Nota de la editora: Encuentre las últimas noticias y orientación sobre la COVID-19 en el Centro de información sobre el coronavirus de Medscape en español.
Los recursos humanos públicos disponibles para la atención en salud a partir de los datos que ofrece el Sistema Nacional de Información en Salud revelan un total de 69.896 médicos generales y familiares; 94.603 médicos especialistas; 26.066 residentes; 144.784 enfermeras generales; 36.602 enfermeras especialistas, y 104.853 auxiliares de enfermería.
En este contexto, el Secretario de Salud, Jorge Alcocer, al inicio de su administración, dijo haber encontrado un déficit de 200.000 médicos, y estimaba que se requerían 123.000 médicos generales y 72.000 especialistas para cumplir con la norma internacional y avanzar hacia la cobertura universal de salud.
El plan fue crear el Instituto de Salud para el Bienestar, que arrancó funciones en 2020, pero con una serie de deficiencias, lo que no dio oportunidad para estar listos y enfrentar la pandemia bajo un esquema de recursos humanos robusto.
Al enfrentar la inminente pandemia, Alejandro Svarch Pérez, coordinador del Instituto de Salud para el Bienestar, manifestó en conferencia de prensa que la atención al COVID-19 presentaba un déficit estructural de recursos humanos, pues mientras el país debería contar con 3,4 médicos por cada 1.000 habitantes, solo cuenta con 1,6 en promedio.
"Aunado a esto existe un serio problema de distribución de médicos. En la Ciudad de México hay cinco veces más médicos que en Tuxtla, Chiapas, pero a su vez, ahí hay cuatro veces más que en las Margaritas (en el mismo estado)", informó Svarch Pérez.
Bajo estas condiciones, para garantizar la cobertura, la Secretaría de Salud en México analizó el marco general para enfrentar la pandemia por COVID-19. El 30 de marzo revelaba que se tenía un déficit de personal para las fases 2 y 3 por 23.119 enfermeros y 6.666 médicos.
Este personal requerido se dividía entre instituciones de la Secretaría de Salud, Instituto Mexicano del Seguro Social, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, y la atención que brinda la Secretaría de la Defensa Nacional junto con el Instituto de Salud para el Bienestar, de reciente creación.
Por lo anterior se lanzó la Jornada Nacional de Reclutamiento y Contratación de Recursos Humanos para la Salud, donde se aceptarían 6.600 médicos y 12.300 enfermeros. Las especialidades incluidas fueron: terapia intensiva, urgencias, medicina interna, neumología, infectología, y anestesiología. Para el 7 de abril ya se esperaba contratar entre 20% y 25% de personal para cubrir el déficit. Para enfermería se buscaban especialistas en terapia intensiva e inhaloterapia.

Dra. Ana Burguete García
La Dra. Ana Burguete García, epidemióloga del Instituto Nacional de Salud Pública, señaló que no ha habido un solo país en el mundo (probablemente Alemania se acerca un poco), en ser capaz de recibir esta crisis con todo el equipamiento y personal requerido, debido a las características del virus, "que tiene una velocidad de transmisión impresionante y es altamente contagioso".
"En cuestión de prevención y estrategia creo que se han tomado las medidas correctas, pero hay algunos puntos que ante lo desconocido se deben ir corrigiendo y ajustando, incluso de manera muy particular para cada localidad y municipio", comentó a Medscape en español.
Asimismo, recordó que las precarias condiciones del país en materia de salud no son desconocidas; "es un tema que fue olvidado durante décadas, presupuestalmente nunca hemos sido prioridad, de ahí la necesidad de las medidas emergentes que se están tomando".
Por ejemplo, el acuerdo con el sector privado para distribuir la atención de distintas patologías, lanzar las convocatorias de reclutamiento médico y generar bonos para el personal al frente de la pandemia.
Agregó que dentro de lo crítico de la situación, es una oportunidad para evidenciar la necesidad de los modelos multidisciplinarios que se requieren en salud: ciencia, investigación, área clínica, y actores políticos.
También puntualizó que en esta pandemia, a nivel hospitalario, el manejo del paciente requiere de un gran grupo que debe ser entrenado, desde el personal que recibe al paciente, camilleros, enfermería, y médicos generales, hasta intensivistas, cardiólogos, neumólogos, anestesistas. "Su capacitación tiene que entrar en esta perspectiva de preparación ante la urgencia, no es un capítulo que se pueda desdeñar.
Ante una pandemia no hay un número de especialistas suficientes en ninguna parte, por lo que todo personal de salud se vuelve indispensable y muy valioso".
¿Cuáles fueron las condiciones que se ofrecieron a los médicos en México frente a la atención de COVID-19?
Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, en su momento informó que los médicos especialistas contratados por seis meses tendrían una percepción mensual bruta, en promedio, por 34.755 pesos, y 26.600 pesos a los médicos generales, cuyos salarios son los que perciben actualmente los doctores de la institución que encabeza.
Este contrato temporal incluye seguridad social para toda la familia del contratado, capacitación para atender a los infectados con el SARS-CoV-2; en el caso de los médicos generales, recibirán dos puntos en su examen para aspirantes a residencias médicas, aguinaldo y una prima vacacional. Por último, em el caso del Instituto Mexicano del Seguro Social, los médicos y enfermeras que respondieran a la convocatoria también contarían con asistencia médica y dental, así como con un apoyo por actividades culturales.
Por su parte, Svarch Pérez explicó que la pretensión de contratar médicos generales o especialistas en áreas no críticas es que esto permita reorganizar los espacios de salud mediante un modelo de atención en cascada; "un médico intensivista se convertirá en jefe de grupo de cinco médicos generales o especialistas en otras áreas, pero que hayan sido capacitados para COVID-19; ese grupo atenderá a 25 pacientes críticos y el mismo esquema se replicaría para enfermería".
A principios de abril el funcionario al frente del Instituto de Salud para el Bienestar anunció el reclutamiento de 6.249 médicos generales; 8.900 enfermeras con licenciaturas; 6.000 enfermeras técnicas; 84 enfermeras especialistas, y 438 médicos especialistas, de ellos, alrededor de 231 médicos especialistas serían enviados a las entidades que más lo requieran ante esta contingencia, por ejemplo, Coahuila. "Hay un serio problema de distribución de médicos. En la Ciudad de México hay cinco veces más médicos que en Tuxtla, Chiapas, pero a su vez ahí hay cuatro veces más que en las Margaritas (en el mismo estado)".
Por su parte, la Secretaría de la Defensa Nacional, que se hará cargo de algunos hospitales COVID-19, también emitió una convocatoria el 26 de marzo para reclutar a profesionales de la salud con sueldos que van de los 15.000 a los 35.573 pesos. El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, indicó que se tendría un total de 3.694 integrantes del personal médico, de los cuales 386 son médicos cirujanos; 2.861 enfermeras, y 447 afanadoras.
Dificultades con el personal
El 13 de abril Víctor Hugo Borja, director de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social, dio a conocer una serie de mejoras en las condiciones de trabajo de los empleados del instituto (20% adicional en sus percepciones), así como prestaciones adicionales a quienes laboren directamente con pacientes que padezcan COVID-19.
Esto después de una serie de sucesos donde prestadores de servicios de salud denunciaron su potencial vulnerabilidad ante el coronavirus, dada la naturaleza de su trabajo y la falta de insumos que los protejan.
El acuerdo retiró a cerca de 20.000 trabajadores, entre ellos 9.000 médicos y enfermeras que tenían algun factor que los hacía susceptibles de desarrollar síntomas más graves.
Por otro lado, el 6 de abril la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México informó del retiro de todos sus estudiantes internos al determinar que no existían condiciones óptimas para su formación en ninguno de los niveles de atención del sector salud.
Al siguiente día la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina anunció que a partir de esa semana serían retirados de todos los hospitales del país los estudiantes universitarios de medicina que realizan actividades de médicos internos de pregrado, agregando que del 6 al 30 de abril se continuaría la formación de los estudiantes en sus universidades.

Dr. Andrés Castañeda
El Dr. Andrés Castañeda, coordinador de la causa Médicos en Formación dentro de la organización Nosotrxs, explica que son aproximadamente 21.000 médicos internos; 18.000 médicos pasantes, y 26.600 residentes. "Se trata de una parte importante de la fuerza de atención; alrededor de 1 de cada 3 atenciones de primer nivel está a cargo de los médicos pasantes".
El también maestro en gestión y políticas de salud dijo a Medscape en español que por la pandemia se retiraron solamente a los médicos internos y pasantes, pero ya se emitió un nuevo comunicado de que el 1 de mayo día tendrán que regresar a áreas no asignadas a la atención de COVID-19, con equipo de protección, y ya capacitados.
Agregó que muchos jefes de enseñanza o directores trataron de persuadir a los jóvenes para que se quedaran a trabajar, y bajo el elemento de vocación, que tiene la mayoría de los médicos, se quedaron; el problema es que no se ha podido garantizar el equipo de protección necesario ni la capacitación para estos médicos.
El representante de la asociación sostuvo que es importante mencionar que durante todo este proceso los responsables de los médicos en formación son las autoridades educativas, incluso hablando de un residente, sin embargo, la comunicación con los médicos en formación ha sido limitada. "Hemos intentado comunicarnos con la Dirección General de Educación y Calidad en Salud, responsable de médicos en formación en todo el país y todos los sistemas, pero no ha querido hablar directamente con las organizaciones de médicos en formación. Esto genera incertidumbre y miedo para esta población".
El Dr. Castañeda fue contundente al declarar que el sistema de salud recae mucho en el médico de formación, incluso en estos momentos de pandemia, pero sin darle mucho a cambio; comentó como ejemplo, que la beca de un interno es de 1.500 pesos al mes; del pasante entre 3.000 y 5.000 pesos, y del residente entre 10.000 y 13.000 pesos, con un horario de 100 horas a la semana.
Otro ejemplo lo da con el Instituto Nacional de Pediatría, un hospital de referencia de los más conocidos del país, que "cuenta con 199 médicos contratados, pero de ellos, en turnos de la tarde, noche, fin de semana y días festivos, solo hay 17, es decir, la mayoría de los titulares está asignado a los turnos de entre semana en la mañana. Esto significa que la atención en los otros horarios está operada por residentes e internos. Este es un problema histórico con un proceso de autoaprendizaje y con un sistema jerárquico".
Sobre la participación de los médicos en formación en esta emergencia sanitaria, el representante aseguró que hoy no debería tomarse ninguna decisión sobre los médicos en formación, sin los médicos en formación.
La Dra. Burguete García ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente. El Dr. Castañeda pertenece a la Organización No Gubernamental Nosotrxs, la cual lidera diversas causas sociales para exigir activamente el cumplimiento de la Ley.
Siga a Nelly Toche de Medscape en español en Twitter @NellyToche.
Para más contenido siga a Medscape en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.
Medscape Noticias Médicas © 2020 WebMD, LLC
Citar este artículo: ¿Con qué recursos humanos enfrenta México la pandemia de COVID-19? - Medscape - 29 de abr de 2020.
Comentario