólica identificada, comprobando que la heredabilidad estimada de la misma es de 12%, y su asociación directa con el riesgo de enfermedad coronaria y de ictus.

Dr. Vicente Arrarte

En cuanto a la posible utilidad predictiva de este indicador en el abordaje del paciente cardiovascular, el Dr. Vicente Arrarte, presidente de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología, comentó a Medscape en español que aunque ya se dispone de mucha evidencia de los beneficios de la dieta mediterránea, resulta complejo aplicar en la vida real esta relación, puesto que es difícil precisar la dosis en la que algunos alimentos y bebidas incluidos en dicha dieta son positivos o pueden perder su beneficio asociado a esta.

"También es complicado medir la adherencia a este tipo de hábito. Por tanto, todos los datos, herramientas e indicadores, como la firma metabólica, que puedan ayudarnos a hacer dicha valoración, son bienvenidos, aunque aún se necesitan más ajustes en este sentido", destacó el clínico.

El Dr. Arrarte también puso de relieve el importante papel que han tenido en el manejo de la patología cardiovascular los resultados arrojados por el estudio PREDIMED en el que se basa esta investigación:
"A través de las numerosas publicaciones realizadas desde 2014 ha proporcionado la evidencia científica de mayor calidad para poder afirmar que la dieta mediterránea es un patrón de alimentación útil en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular en personas de alto riesgo. Además ha demostrado que quienes se adhieren a la intervención con dieta mediterránea presentan menor incidencia de diversas enfermedades, como diabetes de tipo 2, obesidad, enfermedad vascular, fibrilación auricular, e hipertensión arterial, entre otras", puntualizó.

Determinación más precisa de la adherencia a este patrón alimenticio

Por otro lado, el estudio ha permitido una aproximación más precisa al nivel de adherencia a la dieta mediterránea por parte de la población. El Dr. Martínez-González explicó cómo en la obtención de este dato resultó muy útil la escala de adherencia a la dieta mediterránea en la que se basa la intervención nutricional contemplada en el ensayo PREDIMED: "En una escala de 0 a 14, los participantes en este estudio puntuaban 8,7 al comienzo del ensayo y habían subido a 10,1 al cabo de un año. En cambio, en las cohortes observacionales estadounidenses que usamos para replicar los hallazgos, la adherencia era más baja: solo de 30% del máximo".

"La conclusión más clara que se extrae de este dato es que tenemos todavía mucho margen de mejora, aunque pueda parecer que el nivel de seguimiento de la dieta mediterránea tradicional es ya el adecuado. Queda mucho trecho por andar, y en el caso de Estados Unidos el camino es aún más largo, de ahí sus tasas enormes de obesidad", añadió.

En cuanto al significado de esta adherencia en relación al riesgo cardiovascular, el Dr. Martínez-González destacó que el hecho de que se trate de un ensayo aleatorizado asegura una inferencia causal correcta: Ya en el estudio PREDIMED se demostró que en términos relativos los eventos cardiovasculares mayores se reducían en 30%. Ahora estos resultados previos se ven muy reforzados por la prueba objetiva de esta nueva investigación, basada en biomarcadores complejos.

Inteligencia artificial y medicina de precisión

Para los autores de la investigación, la obtención de esta huella o indicador permite vislumbrar posibles vías metabólicas que expliquen de forma más precisa los beneficios observados de la dieta mediterránea sobre la salud y la enfermedad en numerosos estudios, y destacaron el papel que tuvo en esta innovación la aplicación de un modelo basado en la inteligencia artificial, que permitió configurar un nuevo medidor que puede ser muy útil en el futuro para individualizar mejor el tipo de dieta más adecuada para la prevención de la enfermedad cardiovascular en cada caso.

"Este estudio abre nuevas avenidas de investigación para que muchos otros grupos puedan valorar en el futuro, siguiendo estos mismos pasos, otros patrones alimentarios y otros eventos finales de enfermedad clínica. Las herramientas que proporciona la metabolómica, unidas a las técnicas de inteligencia artificial y otros modelos estadísticos complejos, pueden ser muy útiles para comprobar si el patrón alimentario en su conjunto es capaz de prevenir diversas enfermedades que constituyen problemas prioritarios de salud pública", destacó el Dr. Martínez-González.

Asimismo, el Dr. Arrarte señaló que las nuevas tecnologías ya están ayudando a plantear las estrategias de inteligencia artificial como una herramienta no solo posible, sino imprescindible, para avanzar en áreas de la medicina, como la prevención cardiovascular, "y esta realidad nos obliga a trabajar en equipo con especialistas en dicho campo, para que nos ayuden a seguir avanzando en este nivel. El objetivo es poder estratificar a los pacientes según sus diferentes respuestas dietéticas y en función de su riesgo cardiovascular, para así establecer pautas cada vez más individualizadas".

Próximo objetivo: fibrilación auricular e insuficiencia cardiaca

Respecto al hecho de continuar con el estudio o ampliar esta línea de investigación, el Dr. Martínez-González explicó que actualmente existen otros proyectos de metabolómica, también en colaboración con expertos estadounidenses, con el objetivo de estudiar la diabetes, la fibrilación auricular, la insuficiencia cardiaca, y la arteriopatía periférica. "También tenemos muchas esperanzas puestas en obtener nuevos proyectos en el marco del gran ensayo muticéntrico denominado PREDIMED-Plus, actualmente en marcha, gracias al trabajo esforzado y admirable de 23 centros reclutadores de todo el país, la mayoría de ellos en diversos grupos CIBER. Hemos reclutado cerca de 7.000 voluntarios para este nuevo ensayo de prevención cardiovascular con dieta mediterránea, actividad física y pérdida de peso, que ya lleva 4 años de seguimiento medio y que va a suponer otro nuevo hito en la investigación médica española en el área de la nutrición", concluyó.

Los doctores Martínez-González y Arrarte han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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