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El coronavirus nos golpeó con tal ímpetu que muchos problemas que antes se disimulaban quedaron expuestos por el impacto. Sin duda el mundo será diferente cuando pase la fase crítica, por lo que es importante preguntarnos: ¿En qué mundo queremos vivir? ¿Qué vamos a hacer con toda esta violencia que ahora no se puede esconder y nos indigna?
El problema de la violencia en contra del personal de salud ha permanecido latente por muchos años, y es tan importante a nivel mundial, que la Organización Mundial de la Salud publicó en 2003 guías para atenderlo. ¿Qué sabemos sobre la violencia en contra del personal de salud?
El 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud realizó la declaración de pandemia con relación al virus SARS-CoV-2. En México, el 30 de marzo se publica la declaración de emergencia sanitaria. A partir de esa fecha hemos visto con inmenso horror e incredulidad el crecimiento de la violencia, la discriminación y el odio en contra del personal de salud.
En abril el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) reportó 35 agresiones, y todos vimos en los medios de comunicación cómo enfermeras, técnicos y doctores, eran golpeados, insultados y agredidos. Incluso se les negaba el transporte público o el ingreso a tiendas, o se les pedía que dejaran sus viviendas por ser focos de infección. La violencia se hizo más cruda y la opinión pública volteó a ver un problema que lleva años golpeándonos.
Para comprender este tipo de violencia debemos tener en cuenta dos clasificaciones. La primera propuesta por el Injury Prevention Research Center de la University of Iowa que divide a la violencia en el trabajo en cuatro tipos, dependiendo de la relación entre la víctima y el perpetuador:
Clasificación de la violencia según el Injury Prevention Research Center, University of Iowa | |
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Tipo | Descripción |
1. Intento criminal | Resulta de un acto criminal, y quien lo realiza no tiene relación con el trabajador o el lugar de trabajo |
2. Paciente o cliente | El perpetuador es un cliente o paciente, y se vuelve violento al ser atendido |
3. Trabajador contra trabajador | Un trabajador es el perpetuador y otro es la víctima |
4. Relaciones personales | El perpetrador tiene relación con el trabajador |
Una segunda clasificación, específica de la violencia en la práctica médica, es la elaborada por el Dr. Roberto Castro (sociólogo médico):

Estas dos clasificaciones son complementarias y nos ayudan a observar el panorama completo del problema.
Los ataques con cloro o agresiones físicas en los traslados son los que más han llamado la atención (tipo 1 en la UI IPRC y violencia externa no legitimada en la clasificación del Dr. Castro), y los que más nos preocupan por su gravedad y posibilidad de escalar en lesiones más graves, pero debemos reconocer que en estos momentos todos los tipos de violencia están fuera de control.
En los hospitales las agresiones entre trabajadores de la salud están aumentando, así como las prácticas de abuso laboral y mobbing. Existe violencia desde el sistema en contra de los trabajadores y entre los trabajadores, dependiendo de la posición dentro de las jerarquías hospitalarias. A continuación algunos ejemplos que se han presentado en medios de comunicación.
Fecha | Medio | Noticia |
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8 de abril | VICE | La pesadilla de ser médico residente en México (más en medio de una pandemia) |
9 de abril | Excélsior | Acusan chantajes para no dejar el hospital |
9 de abril | Milenio | Trabajador del Instituto Mexicano del Seguro Social en Tlalnepantla acusa represalias por denunciar anomalías |
14 de abril | Reporte Índigo | Enfermeras del hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social de Monclova aseguran que les ordenaron no usar cubrebocas |
14 de abril | Excélsior | Médicos gastan hasta 10 mil pesos en equipo; erogan 50% de su salario para protegerse de la COVID-19 |
14 de abril | Reporteros Hoy | Utilizan a médicos residentes como mano de obra barata |
20 de abril | La Silla Rota | Médicos residentes prefieren estar sin insumos, a perder la residencia |
21 de abril | La Silla Rota | "Chillones, atiendan sin protección": así viven médicos en formación |
La violencia tipo 3 (trabajador contra trabajador) es más común que las de tipos 1 y 2, pero casi nunca se reporta. En diversos estudios se menciona que los trabajadores la ven como parte del trabajo. En nuestro país lo toleramos apelando a la vocación, o a la idea de que en los hospitales se forja el carácter, por lo que los abusos se rodean de cierta mística y se enseña a los trabajadores a permanecer en silencio.
Todos los tipos de violencia han aflorado en estos días, y a pesar de que algunos sean más graves que otros, todos tienen repercusiones en las víctimas y el sistema de salud. Además de los daños físicos se han comprado efectos directos, como disminución de la satisfacción del trabajo, contribución al síndrome de desgaste profesional (burnout), aumento de la probabilidad de que los trabajadores dejen su cargo, disminución de la calidad de la atención, y aumento de las comorbilidades psicológicas del personal. Por otra parte, en estudios realizados en Estados Unidos se ha comprobado que tales efectos aumentan los costos en salud. La violencia tiene que ser erradicada en todas sus formas de las instituciones de salud.
¿Qué podemos hacer para mitigar la violencia?
La violencia tiene muchas caras, pero la que más nos preocupa en estos momentos es la violencia criminal que sufren los trabajadores durante sus traslados a manos de personas ajenas al campo de la salud; agresiones con cloro, discriminación, etcétera. Todos estos delitos ya están tipificados en los diversos códigos penales estatales (discriminación, amenazas, lesiones, tentativa de homicidio, homicidio).
La primera medida que se ha tomado es cambiar las leyes para incluir nuevos delitos o hacer más duras las penas de los ya existentes. En nuestro país ya se cuenta con propuestas tanto en el Congreso de la Unión como en las legislaturas de diversos estados (Morelos, Nuevo León, Chiapas, Puebla, Michoacán, Ciudad de México, y Estado de México) para aumentar las sanciones a aquellos que agredan al personal de salud. ¿Esa es la solución?
Para responder es necesario dirigir nuestra mirada a la India, donde desde hace años también tienen un problema de violencia en contra del personal de salud, y en diversos estados se han hecho cambios a la ley para defender a los trabajadores. Los resultados no han sido muy buenos.
Parece ser que no solo con hacer nuevas leyes o endurecer las previas se consigue disminuir las agresiones; hace falta voluntad para perseguir los delitos. ¿De qué sirve aumentar la pena 10 años si más de 90% de los delitos queda impune? No es que esté en contra de estas medidas, pero pensar que solo con ellas va a cambiar la realidad, es engañoso.
Para encontrar una respuesta debemos conocer el problema, como escribía el nobel de economía Angus Deaton: "Un gobierno ilustrado es imposible sin la recolección de datos". Por desgracia, en nuestro país los datos no existen, y en los últimos años el sector salud se ha caracterizado por su falta de transparencia e impunidad. No basta con crear leyes nuevas si no conocemos la magnitud del problema. Se deben crear estadísticas de cada estado, institución y hospital, para saber qué tan grande es el problema y en dónde se requiere mayor esfuerzo.
Algo que se puede hacer incluso antes de recolectar datos es brindar atención a los trabajadores de la salud que han sido víctimas de violencia. Denunciar y llevar estadísticas es importante, pero más aún es brindar atención psicológica a quienes la necesitan. Se ha probado que estas agresiones deterioran la salud mental y el desempeño de las víctimas, y dañan la atención médica.
Por tanto, para avanzar en el problema de la violencia son importantes tres factores: denunciar, crear estadísticas y dar atención integral a las víctimas de violencia.
Importancia de denunciar
Según la Encuesta Nacional sobre Victimización y Percepción de Seguridad Pública, 9 de cada 10 delitos que se cometen en el país no se denuncian. También se mencionan algunas razones para no denunciar, entre ellas el hecho de que algunos lo consideran pérdida de tiempo; desconfían de la autoridad; tiempos muy largos de espera (una tercera parte reportó cuatro horas o más en presentar una denuncia); percepción de que no cambió nada con denunciar y que no se continuó con la investigación.
A pesar de estas razones es importante denunciar.
¿Cómo hacer la denuncia?
Si un trabajador de la salud sufre violencia ya sea dentro de su unidad de trabajo o en la vía pública, puede denunciar en la agencia del Ministerio Público.
Para saber cuál es la agencia más cercana al lugar de los hechos se puede llamar a Locatel o en la página de internet de la Fiscalía General de Justicia de su estado. Una vez que la víctima está en la agencia se debe hacer una narración de los hechos, con lo cual se podrá determinar si existe algún delito y a cuál corresponde.
Es importante recordar que en cada una de las agencias existe un teléfono rojo que sirve para reportar a cualquier Ministerio Público que se niegue a recibir una denuncia o lo haga de manera irregular; después de la denuncia viene la investigación de los hechos por la autoridad.
Denunciar toma tiempo, pero tenemos que partir de que el delito que no se denuncia es como si no hubiera sucedido.
Por último, me gustaría concluir con un comentario de un editorial publicado en JAMA el 7 de abril de 2020, en el que se hace un análisis muy interesante de las peticiones de los profesionales de la salud a sus organizaciones durante la pandemia.[1] En resumen, las peticiones son las siguientes: escúchame, protégeme, prepárame, apóyame y cuídame
Estas exigencias reflejan de manera muy acertada la ansiedad actual del personal de salud; son reclamos que deben seguir vigentes cuando superemos la etapa de crisis. Debemos aprovechar esta trágica coyuntura para decidir en qué mundo queremos vivir cuando esto termine y enfrentar todos los tipos de violencia dentro de la práctica médica.
El Dr. Mauricio Sarmiento estudió medicina y se especializó en anatomía patológica, medicina interna y hematología clínica. Posteriormente cursó la carrera de Derecho en la Facultad de Derecho de Ciudad Universitaria. Actualmente tiene un despacho jurídico en donde, entre otras cosas, da asesoría a médicos en temas de responsabilidad civil, trámites administrativos y las implicaciones jurídicas de la práctica médica.
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Citar este artículo: Una mirada legal sobre la violencia contra el personal de salud - Medscape - 5 de mayo de 2020.
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