MADRID, ESP. El Ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció la intención de crear dos nuevas especialidades antes de finalizar el año: urgencias y emergencias, y enfermedades infecciosas, que podrían ser incluidas en el nuevo Real Decreto de Formación Sanitaria Especializada en el que trabaja sanidad de forma intensa, aunque de momento siete sociedades científicas no apoyan el proyecto, según reflejan en un comunicado conjunto.[1]
También recordó que la última reunión de rabajo sobre este borrador fue el 4 de marzo, pero la epidemia de coronavirus ha ralentizado el calendario previsto, aunque se espera que el real decreto pueda aprobarse en el último trimestre del presente año.
Tras una larga reivindicación histórica y de negociaciones con diferentes gobiernos a través de casi una década por estas y otras sociedades científicas, el real decreto ahora parece recibir un empujón definitivo para el reconocimiento de estas dos especialidades. Quizá haya influido también la encomiable labor desempeñada por estos profesionales, de los más implicados y en primera línea de combate, frente a la pandemia del coronavirus.

Dr. Juan González Armengol
El Dr. Juan González Armengol, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, manifestó a Medscape en español: "Lo valoramos positivamente, porque pensamos que va en serio. En el caso del actual ministro es una persona que no tiene ningún tipo de motivación e interés ajenos al interés general. Y los contextos técnico, social, administrativo, jurídico, político, sindical, profesional, internacional (Europa, Organización Mundial de la Salud, resto del mundo) avalan esta decisión".
"Habría que añadir que además de todas las razones previamente expuestas, también es una deuda ética y moral. En esta tragedia [por COVID-19] hay compañeros nuestros que han fallecido o tienen graves convalecencias. No necesitábamos que algo así ocurriera para ser reconocidos", puntualizó.
30 millones de urgencias hospitalarias
El Dr. González explicó pormenorizadamente los epígrafes que justificarían esta absoluta necesidad de contar con la especialidad: evolución histórica de la atención de urgencias y emergencias en España; 30 millones de consultas anuales en urgencias hospitalarias y 6 millones de emergencias, destacando que la propuesta es avalada por el conjunto de las Oficinas de los Defensores del Pueblo, y el Consejo Económico y Social.
Medicina de urgencias y emergencias en el mundo: existe en prácticamente todos los países de la Unión Europea (Portugal está ya en ello), excepto Chipre, y en todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, países árabes, asiáticos, las Américas, Australia, algunos países africanos, etcétera.
Es una garantía de equidad: las ambulancias de soporte vital avanzado llevan un solo médico, y en 70% de los servicios de urgencias hospitalarias de la geografía española, que es muy dispersa, los únicos médicos que hay durante tres cuartas partes del tiempo son los de urgencias.
En los protagonistas de la atención sanitaria urgente: hay desamparo, mayor temporalidad, desregulación administrativa e inexistencia de homologación por falta de la especialidad. Los urgenciólogos son los terceros profesionales más demandados. Están desprotegidos, ya que se espera que actúen y se les juzga como especialistas cuando en realidad no lo son, porque no está regulado.
La especialidad de urgencias y emergencias cumple los tres criterios: demanda social, cuerpo doctrinal y un programa de formación estructurado en competencias, con arreglo a la doctrina Bolonia.
Emergencias es una de las dos revistas científicas en España en el primer cuartil de sus especialidad, y la tercera en impacto en el mundo. Por ello es un reflejo de la potencia científica de las urgencias y emergencias del país.
Es la especialidad deseada por los futuros profesionales. Hay estudios que reflejan que 20% de los médicos de familia y 9% de los especialistas en medicina interna quieren hacer urgencias. Entre los estudiantes estaría entre las 4 primeras elecciones si pudieran escogerla.
El papel imprescindible de los Sistemas de Emergencias Médicas y los Servicios de Urgencias Hospitalarios en los incidentes de múltiples víctimas y catástrofes. Precisamente en el contexto actual hay que recordar que la atención a las emergencias o catástrofes forma parte del cuerpo doctrinal de nuestra especialidad. No es necesario que se espere en el futuro que tengamos preparación porque nos la hemos buscado por nuestra cuenta, como ha sido y la hemos aplicado.
Clave para prevenir nuevos brotes de SARS-CoV-2
En la actual pandemia de la COVID-19 los servicios se han tenido que redoblar, porque es trascendente que no entre el virus en los hospitales. Los equipos de emergencias atienden con procedimientos cambiantes como posible COVID-19 cualquier situación. Colaboramos con salud pública, como el resto del sistema, detectando y comunicando posibles casos nuevos. Tenemos necesidad de cambiar procedimientos cada pocos días, por definición. Y no tenemos recambio de profesionales porque no existe esta formación reglada. Y por resumir, urgencias deberá formar parte de la prevención futura de brotes de esta pandemia y de otras emergencias.
El contexto jurídico ha evolucionado a lo largo de estos años en lo que a formación médica se refiere. Y este marco jurídico está sustentado en la Directiva 2005/36/CE, fruto de muchos años de consenso profesional a nivel de la Unión Europea, que incluye a la medicina de urgencias y emergencias como especialidad primaria sometida a reconocimiento automático. Esto se ha visto recientemente ratificado con la transposición a la legislación española de la Directiva 55/2013, sobre la actualización de la directiva de cualificaciones, mediante el RD 581/2017.
Infecciosas cumple todos los criterios

Dr. Jesús Rodríguez Baño
Por su parte el Dr. Jesús Rodríguez Baño, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) actualizó a Medscape en español la situación: "La información que tenemos es que el 4 de marzo se acordó en el Consejo Interterritorial seguir adelante con el decreto de especialidades y de creación de nuevas especialidades. La documentación aportada por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica explica claramente que se cumplen todos los criterios para que enfermedades infecciosas sea una especialidad".
El Dr. Rodríguez destacó que los puntos fuertes que hacen necesaria esta especialidad son muchos: por una parte, asegurar la atención de calidad de los pacientes con patología infecciosa compleja, para lo que es relevante garantizar la formación reglada y completa de especialistas y el relevo generacional de los facultativos que actualmente realizan esta tarea, que se formaron de manera heterogénea.
Es importante resaltar que el volumen de conocimientos en patología infecciosa es muy elevado, y su evolución en el tiempo es muy rápida. Son distintas las situaciones clínicas en esta patología para las que se ha demostrado que el manejo especializado mejora el pronóstico de los pacientes.
"Por otra parte, disponer de la especialidad permitirá la libre circulación de nuestros profesionales en los distintos países europeos donde existe la especialidad, que son casi todos. Además, es necesario que estemos preparados para la atención a los importantes problemas infecciosos ya existentes y a los emergentes, como se ha demostrado en la pandemia de COVID-19".
"Finalmente, es importante recordar que la estructura asistencial ya existe, dado que existen unidades, secciones o servicios de enfermedades infecciosas en un amplio número de hospitales del país, por lo que la especialidad solo va a reconocer una realidad existente, y normalizar su situación. Esto último es muy importante, y la demostración de que la existencia de esta especialidad no va a perjudicar a otras, sino que contribuirá a la colaboración multidisciplinaria, como también ha demostrado la actividad realizada en la pandemia causada por SARS-CoV-2".
Otros 6 candidatos a especialidad
Además hay otras seis disciplinas que optaban a finales del pasado año a convertirse en especialidades: psiquiatría de la infancia y la adolescencia, psicología de la infancia y la adolescencia, genética clínica, farmacia hospitalaria y de atención primaria, análisis clínicos y bioquímica clínica, y medicina del deporte, de las que no sabemos si finalmente se quedarán en el camino o serán incluidas en el decreto.

Dr. Celso Arango
El Dr. Celso Arango, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, comentó a Medscape en español que "la especialidad de psiquiatría de la infancia y la adolescencia fue aprobada en el año 2016, tras décadas solicitándola, y con la unanimidad de asociaciones científicas, Organización Médica Colegial, Consejo Interterritorial del Servicio Nacional de Salud de España, grupos políticos y asociaciones de pacientes y familiares. De esa forma España dejaba de ser el único país en la Unión Europea sin esta especialidad. Se derogó el real decreto que la aprobó por un problema que nada tenía que ver con la creación de la misma. Después de eso, durante 18 meses se dieron todos los pasos necesarios para volver a crearla y cuando solo faltaba el último (envío a Consejo de Estado), de nuevo, tras recibir apoyo unánime de todos los agentes involucrados, el actual gobierno paralizó su tramitación".
Que no exista psiquiatría infantil es una anormalidad
El Dr. Arango resumió los puntos fuertes y carencias de tener o no esta especialidad: "La especificidad en el abordaje, diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales en la infancia y la adolescencia. Con el periodo actual de formación, especialistas en psiquiatría que han realizado solo 4 meses de rotaciones pueden dedicar su ejercicio profesional a programas clínicos de salud mental infanto-juvenil. Como he dicho al Ministerio de Sanidad (UEMPS, CE): es una anormalidad que no exista esta especialidad en el país. La consecuencia la pagan los menores con trastornos mentales y sus familias, que son atendidos por profesionales sin la suficiente formación".
Se van sumando especialidades reticentes
Por otro lado, siete sociedades científicas, las tres de familia y medicina interna, medicina preventiva, salud pública e higiene, y las últimas en sumarse, Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias, Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEMI, SEMFYC, SEMERGEN, SEMG, SEMPSPH, SEMICYUC, y SEPAR), han emitido un comunicado conjunto donde manifiestan:[1]
"Estamos a favor del reconocimiento profesional y la ordenación docente de nuevas áreas del conocimiento médico a través de la creación de subespecialidades médicas o Áreas de Capacitación Específicas, siguiendo el modelo formativo de la mayoría de los países de nuestro entorno".
[…]
"Entendemos que la creación de nuevas especialidades como la de Urgencias y Emergencias (u otras como la de Enfermedades Infecciosas) supondrá más fragmentación del sistema sanitario y mayor rigidez en su estructura organizativa y funcional que dificultarán la respuesta de nuestro sistema a las futuras crisis sanitarias".
[…]
"Consideramos que no existe un criterio científico que sustente la necesidad de la creación de estas nuevas especialidades y no existe, en absoluto, un consenso en la comunidad médica y científica sobre este respecto. Por tanto, entendemos que existe una falta de justificación científica que motive la decisión de crear estas especialidades".
Especialidades que no nacen contra nadie
Respecto a las sociedades científicas que no se han posicionado a favor de la creación de estas especialidades, el Dr. Rodríguez afirma: "Curiosamente, a pie de cama la relación entre los distintos especialistas en los hospitales es buena en la inmensa mayoría de los casos, aceptándose sin problemas la existencia de las unidades o servicios de enfermedades infecciosas".
"Entiendo que puede existir preocupación sobre las competencias, recursos, etcétera, y por eso es importante que expliquemos que la distribución de competencias ya existe en los hospitales, y que esta especialidad no nace contra nadie, sino que contribuirá a que entre todos mejoremos la atención a los pacientes. Creo que desde el acuerdo y la colaboración podremos conseguirlo".
En este sentido, el Dr. González afirmó enfáticamente: "Para nosotros su opinión tiene el mismo valor que la que tiene el gremio de hosteleros o peluqueros, que probablemente sepan más de esto desde el más absoluto respeto. No saben de esto, ni lo entienden. Estamos dispuestos a enseñarles, eso sí, gratis. Pensamos que es fruto del aburrimiento o del descuido de lo que deberían hacer, que es estar pendientes de sus profesionales, a los que respetamos, y que bastantes problemas no atendidos tienen".
"Si de lo que se trata es ganar dinero de forma ilegítima a costa de los médicos de urgencias y emergencias que nos dedicamos a trabajar en esto, lo denunciaremos públicamente. Es muy interesante la historia de las homologaciones y lo que se derivaba de las directivas y lo que ocurrió. Y si de lo que se trata de hacer es malgastar el dinero de los españoles con una propuesta de formación tres veces más cara, también lo haremos. En cualquiera de los dos casos confiamos en el comportamiento debido, dentro de la legislación vigente, de la administración", añadió el Dr. González.
Gran optimismo, pero prudente con el ministro
Finalmente, el Dr. González destacó: "Tenemos, no obstante, algunas experiencias previas a lo largo de estos años que nos hacen ser prudentes. Creemos y esperamos que no sea así en esta ocasión, pero en sucesivas ocasiones hemos comprobado, y podemos probar, que en ese ministerio se ha actuado al margen de la legalidad vigente, respondiendo a intereses ajenos al general. En este caso, con este ministro, esperamos y confiamos en que esto no ocurra".
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Citar este artículo: España: alegría contenida en urgencias e infecciosas ante el anuncio de crear sus especialidades - Medscape - 28 de mayo de 2020.
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