
El acetato de glatiramer es una de las terapias que puede ser de las más seguras en mujeres que planean embarazarse dentro de los siguientes dos años debido a que la exposición durante el primer trimestre del embarazo al acetato de glatiramer parece ser segura.[5] Sin embargo, no se recomienda continuar la terapia modificadora de la enfermedad durante el embarazo porque no hay datos sobre la plena seguridad de los fármacos durante el mismo y por el efecto "protector" del embarazo sobre la actividad de la enfermedad.
Es importante preguntar a las pacientes sobre los cambios en los planes sobre el embarazo y anticoncepción de forma regular, sobre todo si reciben tratamiento modificador de la enfermedad por vía oral o natalizumab.
Asimismo, los embarazos no planeados son frecuentes en las mujeres con esclerosis múltiple y por ello, teriflunomida casi no se prescribe a mujeres en edad fértil por la teratogenicidad elevada (categoría X de la Food and Drug Administration de Estados Unidos) ante la disponibilidad de otras alternativas más seguras.
Por su parte, el dimetilfumarato tiene riesgo incierto sobre el feto y el fingolimod tiene riesgo teratogénico débil, se sugiere un periodo de lavado de dos meses con alto riesgo de "rebote" en la actividad de la enfermedad 8-16 semanas del cese del tratamiento.
Para más información del efecto del embarazo sobre la esclerosis múltiple, lea aquí.
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Citar este artículo: Mini-Examen Clínico: ¿Qué tanto sabe de esclerosis múltiple? - Medscape - 29 de mayo de 2020.
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